Iniciatuvia ICUE: Febrero

¡Hola cariñotes!

Ya sabéis que yo me meto en todos los berenjenales que puedo. A pesar de no tener apenas tiempo ahora. Pero esta iniciativa ya la hice el año pasado, por lo que no podía no hacerla. Además, que me encanta. Os hablo de la iniciativa de Inspirándome con un elemento: FEBRERO. Si queréis hacerla, click en el nombre. ^_^

En mi caso, he elegido el bloque 1. Y el elemento de este mes, es una frase: “La felicidad se encuentra en las pequeñas cosas, en los gestos que suelen pasar más desapercibidos”. No es necesario usarla, pero debe servir de inspiración. 

Así que vamos allá. 😚

CONTIGO

- No te pongas nerviosa. O esto no funcionará. Sabes que no suelo hacer estas cosas, pero...  - Me miró a los ojos y temblé. Ahí estaba la temida frase que ninguna mujer quiere escuchar de su pareja. 

- ¿Me vas a dejar? -Le miré visiblemente afectada. - ¿Has encontrado a otra? 

Se llevó la mano a la frente y me miró como si hubiese dicho la tontería más grande del mundo. 

- En serio, Candy. A veces creo que eres tonta... - Enarcó la ceja y me besó la frente. - No, no voy a dejarte. ¿Porqué iba a hacerlo si te quiero? 

Ahí estaban, sus pequeñas declaraciones de amor, siempre me descolocaban. Nunca había tenido amor de nadie, por lo que él, era el único que había conseguido que abriese mis sentimientos y consiguiese que dijese "te quiero". Él era mi mundo. Sabía que no debía ser así, pero lo era. 

- Pues... Porque sigo sin saber, porque me quieres a mi. -Suspiré.- Soy poca cosa. Podrías estar con una modelo. No con una loca que tiene problemas de autoestima. 

- Será por eso que te quiero. Porque estás loca. Anda, ven, que si no se va a enfriar. -Dijo tirándome de la mano. 

- ¿Enfriar? ¿El qué? 

- Pues la cena que te he preparado. ¿Tú qué crees? - Rió. - Quiero saber si no la he cagado. Me he matado para aprender a cocinar esto. Te he estado diciendo que tenía que trabajar más horas, porque he ido a un curso de cocina. Quería sorprenderte. - Me metió en el salón y ahí estaba... 

Una mesa con velas, un olor a comida que resultaba delicioso y una cajita en medio de la mesa... Una cajita muy pequeña. El corazón me dio un vuelco. ¿De verdad? ¿Me lo iba a pedir justamente en San Valentín? ¿Podía tener un novio más romántico? 

Me abalancé a besarle. Ese hombre podía sorprenderme hasta con un taparrabos. Sus pequeños gestos, eran lo que hacía que no pudiese vivir sin él. 

-Te quiero, Tyler. 

FIN

¿Qué os ha parecido?