sábado, 1 de julio de 2017

La vida de Mia Cap.4

¡Eyyy!

Lo prometido es deuda, ¿o no? Dije que poco a poco volvería y así lo hago. No puedo prometer escribir cada día historia, pero sabéis que soy cumplidora. No lo puedo evitar, soy así. 👅

¿Vosotros cómo estáis? Yo hoy he pasado un día con la familia y estoy agotada. Ahora el peque se ha quedado torrado y toca aprovechar. ^_^ Y como estoy inspirada y teclear tampoco me va a matar, ahí voy. Espero que os guste este nuevo capítulo.



LA VIDA DE MIA


CAPÍTULO 4


Mia preparó el café y Joe se fue a la ducha. Él estaba ofuscado y ella cabreada por el hecho de pensar que Joe estaba mal por otra mujer. Sin embargo, debía resignarse.

Volvió a casa dispuesta a pasar un día tranquilo. Se sentó a desayunar y por primera vez, no esperó a que Joe llegase. Cogió una taza de café y una magdalena y se dispuso a desayunar sin más. Sus padres la miraban con interés.

- ¿Mia? ¿Dónde está Joe? ¿Porqué no ha venido contigo? - Pregunto papá Mozzie.

- Se estaba duchando. Ahora vendrá. - Respondió Mia algo distraída con el periódico.

- Ya... ¿Y porqué no le esperas para desayunar?

- Porque va a tardar y me duele la barriga. Quiero volver a la cama. ¿Pasa algo, papi? - Enarcó la ceja.

- No, en absoluto. Como siempre le esperas... Me ha parecido raro. ¿Habéis discutido?

- No. No ha pasado nada. -Se bebió el café de un trago y se levantó. - Me voy a la cama a descansar. No me encuentro bien.

Después de subir a su habitación, Mia se dio cuenta de que acababa de hacer precisamente lo que más odiaba en el mundo, dejar que sus sentimientos la dominasen y mentirle a sus padres.

Ese domingo, pasó sin mucho trajín. Mia no salió de su habitación y aunque Joe le tocó a la puerta varias veces, no quiso responder. Mia decidió que debía pensar las cosas bien. Aunque estuviese enamorada, no podía hacer nada. Así que se decantó por hacer más cosas que la distrajesen y así, alejarse de su hermano un poco.

Joe no podía creerse lo que estaba pasando. Su hermana, ya no era su hermana. De pronto, todo había cambiado de la noche a la mañana. Ese domingo de borrachera, y sus palabras hacia ella, lo habían trastocado todo. Mia estaba distante y parecía feliz. Se había apuntado a tantos cursos, que apenas pasaba tiempo en casa. Y no tenía tiempo para hablar con ella. Después de clase, solo volvía a casa para comer y después se volvía a marchar. Y los fines de semana, había empezado a socializar con chicos de su edad, aunque se la notaba aburrida. Esos chicos no le gustaban nada, pero ella intentaba olvidarle. Y él debía hacer lo mismo, pero sentía que traicionaba sus sentimientos, cada vez que estaba con otra mujer.

- No puedo más... - Dijo Joe a Markus, su mejor amigo. - Tengo un problema enorme.

- ¿Un problema? ¿Tú? - Lo miró. - Ya veo, es un problema de faldas. ¿Quién es? ¿La conozco?

- La conoces... Muy bien. - Suspiró.- Me siento como un pedófilo.

- Joder, Joe, ¿me estás hablando en serio?

- Tan en serio, que estoy pensando en ir a un psicólogo. -Suspiró. - Me tiene loco, maldita sea. -Dio un golpe con la mano al sofá. - No puede estar pasándome esto. ¡Es solo una niña!

- Una niña que no se ha despegado de ti nunca. Desde que te conozco, esa niña te ha seguido. Además, ya no es un bebé. Y ha puesto un cuerpo y tiene una cara, que cualquiera tiene que mirarla. - Dijo en un tono algo lascivo, que hizo reaccionar a Joe.

- ¿Qué insinúas, capullo? - Lo agarró del cuello de la camiseta y lo fulminó con la mirada. - ¡Ni se te ocurra acercarte!

- Oye, solo digo que tu hermana está muy buena. Para tener dieciséis años y ser un pequeño taponcito que parece una bruja exterminadora con esos ojos... Está demasiado buena. Es peligrosa para cualquier hombre. Y tú siempre te has dejado encandilar por esos ojazos. En cuanto te echa una miradita, te mueres. No puedes resistirte a ella.

- Te odio. Odio que tengas razón, odio lo que siento... -Soltó a Markus y se sirvió otra copa. - Esto tiene que acabar. No puedo seguir así. Esta noche, saldremos a buscar mujeres. Necesito despejarme y llevo demasiado tiempo sin estar con una mujer.

- Eso está hecho, hermano. Haré que te olvides de ese falso amor por tu hermana. Seguro que solo estás confundido, yo también lo estaría si tuviese a semejante mujercita rondándome a todas horas y encima no tuviese mi sangre. - Se encogió de hombros. - Es natural.

- ¿Tú crees? - Se quedó pensando. - Tal vez tengas razón. -Suspiró. - Necesito cambiar de aires. Anda, vámonos...


CONTINUARÁ...


Capítulo anterior


12 comentarios:

  1. Algo me dice que el amigo de Joe la va a liar un poquito! Jajaja un besito, a ver cómo sigue la historia!!

    ResponderEliminar
  2. Anda, qué bueno que hayas retomado esta historia!
    Un besazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Siempre las termino! jejejejej pero a esta aun le queda tirón

      Eliminar
  3. Es natural, tiene razón el amigo de Joe. Aunque me parece que lo quiere desalentar porque Markus. quiere una oportunidad con Mía.
    Bien contado.

    Besos.

    ResponderEliminar
  4. Lovely post dear, I like it a lot :)
    I'm following you now #59, how about to visit my blog and follow me back, I would be glad? ^_^
    limitededitionlady.blogspot.com

    ResponderEliminar
  5. !Vamos, que ese hombre está encandilao!
    Y el otro echando más candela a la lumbre. Y Mira, la excusa perfecta ir en busca de mujeres porque quiere tratar de olvidarse del asunto? O solamente dejar salir el ciclón que lleva adentro? Ambas excusas son comprensibles (para el) Lol.
    Bso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que este Joe... yO CREO QUE ES UN POCO TONTO XDDD o tal vez no...

      Eliminar
  6. ¡Hola, Mia!
    Me sigue gustando mucho tu historia. A ver que pasar con esta historia y si el amor es tan imposible como parece...
    ¡Un abrazo!

    ResponderEliminar