¡Hola, mundo!
¿Cómo estáis? Jo,si que he tenido abandonado esto... Años sin escribir, pero con un niño en casa, poco tiempo queda para los vicios. Ya os contaré que se cuece en mi vida. De momento, os dejo aquí una pequeña historia que he escrito hoy.
Amor con barreras
FANFIC (Historia con personajes reales). Protagonistas basados en Nina Dobrev e Ian Somerhalder.
Capítulo 1 de 2
Aquella noche, Nina estaba feliz, Ian dormía plácidamente a su lado. Habían bebido mucho, no sabía como se despertaría, pero que le quitasen lo bailado. Lo había disfrutado. Llevaba años enamorada de él y no podía haber tenido mejor final. Sin embargo, hubo una consecuencia que ninguno esperaba…
Meses más tarde…
Ian jamás se negó a tener al bebé, todo lo contrario. Sin embargo, tampoco pensó en tener una relación con Nina. Ni siquiera lo hablaron como tocaba, simplemente aceptó lo que venía, pero no hablaron acerca del hecho de haberse acostado. Eso a ella le dolió, pero tampoco podía exigirle nada y mucho menos cuando él no tenía ni idea de sus sentimientos. Con nueve meses y a punto de parir, Nina estaba muy nerviosa, le venía una pequeña, sabía que sería el ojito derecho de papá, Ian tenía muy buena mano con los niños, le encantaban. Y llegó el día, el maravilloso día en el que su hija nació. Y a partir de ahí, todo cambió.
3 años más tarde…
Ian apareció en casa de Nina como hacía normalmente , seguían siendo mejores amigos, por lo que era una relación bastante normal. Se quedaba a comer, pasaba casi todo el día ahí, jugando con su hija, enseñándola. Pero esa tarde, era diferente.
- Nina, quiero contarte algo. - Dijo nervioso.
- ¿Qué pasa? - Se arremangó dispuesta a aplastar el batiburrillo de agua,harina y sal. - ¿Estás bien?
- SI, mira… Es que he empezado a salir con alguien.
En ese momento, Nina palideció. No esperaba en absoluto algo así, claro que sabía que podía pasar, pero no lo esperaba en ese momento.
- Vaya, me alegro por ti. - Dijo intentando no sonar borde.
- Gracias, no sabía si te iba a sentar muy bien, pero… Me gustaría que conociese a mini yo. - Así llamaba Ian a su hija,Alexandra.
- Ya te he dicho que no la llames así. Así que… ¿Quién es ella? ¿La conozco?
- Es… - Se sobó la nuca y Nina lo miró con el ceño fruncido.
- No me digas que es Nikki. - En ese momento, su estómago se revolvió al ver la cara de culpabilidad de Ian. - Por supuesto que es ella. Mucho habéis tardado. - Se resignó. No podía reprocharle nada. A fin de cuentas, ella solo era la madre de su hija, nunca habían sido nada más.
- No es algo que haya buscado, ya sabes, simplemente ha sucedido. - En ese momento su hija reclamaba su atención. - ¿Te molesta?
- ¿Por qué iba a molestarme? …Tienes derecho a hacer tu vida. Pero , por favor, ve con cuidado con Alex. Sabes que es muy sensible y podría tener celos.
- Iré con ojo, te lo prometo. - Dijo dándole un beso en la mejilla. - Siempre has sido tan comprensiva con todo…
Dicho eso, se marchó a la habitación de Alex y ella se cayó redonda en el suelo de la cocina, echando a llorar silenciosamente. Se sentía estúpida por no haberle dicho nada sobre sus sentimientos. Se sentía tonta por no haber luchado por lo que sentía y por él. Había perdido, esa era la verdad de su vida. Ian siempre sería su mejor amigo, pero solo una vez su amante.
Esa noche apenas pudo descansar, dio vueltas y vueltas, hasta que su pequeña hija se giró y la puso la manita sobre su pecho. Ella era el bálsamo para sus males. Era el recordatorio de que había hecho algo bonito con Ian y tenía nombre y apellidos. Su pelo largo y oscuro, sus grandes ojos azules y su sonrisa tierna, le daban la fuerza para seguir adelante. Y cada vez que decía mamá, moría de amor. Era buena, tranquila, la verdad, no podía quejarse, pero le daba miedo que su padre le "impusiese" una madrastra. Demasiados cuentos de madrastras malas, pero ella conocía a Nikki y no era una persona a la que le gustasen los niños.
Al día siguiente, Nina preparó a Alexandra. Iba a conocer a Nikki como "novia" de su padre, pero sabía que con Ian no iba a estar mal. En ese momento, sonó el claxon del coche y ambas salieron a la puerta. El sol brillaba, tras una noche tormentosa. Nina le dio un beso a su hija y en cuanto vio a su padre…
- ¡PAPI! - La niña salió corriendo a sus brazos.
Y en ese momento, Nikki salió del coche, mirando a Nina de arriba a abajo con una sonrisa de "he ganado". Eso hacía que Nina hirviese como una olla exprés. Ambas habían sido grandes amigas, pero en el momento que Ian escogió a Nina como mejor amiga, Nikki se alejó y se convirtieron en enemigas.
Cuando vio la escena de su hija, Ian y su nueva novia, se le rompió el corazón, esa debía ser ella, a la que Ian achuchaba con ganas, miraba con lascivia y abrazaba por las noches al dormir. Se despidió de ellos intentando que no se le notase la tristeza, no por nada era una actriz bien pagada, aunque en ese momento solo aceptaba papeles en la ciudad o cosas pequeñas. Pero cuando se marcharon…
Nina se tiró en el sofá, lloró, rió, intentó dispersarse. Apenas había salido desde que había sido madre. Y ese día, tras varias horas amargada en su casa, se arregló, llamó a unas amigas y se fue a tomar algo. Lo necesitaba.
Continuará
¡Hola! Siempre me gustaron mucho esos actores y me gusta que hayas escrito sobre ellos.
ResponderEliminarYo también soy mamá de dos pequeños, así que te entiendo muchísimo.
Muchísimo ánimo corazón. Me ha gustado leerte y estar aquí después de tanto tiempo.
Te abrazo,
Noa
¿La vas a seguir?
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