Me desperté y ahí estaba él,mirándome preocupado con su intensa mirada. Intenté incorporarme,pero el mareo era intenso.
-Shhh... No te muevas. -Dijo empujándome despacio para tumbarme. -Estás débil. Tienes que comer. -Dijo. Sus ojos habían cambiado,volvían a tener vida. -Toma,te he hecho un sandwich con lo que he encontrado en tu nevera. Come.
-No tengo hambre... -Dije con el estómago revuelto.-Creo que voy a vomitar...-Estaba pálida.
-Te traeré algo...-Dijo desapareciendo y apareciendo con una palangana.
Vomité y Damon me puso su sangre en mi boca. Tenía un sabor dulce,pero ácido al mismo tiempo. Al principio me negué,pero tras beberla,me sentí fuerte. Damon me miraba entusiasmado,mientras yo lo observaba y veía que todas sus heridas habían desaparecido. Me senté a su lado sin decir nada.
-Gracias,Elena.-Dijo mirándome.-Nadie había hecho algo así por mi.
-No tienes que darlas... No... No podía dejarte ahí. -Dije mirándole con ternura.
Me agarró la mano y de pronto me besó. No fue un beso tierno,fue algo mas. Había pasión,una pasión incontrolable. Estaba asustada,pero no sé porqué,sabía que Damon no iba a hacerme ningún daño y me dejé llevar. Me levantó del sofá y me llevó ala habitación sin dejar de besarme. Poco a poco nuestra ropa fue desapareciendo. ¿Debía decirle que era virgen? No pude hablar... La pasión nos llevó al desenfreno absoluto. Cuando notó que me quedaba sin aire por el intenso dolor y placer que sentí en ese momento quiso parar,pero abracé mis piernas por su cintura como gesto de continuación. Fue un momento mágico,extraño.
Me quedé dormida en sus brazos,estaba agotada por todo lo ocurrido aquel día. Aunque su piel era fría,su abrazo era cálido y me rodeaba completamente. Me desperté por los rayos de sol de la mañana. Damon estaba dormido a mi lado. De pronto reaccioné.
-¡Damon! ¡Damon,despierta! ¡El sol! -Dije asustada.-(No quiero perderle...)
-¿Qué? No pasa nada Elena... -Dijo abrazándome a su pecho.- Este anillo me protege de él. No tienes que preocuparte por mi. ¿Estás bien? ¿Estabas preocupada por mi? -Dice con ternura.
-Pe...Pensaba que los vampiros no podíais estar al sol. Si... -Dije avergonzada. -No sé la razón,pero no quiero que te pase nada.
-El anillo tiene un hechizo. Con él puedo salir al sol.-Dijo besándome el pelo.- Si no lo tuviese no estaría aquí.Me gusta que te preocupes por mi...
Y tras ese día,Damon venía a verme cada día,pasaba casi cada noche conmigo. No hubo preguntas,solo respuestas directas sobre todo. Una noche,todo terminó para mi. Una mordida en el cuello y sería de Damon para siempre...
Noté como los colmillos entraban de otra forma. Se había estado alimentando de mi todos esos meses,pero ahora era distinto. Yo sería como él y la eternidad la íbamos a pasar juntos...
Para siempre...
FIN
Un lugar donde leer, escribir,desahogarse y sentirse libre. Mamá a tiempo completo y loca por definición.
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sábado, 7 de septiembre de 2013
...Encuentros... (Parte 2)
Pasaron varios días desde que vi a Damon. Un día comprando en la librería,ahí estaba él. Se dio cuenta de que estaba ahí y se acercó a mi.
-Da...Damon.-Me puse nerviosa ante su presencia. Llevaba una chaqueta de cuero negra y el pelo revuelto. Los ojos le brillaban y me miraba fijamente.
-Elena...-Me sonrió.- Una agradable coincidencia.
-Sí...¿Qué haces por aquí? -Pregunté intentando no hiperventilar.
-Estoy buscando algo con que entretenerme.-Dice con un libro en la mano.-¿Y tú? ¿Quieres ir a tomar un café?
-Pues,estoy haciendo lo mismo que tú. Me aburría en casa y he decidido salir a dar una vuelta. Y no sé porqué,he acabado entrando aquí.-Dije nerviosa.
-¿Vamos a tomar algo? -Dijo encandilándome con su sonrisa.
-Claro... -Dije mientras cogía un libro casi sin pensármelo y pagando en caja.
Fuimos a una cafetería cerca de allí y nos pusimos a hablar. Estaba bastante nerviosa con su presencia y su soltura y forma de hablar me dejaba encantada. Parecía de otra época,intentando encajar en esta.
-¿Y como llegaste a esa absurda conclusión de que era un vampiro? -Dice sacando el tema como si nada.
-Supongo que fue la tensión del momento. -Dije nerviosa.- Obviamente no estaríamos ahora aquí si lo fueses.-Dice viendo un pequeño rayo de sol entre las nubes.
-¿Quién dice que los vampiros no pueden estar al sol?¿Crees en los vampiros,Elena?
-Pues... Si. Siempre he pensado que existen. Me crié escuchando que aquí había vampiros,pero nunca he visto ninguno.
-¿Y te gustaría,Elena?-Su posición resultaba sexy,atrevida. Estaba muy cerca de mi,de mi boca...
-Quizás... Imagino que tendría que verme en esa situación.-Dije nerviosa por la cercanía.
Cambió de tema rápidamente y con tanta charla se nos hizo tarde. Eran mas de las diez de la noche cuando salimos de la cafetería. Noté que un grupo de chicos nos perseguía y Damon se paró en seco.
-Quédate aquí...-Dijo caminando hacía ellos.-¿Algún problema? -Dijo dirigiéndose a los chicos.
-¿Nos la das? Huele bien...-Dijo uno de los chicos.
-Largaos si no queréis problemas.-Dijo conteniéndose.
-¡Oh,venga! ¿No podemos compartirla? -Dijo otro.
-¡He dicho que os larguéis,no hay nada para vosotros aquí! ¿Quién es vuestro creador? -Pregunta con los ojos llenos de furia.
-¡A ti te lo vamos a decir!-Respondió el primer chico.
Vi como Damon sacaba unos dientes afilados,brillantes y los chicos comenzaban a atacarle. Me parecía irreal... ¿Damon? ¿Un vampiro? Comenzaron a atacarle,se estaba llevando golpes a diestro y siniestro. Aunque los otros habían acabado mucho peor... Damon se apoyó en la pared y se tiró al suelo. Débil y magullado.
-¡Damon! (¿Porqué no salgo corriendo? Estoy aterrada...)¿Es..Estás bien?
-Si...Tranquila,no es nada. Solo dame un momento,¿vale? -Dijo suspirando.-Estúpidos novatos... -Dijo mirando los cuellos rotos de los otros.
-Ven. No estás bien. -Dije pasando uno de sus brazos por mi cuello para levantarlo.-¿novatos? ¿Porqué dices novatos? (Me tiembla todo el cuerpo,pero... No puedo dejarle así)
-Algún idiota ha convertido a ese grupito y al parecer no sabe controlarlos. ¿No tienes miedo? -Dijo extrañado.
-Si.. Pero no pienso dejarte solo...
Lo llevé a casa y vi que tenía los ojos rojos,estaba sediento. Tenía que hacerlo,no podía dejarlo en ese estado. Me quité el pelo del cuello y me ofrecí.
-Bebe...-Dije casi entre susurros.
-No,no quiero hacerlo.-Dijo conteniéndose.
-Estás herido,hazlo antes de que me arrepienta. -Dije notando como sus colmillos se clavaban en mi cuello. Era una mezcla de dolor y paz...Una conexión extraña...
-Da...Damon.-Me puse nerviosa ante su presencia. Llevaba una chaqueta de cuero negra y el pelo revuelto. Los ojos le brillaban y me miraba fijamente.
-Elena...-Me sonrió.- Una agradable coincidencia.
-Sí...¿Qué haces por aquí? -Pregunté intentando no hiperventilar.
-Estoy buscando algo con que entretenerme.-Dice con un libro en la mano.-¿Y tú? ¿Quieres ir a tomar un café?
-Pues,estoy haciendo lo mismo que tú. Me aburría en casa y he decidido salir a dar una vuelta. Y no sé porqué,he acabado entrando aquí.-Dije nerviosa.
-¿Vamos a tomar algo? -Dijo encandilándome con su sonrisa.
-Claro... -Dije mientras cogía un libro casi sin pensármelo y pagando en caja.
Fuimos a una cafetería cerca de allí y nos pusimos a hablar. Estaba bastante nerviosa con su presencia y su soltura y forma de hablar me dejaba encantada. Parecía de otra época,intentando encajar en esta.
-¿Y como llegaste a esa absurda conclusión de que era un vampiro? -Dice sacando el tema como si nada.
-Supongo que fue la tensión del momento. -Dije nerviosa.- Obviamente no estaríamos ahora aquí si lo fueses.-Dice viendo un pequeño rayo de sol entre las nubes.
-¿Quién dice que los vampiros no pueden estar al sol?¿Crees en los vampiros,Elena?
-Pues... Si. Siempre he pensado que existen. Me crié escuchando que aquí había vampiros,pero nunca he visto ninguno.
-¿Y te gustaría,Elena?-Su posición resultaba sexy,atrevida. Estaba muy cerca de mi,de mi boca...
-Quizás... Imagino que tendría que verme en esa situación.-Dije nerviosa por la cercanía.
Cambió de tema rápidamente y con tanta charla se nos hizo tarde. Eran mas de las diez de la noche cuando salimos de la cafetería. Noté que un grupo de chicos nos perseguía y Damon se paró en seco.
-Quédate aquí...-Dijo caminando hacía ellos.-¿Algún problema? -Dijo dirigiéndose a los chicos.
-¿Nos la das? Huele bien...-Dijo uno de los chicos.
-Largaos si no queréis problemas.-Dijo conteniéndose.
-¡Oh,venga! ¿No podemos compartirla? -Dijo otro.
-¡He dicho que os larguéis,no hay nada para vosotros aquí! ¿Quién es vuestro creador? -Pregunta con los ojos llenos de furia.
-¡A ti te lo vamos a decir!-Respondió el primer chico.
Vi como Damon sacaba unos dientes afilados,brillantes y los chicos comenzaban a atacarle. Me parecía irreal... ¿Damon? ¿Un vampiro? Comenzaron a atacarle,se estaba llevando golpes a diestro y siniestro. Aunque los otros habían acabado mucho peor... Damon se apoyó en la pared y se tiró al suelo. Débil y magullado.
-¡Damon! (¿Porqué no salgo corriendo? Estoy aterrada...)¿Es..Estás bien?
-Si...Tranquila,no es nada. Solo dame un momento,¿vale? -Dijo suspirando.-Estúpidos novatos... -Dijo mirando los cuellos rotos de los otros.
-Ven. No estás bien. -Dije pasando uno de sus brazos por mi cuello para levantarlo.-¿novatos? ¿Porqué dices novatos? (Me tiembla todo el cuerpo,pero... No puedo dejarle así)
-Algún idiota ha convertido a ese grupito y al parecer no sabe controlarlos. ¿No tienes miedo? -Dijo extrañado.
-Si.. Pero no pienso dejarte solo...
Lo llevé a casa y vi que tenía los ojos rojos,estaba sediento. Tenía que hacerlo,no podía dejarlo en ese estado. Me quité el pelo del cuello y me ofrecí.
-Bebe...-Dije casi entre susurros.
-No,no quiero hacerlo.-Dijo conteniéndose.
-Estás herido,hazlo antes de que me arrepienta. -Dije notando como sus colmillos se clavaban en mi cuello. Era una mezcla de dolor y paz...Una conexión extraña...
...Encuentros...(Parte 1)
-¿Me permites?-Dijo aquel hombre,alto,de ojos azules,con el pelo mas oscuro que la noche. Alborotado y con una sonrisa torcida. Atractivo,sexy,peligroso...
-Claro. Gracias. -Dije fijándome en sus profundos ojos azules.
-Un placer. Soy Damon. -Sonrío.
-Elena.-Mi corazón latía fuerte y su sonrisa me debilitaba. Ha sido un placer,Damon. -Dije para despedirme.
-Igualmente,Elena.-Sus palabras sonaban como música saliendo de su boca. Se despidió y se fue a una mesa cercana.
Mis amigas se habían quedado con la boca abierta. Obviamente no todo el mundo tiene delante a semejante hombre. Las dos cuchicheaban entre sí,mientras yo me giraba porque notaba que alguien me miraba. Me giré y le vi,mirándome con una sonrisa y los ojos totalmente clavados en mi. Aparte´la mirada avergonzada.
-Voy a por tabaco.-Dije mientras fumaba y buscaba dinero dentro del bolso. -Vuelvo enseguida. -Les dije a mis amigas.
Me levanté de la mesa,estaba nerviosa. Ese hombre me hacía sentirme extraña. Busqué la máquina de tabaco ansiosa,se me había acabado y necesitaba otro urgentemente. Estaba mas nerviosa de lo habitual. Cuando estaba asqueada de tanto buscarla,me giré para volver a mi mesa...
-¡Dios! ¡Qué susto! -Dije dando un respingo.
-Perdóname. No pretendía asustarte. -Dice agarrándome porque casi me caigo del susto.-Te he visto algo perdida y venía a ayudarte. ¿Buscas la máquina de tabaco,verdad?
-Eh...Si. -Me avergonzaba estar delante de él. Me miraba como nunca nadie me había mirado.
-Está rota. Pero hay un bar justo en la calle de al lado que parece cerrado,pero no lo está. Ahí tienen tabaco. ¿Quieres que te acompañe? -Dice ofreciéndome uno.
-Te...Te lo agradezco. -Dije cogiendo el cigarro que me ofrecía y relajándome por unos minutos al tenerlo tan cerca.
Salimos a la calle tras avisar a mis amigas de que iba a salir y él me iba a acompañar. Mis amigas estaban alucinadas por la situación. Me conocían bien y sabían que jamás habría aceptado irme con un extraño,pero no había podido decirle que no.
Salimos del bar hablando de cosas mundanas. Nos estábamos conociendo a paso acelerado,pero notaba algo extraño en sus ojos. Era peligroso,como un animal.
-¿No eres de Mistic Falls,¿verdad? -Pregunté para saber algo mas de él.
-Nací aquí,pero me fui hace muchos años... -Dijo sonriendo.- Ahora he vuelto para quedarme.-Dijo exhalando el humo del cigarro.
-Ya... -Dije mientras él me habría la puerta de un bar oscuro y sucio.
-Tranquila. Entra. No va a pasarte nada. -Dijo al ver mi expresión de horror.
-Va...Vale. -Dije entrando hasta el fondo del bar. Notaba que todos me miraban y Damon me agarró de forma posesiva. Saqué un paquete de tabaco y rápidamente me intentó sacar de allí,pero un tipo se le puso delante cortándonos el paso.
-Aparta.-Dijo secamente. El tipo le sacaba tres cabezas.
-No,la quiero para mi. -Dijo el hombre mirándome con ojos,¿hambrientos? Sentí miedo.
-He dicho que te apartes.-Dijo agarrándolo del cuello con una fuerza extraordinaria y quitándolo de nuestro camino tirándolo a la barra. Yo me había quedado plantada en el suelo. Era incapaz de moverme.
Damon me agarró por la cintura y me sacó de allí. Estaba en estado de shock.
-¿Elena? -Dijo meneándome por los hombros. -¿Estás bien? -Preguntó serio.
-Yo... Creo que sí. -Dije saliendo del estado. Me sentía asustada.- ¿Qué...Qué ha pasado ahí dentro?
-No ha pasado nada,Elena. -Dijo mirándome fijamente. ¿Intentaba hipnotizarme? ¿Qué demonios estaba pasando?
-¿Intentas hipnotizarme con tus ojos o algo así? -Dije perpleja. -Se te han oscurecido...
-¿Eh?- Se quedó dudando. -¿De dónde has sacado ese collar? -Dijo mirándome al cuello y cambiando de tema.
-Me lo dio mi abuela antes de morir. Lleva una planta extraña. Verbena,creo...-Dijo tocándose el collar.- mi abuela decía que era una protección contra los...¿vampiros? -De pronto una luz se encendió en mi cabeza. -¿Eres... un vampiro?
-¿Un vampiro? ¿De dónde sacas esas ideas,Elena? Los vampiros no existen. -Dice mirando con una sonrisa torcida.
-Su...Supongo que estoy algo aturdida. (No,sé lo que he visto ahí dentro.) -Suspiré.
-Vamos,te llevaré con tus amigos de nuevo.-Dijo agarrándome del brazo.
Caminamos de nuevo al bar,pero mis amigas ya no estaban. Miré el móvil y me habían llamado mil veces y dejado muchos mensajes. Estaban cansadas.
-¡Estupendo! -Murmuré medio enfadada.- Gracias por acompañarme,pero mis amigas se han ido. Así que yo también debo irme.
-¿Porqué no te quedas a tomar algo conmigo? -Dijo sonriendo.
-Esto... Es tarde,pero bueno. Supongo que luego podré llamar a un taxi. -Dije pensativa.-Además aun sigue lloviendo mucho...(Estoy poniendo excusas tontas para quedar,soy idiota.) Vale,me tomaré una cerveza contigo. -Sonreí.
-Ven,te presentaré a mi amigo Alaric. Está esperando a su novia,pero creo que lo ha dejado plantado... -Suspira.
Fuimos a la mesa donde estaba su Alaric y nos presentó. De pronto una chica rubia apareció por detrás.
-¡Lexi! ¡Has venido! -Dijo Alaric levantándose para besarla.
-¿Pensabas que no vendría? Es que la "cena" se ha alargado.-Dijo enfatizando esa palabra.
-Sabía que vendrías.-Dijo presentándonos y sentándonos todos en la mesa.
Tras tomar unas cervezas y ya estar algo mareada,estaba a gusto,pero era hora de irme a casa.
-Ha sido un placer,pero...Creo que he bebido demasiado y debería irme a casa. -Dije levantándome de la butaca.
-El placer ha sido nuestro. -Dijeron Alaric y Lexi al mismo tiempo.
-Te acompaño.-Dijo Damon levantándose también.
-No hace falta. Llamaré a un taxi... -Dije nerviosa y mareada.
-No estás en condiciones de ir a casa sola. -Dijo agarrándome del brazo para sujetarme.
-No debería haber bebido tanto...-Dije despidiéndome con la mano de los otros dos. -No suelo beber casi nunca.
-Pues parecías una esponja... Te has bebido las cervezas como agua. -Dijo a carcajadas sacándome del bar.
-De verdad... No hace falta que me acompañes a casa. -Dije sacando el móvil. -Puedo llamar a un taxi.
-Me niego a dejarte sola en este estado. ¿Sabes los peligros que hay de noche? ¿Una chica como tú de madrugada sola? -Dijo cerrando los puños como con furia.
Me subió a su coche acompañándome a casa y dejándome justo en la puerta.
-Espero volver a verte,Elena...-Dijo besándome la mano.
-Y...Y yo.-Dije avergonzada.
Y dicho esto,se marchó...
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