viernes, 13 de enero de 2017

Mi desaparición Parte 1

¡Hola a todos! ¿Me habéis echado de menos?

Yo a vosotros si, más que nada, porque pensaba que tal vez, no podría volver a hacer esto nunca. ¿A qué me refiero? Pues a que lo que os voy a contar, es la experiencia más bonita y traumática que me ha sucedido en la vida.

Voy a contarlo todo con pelos y señales. ¿Porqué? Pues porque lo necesito. Porque lo he pasado muy mal y he sentido que se me iba la vida completamente. Empezaré desde el principio para que podáis entender todo lo que pasó.

El día 30 de diciembre, empecé a encontrarme muy mal. Ya sabéis que estaba enferma y no había manera de recuperarme. Pues bien, esa noche, la pasé en urgencias. Me estuvieron controlando la tensión toda la noche y ahí fue donde se dieron cuenta de que no tenía una gastroenteritis. Había pasado la noche con tensiones tan altas, que no había manera de controlarlas. Me pusieron medicamentos y consiguieron "reducirla" un poco, pero ahí se descubrió que me pasaba: Tenía preeclampsia. Leí cosas sobre ello, pero no pensaba que iba a ser tan grave. Esa noche, me dijeron que iban a ingresarme. Y pasé la noche del 31 de diciembre, en el hospital, medicada y con unos dolores de cabeza que me mataban. No paraba de vomitar y realmente, no fue una noche especial. El ginecólogo, me atendió y me dijo que iba a quedarme al menos dos semanas ingresada para controlarme y que finalizarían el embarazo el día 13 de enero. Es decir, al cumplir las 37 semanas. Yo me asusté mucho, porque pensaba que podía pasarle algo al bebé, pero estando en el hospital, no podía pasarme nada malo, ¿no?  Iba a estar vigilada las 24 horas.

Pues bien, me ingresaron, pero la cosa no fue como los médicos esperaban. Mi marido y yo exigimos que lo sacasen. Yo no aguantaba, me estaba muriendo. No se podía aguantar. Mi marido amenazó con llevarme a otro hospital si no hacían algo. Y decidieron,que si, que iban a  inducirme el parto. Las tensiones eran tan altas que mi vida estaba en riesgo y finalizando el embarazo, podían salvar ambas vidas. Firmé unos papeles y comenzó un proceso de pre-inducción. Me pusieron un cóctel de medicamentos y empezaron las contracciones. Estábamos a día 1, pero no funcionó. Simplemente, se intentó. Ya el día 2, unos ginecólogos, me indujeron el parto. Pensaba que los dolores acabarían pronto, pero las contracciones dolían y para colmo, la tensión no me bajaba, por lo que la cabeza, parecía que me iba a explotar. Aguanté mucho los dolores, pero en cuanto estuve dilatada de 3 cm, los médicos se dieron cuenta de que el dolor era insoportable y era un parto de riesgo. Mi hijo iba a nacer de forma prematura y para colmo, yo no estaba bien, todo apuntaba a que iba a ser terrible. Mi marido no paraba de agarrarme la mano, yo lloraba, me encontraba muy mal. Le hicieron salir para ponerme la epidural, me pincharon varias veces, y aguanté como pude todo el dolor. Solo pensaba en que mi hijo saliese bien. Nunca me había sentido tan acobardada como en ese momento. Tenía mucho miedo, pensaba que Ian podría salir mal, demasiado pequeño... El miedo de cualquier madre, sobretodo, después de tantos días estando enferma. Estuve horas y horas dilatando, más de veinte médicos me toquetearon, me sentía como una muñeca de prácticas, no os voy a engañar. Me tocaron ahí abajo tantas manos, que no diré que me sentí violada, porque es muy fuerte, pero fue muy desagradable. Los tactos apenas los notaba, pero no estaba cómoda.

Tras muchas horas, comprobaron que el ph del bebé estuviese bien. Durante todo el día, todo había ido sobreruedas. El ph estaba bien e iba dilatando. Sin embargo, al llegar a los 7 cm, algo no iba bien. El ph salió muy justo y temieron por la vida del bebé, por lo que me dijeron que iban a hacerme una cesárea de emergencia. Después de tanto sufrir y de tanto miedo, al final, no iba a poder tenerlo natural. Realmente, en ese momento, ya no me importaba ni yo misma, solo quería que el bebé estuviese bien. Aunque el miedo me tenía paralizada. ¿Y si notaba el corte? ¿Y si le pasaba algo al bebé por mi culpa? Mi cuerpo rechazaba la placenta, de ahí la preeclampsia. En ese momento, me sentía muy mala madre. Sin embargo, quería que mi bebé no sufriese.

Mi marido se puso a llorar como un bebé, ya que no iba a poder entrar y me vio muy asustada. Los médicos intentaban calmarme. Una enfermera me dio la mano y me pusieron un calmante. Entré a quirófano y todo se volvió oscuro. Ahí empezó un sueño profundo. Escuchaba voces, pero lejanas. Hasta que unos 20 minutos más tarde, escuché como me despertaban y me decían que no me preocupase, que todo estaba bien. Pero mi bebé no estaba por ningún lado. No me lo pusieron encima y eso me destrozó. Había salido con falta de oxígeno: Distress. Como dijeron los médicos. Y debido a que yo tenía la cesárea, no podía verlo. Lloré y lloré, porque quería a mi pequeño cerca y encima no sabía como estaba. Solo sabía que se lo iban a llevar al padre, porque al ser prematuro, acabaría en la incubadora y él lo vería primero.  Y así fue. Me subieron de nuevo a la habitación donde había estado dilatando y ahí estaba mi marido, llorando porque había podido ver al pequeño solo cinco minutos, pero por suerte, estaba muy bien. Sus pulmones habían reaccionado rápidamente y no le había afectado en nada. Ese susto pasó y yo me relajé. Aun así, quería ver a mi peque, pero no podía...

Me llevaron a la habitación cuando estuve estabilizada. No me dejaban ver al peque, pero mi marido le hacía fotos constantemente. Verle lleno de cablecitos para vigilarle, me mató de pena, pero los médicos decían que estaba sano y que solo era precaución por ser ochomesino. Salió con 35 semanas y 4 días, por lo que ya estaba bien formadito, pero como nunca se sabe, había que prevenir y debían controlarlo. Yo no podía moverme con la cesárea, me mareaba muchísimo y me dolía, pero al día siguiente, me dejaron levantarme. Lloré mares para ponerme en la silla de ruedas, pero necesitaba ver a mi hijo. Y cuando le vi... Os aseguro que todos los males se me fueron. Lloré y lloré, lo besé, lo achuché, no paraba de repetir lo pequeño que era. Ese momento fue tan increíble que me sentí la cosa más pequeña, al lado de lo más grande que tenía en los brazos.

Era la cosa más preciosa que había visto nunca. Y lo había hecho yo. ¿Podía pasar algo malo? En ese momento, yo pensaba que no, pero me equivoqué. Ahí empezaba de nuevo todo lo malo. Pensaba que con mi hijo en brazos, todo sería estupendo, pero mi tensión se negaba a bajar. Y cada vez me encontraba peor. Aun con la medicación, todo se me hizo cuesta arriba. La cabeza me iba a explotar y volvía a tener ganas de vomitar. Pero aguanté lo que pude. Al día siguiente, mi marido apareció con el niño en la habitación y me eché a llorar. Por fin podía tenerlo conmigo en la habitación, pero no iba a poder disfrutar. Estuve el día entero con el niño. Me lo puse al lado, no quería soltarlo, pero la medicación me tenía tonta.

Recibí bastantes visitas, pero estaba feliz. Con mi hijo ahí, todo estaba perfecto. Lo que no esperaba es que el dolor, la cabeza y la tensión, pudiesen ponerse peor. Al día siguiente, los médicos venían a verme, la tensión no bajaba. El día 4 de enero, me dio el primer ataque, CONVULSIONÉ.  Yo apenas lo recuerdo, solo sé que empecé a temblar y comencé a perder la visión. Me dolía mucho la cabeza y dejé de ver de un segundo a otro, fue traumático. Empecé a llorar porque no veía nada y el neurólogo ya estaba delante. Ahí volví a temblar y todo se volvió oscuro. Me dio el ataque delante de él, por tanto, actuaron rápidamente. El neurólogo me trasladó a la UCI. Me llevaron a hacerme un tac, por si habían daños cerebrales, pero todo salió bien. Me pusieron unas gotas en los ojos, aunque habían dicho que tal vez tardase en recuperar la vista. Realmente me asusté mucho, pensaba que no volvería a ver o algo peor, en verdad, incluso los médicos se asustaron. Pensaban que no iba a salir de la UCI. Y así se lo hicieron saber tanto a mi marido, como a mi madre. La cosa estaba muy difícil. No esperaba que pasase algo así.


Mañana continuaré, ya que empiezo a estar algo cansada y la medicación me puede. Tened paciencia con las rondas. Prometo pasarme a veros a todos. Mañana os sigo contando. 💓

20 comentarios:

  1. ¡Hola! ¡Qué bueno que des señales de vida! Pensaba que habías desaparecido porque se te había adelantado el parto, pero te ha pasado de todo, mujer. Qué bueno que los dos estén mejor, espero puedas recuperarte prontito también <3

    ¡Un abrazo enorme! Y mis mejores deseos <3

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    1. En realidad, si que desaparecí porque se me adelantó. pero obligatoriamente. Jejeje, por suerte ya estoy por aquí.
      gracias por tus deseos,

      Muaks

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  2. Claro que te extrañamos. Pero no hace falta que nos pidas paciencia, con todo lo que tocó pasar.
    Los mejores deseos.

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    1. Muchísimas gracias,Demi, yo os he echado de menos. Muy mucho. Supongo que para mi, sois como terapia ^_^
      ¡Pero he vuelto!

      Un beso!

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  3. Yo sabía que habías tenido a tu bebé por las redes, pero no que lo pasases tan mal. Me alegro mucho que todo esté ya superado, Ian es una preciosidad. Ahora a descansar y a disfrutarlo mucho que, aunque sea un topicazo, lo de que crecen rápido es la absoluta verdad: ¡mira las mías, que me parece que nacieron ayer y están hechas unas "mujeronas"!
    Un besazo a los tres.

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    1. ¡Ay,Noe! Y no sabes las ganas que tenía de no haberlo pasado tan mal. Pero ha valido la pena, porque estoy aquí, viva y entera. Y con una personita adorable. ^_^

      Un besote y gracias por estar por aquí.

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  4. Siento que hayas pasado tan mal trago, pero me alegro de que tu niño y tú estéis bien por fin, y que puedas contarlo.
    Un abrazo, guapa!

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    1. ¡Oh! ¡Muchas gracias, Bea! Me alegro que te hayas pasado a leerlo.

      Un beso

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  5. Yo venía y no veía novedades, así que algo me imaginé que ya habrías tenido el parto, pero no hubiese pensado en todo lo que viviste. Es una suerte que vos y tu bebé estén bien ♥

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    1. Yo tampoco pensaba que me pasaría, pero la suerte de algunos... Es lo que tiene. Menos mal que ya pasó todo.

      un beso

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  6. Ufff, y yo con información a corto plazo. Creo que esos días todos lloramos... menos mal que ya estas bien.
    Te quiero muchisimo ¿lo sabes?

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    1. Si, ha sido una suerte que actuaran tan bien y tan rápido. Pensaba que no lo contaría... Pero ya está.

      tq

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  7. (。◕ ‿ ◕。)/ Holaaa!!!
    Dios dejame decirte que la historia es como para un libro te toco muy duro todo :c admirable tu fuerza y me alegra que el bebé este sanito me tienes con el alma en un hilo espero en la proxima entrada lea que te encuentras mejor!


    Ten bonito día espero puedas pasar a visitarme un abrazo!

    穛 S4Ku SEK4i®

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    1. ¡Hola!

      Si, realmente ha sido duro... Pero aquí estoy.

      Un beso

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  8. Hola, Mia
    !Felicidades! Es un bello, hermoso bebe! que dios lo bendiga, que gusto haberlo conocido, gracias por compartir con tus lectores tan tiernas imagenes.Oh dios! no pensé que todo eso pasaría al dar a luz un bebé. Pero debe ser a la vez una hermosa experiencia. Espero que para el segundo, sea menos doloroso.
    Besitos

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    1. Hola Yess, Muchas gracias.
      Necesitaba expresar todo lo que había pasado. Yo tampoco pensaba que iba a pasar nada, pero me pasó... Al menos estoy aquí.

      Un beso y gracias por leerme.

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  9. Celebro que todo resultara bien. ¡Un bebe precioso! Sin duda, un hijo es la mayor obra maestra que podemos aportar al mundo. Saludos!

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  10. Es un niño precioso *^^^^^*
    Ha tenido que ser duro pero menos mal que todo ha salido bien *^^*
    ¡¡felicidades!!<33

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