Hola amores, en serio. NO PARO. Echo de menos mis super tardes de escritura, en la que no tenía nada más que sentarme y dejar volar la imaginación. Es frustrante no poder hacerlo.
Voy apuntando cosas en papeles o en el móvil, pero tengo tantísimo por hacer, que apenas tengo tiempo de desarrollar nada. Por suerte, al menos los cinco minutos para saludaros los tengo y deciros:
"¡EH! Estoy viva, sigo aquí, os leeré pronto. No os olvidéis de mi". Os pido SANTA PACIENCIA CONMIGO. Realmente con un bebé es bastante complicado todo. Tengo que estar detrás de él todo el día, limpiando para que no se coma nada del suelo (son peores que los perros, en serio, todo a la boca... ), darle de comer, ducharle, cambiarle, jugar...
A lo largo del día, acabo tan hecha polvo, que cuando saco tiempo para hacer un café o poder cenar sin que el cachorrito se me lance al plato como una hiena, bailo como una loca. Lo adoro. Pero cuando se duerme... Canto el aleluya. 😆 Ahora mismo, está fritísimo a mi lado y voy a aprovechar para hacer la cena. ¿Se despertará? Porque juro que huele la comida. En cuanto tengo un plato en la mano... Da igual que esté durmiendo, se despierta automáticamente. Es alucinante.
Eso si, voy a decir a su favor, que lleva cinco días, durmiendo como un rey. Y por ende, nosotros también. Una gozada. En serio. ¡Ahhh! ¡Le han salido dos dientes más! ¿Lo había dicho? No me acuerdo. 😂
Mil gracias por seguir aquí, semana a semana.
Yo creo que a medida que pase el tiempo, mis post serán más a menudo y podré pasarme más seguido por todos los blogs. Mientras tanto, tenedme paciencia. Que sabéis que cuando puedo, me paso por todos de golpe. 💕