sábado, 4 de febrero de 2017

52 retos de escritura: Día 2

¡Holaaaaaa!

¡Hoy he tenido un día estupendo! El nene está mejorando a pasos agigantados, a pesar del catarro. Por lo que duerme algo más. Me han piropeado, lo cual me ha subido el ego una barbaridad. He tenido una torrada en casa con otra parejita con un bebé. Y he hecho... Otras cosas que falta me hacían. 😏  Ya me entendéis... (Modo pervertida activado). Es que eso de la cuarentena, no es sano. Quien diga lo contrario miente. Y más a una persona como yo, que para eso ,soy tan básica como un hombre del neandertal. Soy una cochinota. JOJOJO. En fin, como veis en el título ,sigo con los retos, porque no quiero que se me vaya acumulando todo. Y tengo mucho por hacer. Así que... Allá vamos.

Como vi que gustó el reto de ayer, voy a continuarlo. Ya que me parece que con lo que toca escribir hoy, le pega completamente. Espero que os guste.



2. Describe una escena sensual con una pareja que termina desnuda en la barra de un bar.


INSOPORTABLEMENTE SEXY


Elena estaba enamorada de Damon, eso había quedado claro, aunque no quisiese aceptarlo frente a él. Pero escuchar de la boca del propio Damon, que iban a casarse y él era su futuro, la dejó en shock. Salió de su casa anonadada, dejándolo en la cama desnudo y fue directa al pequeño negocio que había iniciado sola: Un bar. Era lo que le gustaba. Pese a tener una posición importante, era bastante humilde. Le gustaba ganarse las cosas por si misma.

Encendió las luces y se sirvió una copa. Total, aun tenía la resaca de Nochevieja. Ya le daba igual. Iba a convivir con el diablo. Y ese era un trato con su padre, tenía que hacerlo. Aunque en el fondo no le disgustaba. Se sirvió otra copa, tras beberse la primera de golpe, y se le pusieron los pelos de punta, cuando notó unos dedos por su cuello... Unos dedos que reconocía muy bien.Pues su cuerpo respondía bien al tacto, pero solo de esos dedos.

- ¿Qué pasa, nena? ¿Me tienes miedo o qué? -Su voz resonaba en la cabeza de Elena. Era como una suave melodía que la atraía, aunque ella intentase resistirse. No quería caer otra vez, pero...

- No me toques... - Tembló, pero no por miedo. El simple roce de ese hombre, la volvía loca y la ponía a tono. Y maldita sea, él lo sabía. Vaya si lo sabía. Se aprovechaba de eso.

- Tú dices una cosa, pero tu cuerpo dice otra. - Sus labios se pegaron al cuello y comenzó a besarla. Despacio, torturándola. Quitándole lentamente la chaqueta.

- No deberías estar aquí. No debe... Deberías... Estar... - Su gemido fue gutural cuando Damon le metió la mano en la cinturilla del pantalón y comenzó a bajarle los pantalones sin pedir permiso.

-Lo estás deseando. No te resistas tanto. Eres frustrante. ¿Porqué no admites que me quieres? - Sus manos jugueteaban con el broche del sujetador y en cuanto el click de esa prenda se escuchó, Elena agarró a Damon por la camiseta y casi se la arrancó.

Minutos más tarde, estaban desnudos, sobre la barra del bar y con toda la ropa desperdigada por las sillas. No iban a encontrar ni la mitad cuando tuviesen que hacerlo, pero no lo pensaban en ese momento. El sexo era más necesario. Desfogarse y en el fondo, sin admitirlo, amarse. Necesitaban tocarse. Eran tan para cual. Aunque aun quedaban muchas cosas por solucionar, de momento, eso les bastaba...


¿Continuará?



¿Os ha gustado? ^_^ Espero que si.

¡Un besooo!






4 comentarios:

  1. Que cachondo y que caletontes que son. Espero la continuación.
    Un besote
    tq

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  2. Claro que me ha gustado!
    Y cómo te entiendo...la cuarentena es un invento del diablo...jajaja
    BESOS!

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    1. ¿Del diablo? ¡Y tanto! ¡Es insportable! jajajaj

      Un besote guapa!

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