viernes, 21 de octubre de 2016

Enferma de amor CAP.2

¡Hello! ^_^
Hoy el día ha sido movidito. Me han pegado micro-infartos haciendo la compra. ¿Cómo es que los supermercados se han subido tanto? ¡Si no he comprado nada! *Modo maruja ON* Y para colmo he ido a un sitio de comidas preparadas, porque los viernes suelo ir a por mi hermanito para traérmelo en finde a casa y compramos ahí, en plan día sabático de no cocinar. ¿Y qué me ha pasado? Que no me ha apetecido nada. ¬¬ El colmo. Y para colmo, mi peque ha decidido instalarse sobre mi vejiga desde anoche y cada cinco minutos estoy en el baño. ¡SOS! Estar embarazada es frustrante. Bonito, pero frustrante. T_T 

Pero al menos la barriguita ya no parece de gorda, ya se nota que es de embarazada. Que estaba traumatizada ya. *Risas* Eso si, el culo que estoy echando, que huyan todos que los aplasto. Voy a tener que hacer operación bikini express en cuanto tenga al cachorrito. Será duro. Ya son 25 semanas. Parece mucho y realmente todos me dicen "ya te queda nada", pero yo quiero que pasen ya estos tres meses y que salga. ¡Quiero verlo! ¿Normal, no? Bueno, no me enrollo más. Aquí os dejo el segundo capítulo de la historia de ayer. Espero que os guste. 



Capítulo 2



Me tenía que quedar dos semanas mas ingresada en aquel hospital. Taya se casaba el mes siguiente y ya estaría recuperada o al menos eso decía Izan. ¿Desde cuando lo llamaba Izan? ¡No...! Eso eran demasiadas confianzas, eso fue lo que me dijo el Doctor Phillype. Sí, mejor... Izan... ¿Porqué demonios no se me borraba el nombre de la cabeza?

Me levanté de la cama con un dolor tremendo en las costillas, pero soportando un poco el dolor, conseguí llegar al baño. Tenia prohibido levantarme, pero no podía quedarme en la cama, era una tortura. Justo en el momento en el que salía del baño, entró Izan.

-¿Se puede saber qué demonios haces?-Dijo en tono severo.

-No... No podía quedarme tumbada.

-Pues más vale que te tumbes ya o yo mismo te romperé una pierna para que no te muevas,¿entendido?

-Eres muy poco cortés con tus pacientes. Te salvé la vida, por si no lo recuerdas.

-Ya te di las gracias. Y por si no te das cuenta, yo intento hacer lo mismo con la tuya, así que cállate y hazme caso. Para eso soy el médico.

-Arrogante...-Dije en voz baja.

-Te he oído. - Dijo cuando por fin me vio tumbada.

Me subieron los colores, pero no por vergüenza, si no por rabia. Sentía rabia hacia ese hombre por el que sentía un odio tremendo y una atracción casi enfermiza. Todas las enfermeras estaban locas con él y eso me molestaba. ¿Porqué me había fijado en alguien tan arrogante y vanidoso como él? ¿Y porqué había venido a mi habitación? ¿Solo para decirme que no me moviese? Lo odiaba...

Cogí el libro que me había traído, Taya y empecé a leerlo. Me sumergí tanto en la historia que no me di cuenta de que Izan estaba mirándome desde la puerta. Carraspeó y levanté la vista, casi inmediatamente cerré el libro.

-Tenemos que hablar.-Dijo acercándose a mi cama.

-¿De qué?

-Tienes dos costillas rotas y no dejas de moverte. ¿Qué pasa? ¿Te quieres quedar aquí toda la vida?

-No, no quiero tener que aguantarte. Solo quiero irme de aquí.

-No sabía que me odiases tanto.

-Eres un arrogante insoportable y no te aguanto. ¿No me pueden cambiar de médico?

-Soy el mejor aquí. ¿Crees que van a ponerte a otro? Más vale que no lo pidas, seguiré viniendo.

-Te odio.-Dije furiosa. -¿Porqué no me dejas en paz? Solo quiero irme de aquí. Supongo que no es tan difícil de entender.

-¿Porqué me odias? ¿Porqué te atraigo? ¿O porque no te hago el caso que quisieras?

-Te odio por arrogante, pedante, vanidoso, creído... ¿Me dejo algo? No...Creo que no. -Dije sarcástica. -¿Qué me atraes? Ni lo sueñes.

En ese momento, su cara se acercó a la mía y sin llegar a rozar mis labios, susurró:

-Dime que no me odias...

-Te odio... -Dije casi sin voz.

-Mientes fatal.

Cuando el corazón ya parecía estar a punto de salir corriendo por la ventana, me besó la frente y salió de la habitación. Me quedé confusa ,excitada y rabiosa. Sabia que él estaba jugando y yo como una tonta, estaba cayendo en sus redes. Taya se presentó de sorpresa, como siempre hacia, y por fin me relajé cuando vi que me traía mi portátil. Taya sabía que yo no era persona sin mi portátil y cuando vi dentro de la funda unos cascos para la música, casi la pido en matrimonio. Estuvo casi una hora hablándome del accidente, de la boda...Me había traído una invitación para que la viese. Olía a rosas y jazmín, Taya iba a casarse por todo lo alto, vestido blanco, iglesia enorme, más de trescientos invitados de los cuales no conocía ni a la mitad... Eso eran las bodas, un horror que toda mujer necesitaba o ansiaba por dentro vivir. Todas deseábamos lo mismo en el fondo, aunque a mi me horrorizaba la idea de que todo el mundo me mirase en la iglesia. Parecía que esperaban que tuvieses un fallo al caminar o el vestido fuese horroroso o el maquillaje demasiado cutre...Todo eran objeciones, aunque al final todos decían lo mismo. >>Estás preciosa.El vestido te queda genial...<<,lo típico, pero a Taya le encantaba. Iba a casarse con un médico de buena familia, alemán, guapo, de treinta y tres años. Había diferencia de edad, ya que ella solo tenia veintidós, pero estaban muy enamorados y se les notaba felices. Todavía recuerdo la llamada a medianoche, para decirme que se casaba. Yo estaba durmiendo cuando sonó el teléfono y me dio la noticia...

>>-¡Alex! ¡Me caso!
-¿Qué?
-¡ME CASO,ME CASO,ME CASOOOOO! - Dijo casi a voz en grito.
-¡Oh,dios mio...! ¿Gregory te lo ha pedido?
-Siiiiiiiiiiiiiiiii.
-Enhorabuena, Taya. Estoy muy contenta por ti.
-¿Salimos mañana a emborracharnos y celebrarlo?
-Claro, eso ni lo dudes. Hasta mañana.<<

Esa fue la conversación mas alegre que habíamos tenido nunca. Por fin teníamos algo que celebrar...

Recordar esos momentos, me hizo sonreír. Cuando recordé donde estaba, en aquel hospital, tan blanco y limpio, eché de menos mi casa. Quería estar en mi habitación, en mis sábanas, mi edredón de plumas de color marrón que daba sensación de calor. Aquella habitación tan blanca me daba sensación de ahogo. Izan entró en la habitación, justo cuando miraba por la ventana. No sé por qué siempre entraba cuando estaba distraída.

-Ejem..

-¿Eh? ¡Ah, tú...!

-¡Ah! Yo...¿Qué haces?

-Escribir. ¿Querías algo?

-Sí, quiero darte algo.-Dijo acercándose a mis labios y besándome hasta conseguir que me marease.

-¿Se puede saber a que viene eso?-Dije cuando se apartó.

-Era solo un regalo de consolación...-Dijo.-Solo un regalo...-Apartó su aliento de mi cara con media sonrisa y salió de mi habitación, dejándome con la boca abierta y el corazón acelerado...


10 comentarios:

  1. ¡Izan me cae bien! Es un cachondo, ya estoy deseando que pasará en el siguiente capítulo.
    ¡TQ!

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  2. Mira que dejarle un beso así nomás xD Me ha encantado, espero el próximo.

    ¡Un abrazo!

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  3. Uy qué relación tan apasionada preveo ahí!! Me ha gustado mucho el momento flashback con Taya.
    Y no te preocupes por los kilos: yo engordaba más de 20 con cada embarazo. Pasaba vergüenza porque los ginecólogos me reñían pero es que me daba mucha hambre...y luego perdía todo lo que había ganado dando el pecho.
    Un besazo!

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    1. ¡Y tanto que va a ser apasionada! ¡Me alegro de que te esté gustando!

      Yo es que no quiero engordar mucho, porque luego me va a costar bajarlos. Que yo respiro y ya engordo jajajaja
      A ver si es verdad que pierdo peso dando pecho.

      Un besazooo

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  4. (。◕ ‿ ◕。)/ Holaaa!!!
    Aaaaawww dios este capitulo también esta genial!! no se pero me imagino a Izan tan sexy XDDDDDDDD más encima ya la beso y ella toda enojada se dejó igual ajjajajajajaja vamos por el tercero!

    穛 S4Ku SEK4i®

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  5. El recurso de los dos que se pelean, cuando en realidad se atraen.
    Es algo que funciona.
    Saludos.

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    1. Si, al menos a mi es algo que suele llamarme mucho la atención. Las historias donde hay odio, me enganchan. :)

      Saludos

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