domingo, 7 de julio de 2013

...Sin despedida... (Parte 3)

Hablé con mi padre,ya que era mi jefe y era el único que realmente sabía lo duro que estaba siendo esto para mi. Mi padre,un hombre de éxito,adinerado y consentidor de su primogénita y única chica. No dudó un instante en darme el dinero que yo había pagado por el billete. Hice mis maletas,cogí dos libros y mi portátil y me embarqué en el viaje que decidiría que rumbo iba a tomar mi vida. 

Tras unas diez horas de vuelos que parecían interminables por la espera en las escalas,llegué a Nueva York cansada y con las piernas dormidas. No había podido pegar ojo. Alquilé un coche y tras coger mis maletas fui directa al hotel. Rick todavía no conocía mis planes y pronto iba a llevarse una sorpresa. Agarré mi portátil y comencé a escribir: 

-¿De verdad quieres que vaya? No quiero olvidarte...

Tras una hora esperando su respuesta,ahí estaba:

-Sí,ojalá estuvieses aquí conmigo. No sabes lo mucho que te necesito. Te amo.

Respondí al instante:

-Prometo ir pronto... Te echo mucho de menos. Por cierto,quiero mandarte algunas cosas a NY,necesito una dirección para enviarlas mañana. 

Cuando respondió me maquillé un poco,cogí el bolso y salí corriendo. Tenía la dirección de su casa,pero con el coche probablemente me perdería,así que llamé un taxi. El taxista se quedó un poco agobiado por el tráfico y porque estaba un poco lejos del hotel,pero le di una buena propina. 

Al ver la enorme casa en la que vivía,me di cuenta de que su familia era de clase alta. Toqué al timbre casi al borde de un ataque de nervios,hasta que la puerta se abrió.

-¿Mel? -Su aspecto denotaba cansancio y por lo que se podía ver,tampoco había dormido mucho. 

Abrió los ojos como platos y de pronto me vi entre sus brazos. -¡Dios,como había echado de menos ese olor!

-Has venido...-Mientras el me abrazaba,yo aspiraba el olor a vida. La vida que él me proporcionaba. 

-No podía dejarte,Rick. No podía...-Dije sin soltarlo. 

-¿Y tus cosas?-Preguntó extrañado. 

-En el hotel. Como no sabía lo que pasaría,decidí coger una habitación. 

-Hiciste bien,pasa un momento. -Dijo invitándome a sentar en un gran sofá blanco.-Vuelvo en dos minutos. 

Me quedé mirando el salón,muy minimalista,simple,armonioso. Una de las fotos sobre la chimenea,llamó mi atención. Una mujer rubia,de hermosos ojos azules ocupaba el centro. Su sonrisa era tierna,agradable. 

-Era mi madre.- Dijo Rick tras de mi. 

-Era muy guapa...-Dije sin dejar de mirarla. 

-Lo era... Realmente era muy bella. - Dije. 

-Os habríais llevado muy bien,estoy seguro. En fin,dejemos las cosas tristes. Vamos a por tus cosas al hotel.


2 comentarios:

  1. Oh que sutil, le pide una dirección y se presenta ella... ¡así me gusta!
    Una mujer de armas tomar!

    ResponderEliminar