martes, 12 de agosto de 2014

La asesina

Capítulo 1


La corriente se llevaba a Lucy,se había caído del yate en el que navegaba junto con sus padres y varios amigos. Sus padres habían llevado a varios de sus amigos,por lo que era una fiesta mixta. Los padres de Lucy,no superaban los cuarenta y cinco años,y aparentaban ser mucho mas jóvenes. Cualquiera hubiese podido decir que eran sus hermanos mayores. Eran rubios,altos,con los ojos verde musgo,pero brillaban como esmeraldas. Nada que ver con ella,dieciocho años,de pelo negro azabache,con los ojos azul turquesa,tan brillantes como un diamante,delgada,pero bastante bajita. Cualquiera podría decir que no eran familia. Sin embargo,lo eran. Lucy se parecía a su abuelo,ahora con el peno cano,pero tenían la misma sonrisa y la misma mirada feroz e inescrutable. Solo se entendían entre ellos. Su abuelo siempre la salvaba de todo,pero esta vez,él no estaba allí. Sus gritos apenas se oían y el yate se alejaba con la música a todo volumen,por lo que a Lucy le entró pánico. Estaba en mar abierto y no quería mirar abajo,sabía que los tiburones acechaban por ese mar. El miedo la paralizó. A pesar de estar entrenada para matar a cualquier persona,nunca se había visto en una situación así. No tenía armas,nada...


De pronto,algo la agarró fuertemente. Voy a morir,no tengo ningún arma. Las patadas aquí no servirán... ,pensó. Sin embargo,el tacto,fue distinto. Se dio cuenta de que no era un animal,si no unas manos fuertes que la apretaban contra un pecho duro,firme. No podía verle la cara a la persona,ya que la había cogido de espaldas y le era imposible girar la cabeza,pero por primera vez en minutos,se sintió a salvo. Aunque el agua estaba helada y ella estaba a punto de coger una hipotermia. A pesar del fondo oscuro de aquel mar,su cuerpo se había relajado visiblemente. Había tragado mucha agua,pues el mar estaba agitado. Al llegar a una superficie plana,no pudo reconocer ninguna voz,solo alguien que le dijo: Estás a salvo.

Vomitó mucha agua,antes de recuperar la conciencia. Se sentía débil y agobiada,pero alguien le sujetaba la mano. Miró a su salvador,abriendo lentamente los ojos: Dimitri Kovarov,su entrenador. Parpadeó varias veces,hasta que consiguió ver con nitidez,pero la luz era molesta y se tapó la cara con un brazo.

-Estás a salvo. Duérmete. - Esos brazos fuertes la habían agarrado de nuevo y notó como la desvestían y la ponían sobre una cama muy cómoda. Poco a poco el sueño se apoderó de ella.

Se despertó al amanecer,muerta de frío. Sentía el entumecimiento en todo el cuerpo,la boca la tenía seca y estaba mareada. Miró a su alrededor,estaba sola en su habitación y el yate estaba en absoluto silencio. Se dio una ducha de agua muy caliente y sus músculos se relajaron. Se dirigió a la cocina en busca de algo de comer y beber. Notaba la garganta seca. Entró con la luz apagada y se fue directa al frigorífico,cuando una mano la tocó por el hombro e inconscientemente ella lo agarró y le hizo una llave,tirándolo justo delante de ella.

-Te salvo y tú intentas matarme... -Dice levantándose,sin inmutarse.

-Dimitri,lo siento. -Dice intentando mantener la calma. -Pensé que eras... No sé. -Dice sincera. -Supongo que estoy nerviosa.

-Tranquila.-La agarra de la mano y la aprieta contra su pecho. -Estás a salvo Lucy,mi preciosa Lucy... -Le acaricia la mejilla.- No vuelvas a darme un susto así,nunca.

En la oscuridad de la cocina y en la mas absoluta intimidad,Dimitri acababa de confesarle que tenía miedo de perderla. Algo insólito. Lucy llevaba enamorada de Dimitri desde su primer año de instrucción,con solo quince años. Lucy era mucho mas adulta que el resto. Había sido elegida para ser “la asesina”. Los vampiros amenazaban a los humanos y solo unas pocas cazadoras conseguían ese título. Lucy con dieciséis años,había matado mas vampiros que cualquier otro asesino normal. Al nacer,descubrieron que tenía ciertos poderes: los poderes de la asesina. Tan solo unas pocas mujeres nacían con ese don: Velocidad,fuerza,vista nocturna,olfato aumentado... Aunque también existía un problema,Lucy no solo se alimentaba de comida humana,también necesitaba dosis de sangre para mantenerse. Dimitri era el único hombre que había sido bendecido con ese don. Jamás en la historia habían oído hablar de un hombre con ese poder,por esa razón y siendo los dos únicos en la tierra que quedaban bendecidos,los unieron. Sin embargo,esa unión no pretendía ser amorosa,sino instructiva. A pesar de eso,y aun sabiendo que el amor era una distracción y que Dimitri jamás se fijaría en ella solo por ser una niña de quince años,ella se enamoró perdidamente de él. Y ahora estaba ahí,con Dimitri abrazándola,tres años después,confesándole que se hubiese asustado si la hubiese perdido. Lucy nunca se había sentido tan protegida como en ese momento. Nadie la había protegido nunca,ni siquiera sus padres,ellos solo pensaban en la fama que les daba su hija frente al consejo. El único que la había protegido hasta ahora,era su abuelo,pero estaba mal de salud y todos sabían que no le quedaba mucho tiempo. Y aun así,en ese momento,ella estaba en los brazos de Dimitri. Lo miró tiernamente a los ojos,a lo que él de pronto se volvió distante. Sabía que él era reacio a estar con ella,pero ya había cumplido los dieciocho,¿porqué seguía evitándola? ¿Solo porque el amor era una distracción?

Lucy se vio impulsada a no soltarle y acercarse a él hasta besarle. Al principio él no correspondió,pero poco a poco cedió,dejando así que la pasión se desatase. Dimitri había perdido el control,por fin se dejaba llevar,pero algo los interrumpió...

-¿Lucy? -Su mejor amiga,Nika.-¿Qué pasa? -Encendió la luz,haciendo que los dos se separasen rápidamente. - ¡Oh! Lo siento...-Dice mirando a Lucy que tenía cara de amargura y a Dimitri que intentaba fingir que no pasaba nada.

-Si,¡oh!.-Lucy la miró con cierto enfado.

-Solo quería saber si estabas bien,no te he visto en la cama,pero... Ya veo que si. Perdón,me vuelvo a la dormir. Aun es temprano. -Dicho eso salió rápidamente de la cocina,tan rojo como estaba Lucy.


Estaba amaneciendo,Lucy y Dimitri fueron a proa y se sentaron ahí. El amanecer era hermoso visto desde el océano,era como estar en un sueño,la luz iluminaba el rostro de Dimitri. No se tocaban,pero una mirada había bastado para que los dos sonriesen y fijasen la vista al horizonte. Sabían que pronto tendrían que volver a entrenar y el contacto físico era una de las cosas que mas disfrutaba ella. Podía tocarle,sin que nadie los mirase de forma extraña. En la academia de formación,Dimitri era solo para ella... 

1 comentario:

  1. Oh... se van a pervertir en la academia. Jo jo jo ¿Qué pasará?¿Por qué Dimitri no quiere tema con Lucy? ¡Quiero más!

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