Capítulo 1
La corriente se llevaba a Lucy,se había
caído del yate en el que navegaba junto con sus padres y varios
amigos. Sus padres habían llevado a varios de sus amigos,por lo que
era una fiesta mixta. Los padres de Lucy,no superaban los cuarenta y
cinco años,y aparentaban ser mucho mas jóvenes. Cualquiera hubiese
podido decir que eran sus hermanos mayores. Eran rubios,altos,con los
ojos verde musgo,pero brillaban como esmeraldas. Nada que ver con
ella,dieciocho años,de pelo negro azabache,con los ojos azul
turquesa,tan brillantes como un diamante,delgada,pero bastante
bajita. Cualquiera podría decir que no eran familia. Sin embargo,lo
eran. Lucy se parecía a su abuelo,ahora con el peno cano,pero tenían
la misma sonrisa y la misma mirada feroz e inescrutable. Solo se
entendían entre ellos. Su abuelo siempre la salvaba de todo,pero
esta vez,él no estaba allí. Sus gritos apenas se oían y el yate se
alejaba con la música a todo volumen,por lo que a Lucy le entró
pánico. Estaba en mar abierto y no quería mirar abajo,sabía que
los tiburones acechaban por ese mar. El miedo la paralizó. A pesar
de estar entrenada para matar a cualquier persona,nunca se había
visto en una situación así. No tenía armas,nada...
De pronto,algo la agarró fuertemente.
Voy a morir,no tengo ningún arma. Las patadas aquí no
servirán... ,pensó. Sin
embargo,el tacto,fue distinto. Se dio cuenta de que no era un
animal,si no unas manos fuertes que la apretaban contra un pecho
duro,firme. No podía verle la cara a la persona,ya que la había
cogido de espaldas y le era imposible girar la cabeza,pero por
primera vez en minutos,se sintió a salvo. Aunque el agua estaba
helada y ella estaba a punto de coger una hipotermia. A pesar del
fondo oscuro de aquel mar,su cuerpo se había relajado visiblemente.
Había tragado mucha agua,pues el mar estaba agitado. Al llegar a una
superficie plana,no pudo reconocer ninguna voz,solo alguien que le
dijo: Estás a salvo.
Vomitó
mucha agua,antes de recuperar la conciencia. Se sentía débil y
agobiada,pero alguien le sujetaba la mano. Miró a su
salvador,abriendo lentamente los ojos: Dimitri Kovarov,su entrenador.
Parpadeó varias veces,hasta que consiguió ver con nitidez,pero la
luz era molesta y se tapó la cara con un brazo.
-Estás
a salvo. Duérmete. - Esos brazos fuertes la habían agarrado de
nuevo y notó como la desvestían y la ponían sobre una cama muy
cómoda. Poco a poco el sueño se apoderó de ella.
Se
despertó al amanecer,muerta de frío. Sentía el entumecimiento en
todo el cuerpo,la boca la tenía seca y estaba mareada. Miró a su
alrededor,estaba sola en su habitación y el yate estaba en absoluto
silencio. Se dio una ducha de agua muy caliente y sus músculos se
relajaron. Se dirigió a la cocina en busca de algo de comer y beber.
Notaba la garganta seca. Entró con la luz apagada y se fue directa
al frigorífico,cuando una mano la tocó por el hombro e
inconscientemente ella lo agarró y le hizo una llave,tirándolo
justo delante de ella.
-Te
salvo y tú intentas matarme... -Dice levantándose,sin inmutarse.
-Dimitri,lo
siento. -Dice intentando mantener la calma. -Pensé que eras... No
sé. -Dice sincera. -Supongo que estoy nerviosa.
-Tranquila.-La
agarra de la mano y la aprieta contra su pecho. -Estás a salvo
Lucy,mi preciosa Lucy... -Le acaricia la mejilla.- No vuelvas a darme
un susto así,nunca.
En la
oscuridad de la cocina y en la mas absoluta intimidad,Dimitri acababa
de confesarle que tenía miedo de perderla. Algo insólito. Lucy
llevaba enamorada de Dimitri desde su primer año de instrucción,con
solo quince años. Lucy era mucho mas adulta que el resto. Había
sido elegida para ser “la asesina”. Los vampiros amenazaban a los
humanos y solo unas pocas cazadoras conseguían ese título. Lucy con
dieciséis años,había matado mas vampiros que cualquier otro
asesino normal. Al nacer,descubrieron que tenía ciertos poderes: los
poderes de la asesina. Tan solo unas pocas mujeres nacían con ese
don: Velocidad,fuerza,vista nocturna,olfato aumentado... Aunque
también existía un problema,Lucy no solo se alimentaba de comida
humana,también necesitaba dosis de sangre para mantenerse. Dimitri
era el único hombre que había sido bendecido con ese don. Jamás en
la historia habían oído hablar de un hombre con ese poder,por esa
razón y siendo los dos únicos en la tierra que quedaban
bendecidos,los unieron. Sin embargo,esa unión no pretendía ser
amorosa,sino instructiva. A pesar de eso,y aun sabiendo que el amor
era una distracción y que Dimitri jamás se fijaría en ella solo
por ser una niña de quince años,ella se enamoró perdidamente de
él. Y ahora estaba ahí,con Dimitri abrazándola,tres años
después,confesándole que se hubiese asustado si la hubiese perdido.
Lucy nunca se había sentido tan protegida como en ese momento. Nadie
la había protegido nunca,ni siquiera sus padres,ellos solo pensaban
en la fama que les daba su hija frente al consejo. El único que la
había protegido hasta ahora,era su abuelo,pero estaba mal de salud y
todos sabían que no le quedaba mucho tiempo. Y aun así,en ese
momento,ella estaba en los brazos de Dimitri. Lo miró tiernamente a
los ojos,a lo que él de pronto se volvió distante. Sabía que él
era reacio a estar con ella,pero ya había cumplido los
dieciocho,¿porqué seguía evitándola? ¿Solo porque el amor era
una distracción?
Lucy
se vio impulsada a no soltarle y acercarse a él hasta besarle. Al
principio él no correspondió,pero poco a poco cedió,dejando así
que la pasión se desatase. Dimitri había perdido el control,por fin
se dejaba llevar,pero algo los interrumpió...
-¿Lucy?
-Su mejor amiga,Nika.-¿Qué pasa? -Encendió la luz,haciendo que los
dos se separasen rápidamente. - ¡Oh! Lo siento...-Dice mirando a
Lucy que tenía cara de amargura y a Dimitri que intentaba fingir que
no pasaba nada.
-Si,¡oh!.-Lucy
la miró con cierto enfado.
-Solo
quería saber si estabas bien,no te he visto en la cama,pero... Ya
veo que si. Perdón,me vuelvo a la dormir. Aun es temprano. -Dicho
eso salió rápidamente de la cocina,tan rojo como estaba Lucy.
Estaba
amaneciendo,Lucy y Dimitri fueron a proa y se sentaron ahí. El
amanecer era hermoso visto desde el océano,era como estar en un
sueño,la luz iluminaba el rostro de Dimitri. No se tocaban,pero una
mirada había bastado para que los dos sonriesen y fijasen la vista
al horizonte. Sabían que pronto tendrían que volver a entrenar y el
contacto físico era una de las cosas que mas disfrutaba ella. Podía
tocarle,sin que nadie los mirase de forma extraña. En la academia de
formación,Dimitri era solo para ella...
Oh... se van a pervertir en la academia. Jo jo jo ¿Qué pasará?¿Por qué Dimitri no quiere tema con Lucy? ¡Quiero más!
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