...Lo que parece malo,no tiene porque serlo... (Parte 2)

Al llegar al restaurante,la cena fue mucho mejor. Damon también habló mucho y la noche pasó volando. Dijimos de ir a tomar unas copas,pero Cassandra ya estaba muy cansada.

-¿Porqué no vais vosotros? No quiero fastidiar la velada. Además,James llega en una hora del aeropuerto y quiero estar en casa antes de que llegue. 

-¿Qué te parece a ti,Sam?¿Quieres venir a tomar una copa conmigo?-Dijo Damon.

-Si.-Dije. Tenía la boca seca. Sabía que esa era la noche... Me deseaba. 

-¿Os importa llevarme a casa primero? -Dijo Cassandra. - Ella me gusta,no seas tonto. Creo que hacéis muy buena pareja.-Dijo después en un susurro que logré escuchar. Sonreí,no pude hacer otra cosa. 

Al dejarla en casa,Damon cambió su expresión. Era como una mirada felina,depredadora. 

-¿Dónde te apetece ir?-Preguntó. 

Yo tenía clara la respuesta,pero no sabía si sonaría muy atrevida. Aun así lo pregunté con un nudo en la garganta,si decía que no,me moriría de vergüenza y no querría verlo mas.

-¿Quieres... Ir a mi casa? Tengo un buen whisky.

-Me parece bien.-Su sonrisa era turbia,malévola.

Nada mas llegar a casa me quité las sandalias. Me dolían muchísimo los pies. Le serví un whisky y yo me serví otro. Encendí la chimenea y nos acomodamos en el sofá. Nada mas dar un sorbo al whisky,me besó. Su beso era distinto al de cualquier otro,era comedido,intentando ser apasionado,pero evitando la pasión extrema. ¿Qué le pasaba? ¿Acaso no le atraía lo suficiente?

Me aparté. No entendía nada. 

-¿Ocurre algo?-Pregunté incrédula.-¿Porqué me has besado de esa manera? Era como si te diese miedo besarme...

-No es miedo. No te lo puedo contar aun,Sam... Todavía no. Ten paciencia,por favor. No es lo que piensas. Me encantas,pero no quiero hacerte sufrir.

-¿Sufrir? No entiendo nada,Damon. Ayúdame a entenderlo.

-No puedo,Sam... Aun no. Es algo complicado,no lo creerás,no me conoces. No sabes como soy,no sabes quien soy.- Dijo en un tono algo extraño.

-¿Y qué eres? ¿Un demonio?¿Tienes problemas con las drogas? ¿Con el juego? ¿Eres un vampiro o qué? -Dije en tono de disgusto.

Su cara se había quedado pálida. ¿Algo de lo que había dicho era cierto? 

-Yo... No puedo,no puedo poner en peligro a toda mi familia. Lo siento,Sam. Creo que será mejor que no nos veamos mas. 

-¡No,Damon! ¡Espera!- Grité.- Sea lo que sea lo soportaré. No diré nada,lo juro. 

-Tú... Tú me vuelves loco,Sam. Eres increíble,guapa,inteligente... Pero esto es algo que si se supiese,sería mi fin y el de toda mi familia. Hay gente que lo sabe,pero vivimos con ello tranquilamente y no hacemos daño a nadie. 

-No puede ser...-Ahora me encajaba todo. -¿Eres... un vampiro? -Mi tono no era de miedo,era de asombro. Siempre había creído en los vampiros,pero no podía creerlo. Su mirada lo delataba.

-¿No me tienes miedo?-Preguntó asombrado.

-No,pero aun me cuesta creérmelo. Aunque es verdad que nunca te he visto antes del atardecer ,pero,¿y tus colmillos?

-No quiero que los veas,no quiero asustarte. 

-¡Oh,vamos! ¡Enséñamelos! Por favor...-De pronto dos colmillos enormes asomaron por su boca. Era todo verdad... -Eres un vampiro de verdad... 

-¡Sam! -Dijo alarmado.- ¡No puedes contárselo a nadie! 

-¿Cómo es posible que comas comida? ¿No bebes sangre? 

-Si,por eso no quiero que tengas miedo. Jamás te tocaría. 

-¿Porqué no? ¿Duele? 

-¿Cómo puedes hacerme estas preguntas? ¿Es que no tienes miedo?-Dijo incrédulo.

-Siempre he creído en los vampiros. Ven. 

Le montré mi biblioteca. Casi todas las colecciones que tenía eran sobre vampiros y ahora tenía uno en mi casa,un vampiro del que me había enamorado,sin saber que era un vampiro...

-¡Eres una fanática! ¿Porqué? ¿Porqué te gustamos tanto? -Preguntó mas sorprendido aun. 

-Siempre me habéis llamado la atención,de pequeña soñaba con ser una vampiresa sexy,aunque fue un sueño que jamás se cumplió. Soñaba con poder volar,correr rápido,ver todo lo que depara el futuro,viajar... Y todo eso vosotros podéis hacerlo,¿verdad?

-Si...¿Te gustaría ser vampira? ¿Sabes lo que eso significaría? Tus padres morirían antes que tú,verías a todos tus seres queridos morir. Es duro. Ver a tus padres morir y no poder decirles quién eres y que ellos no sepan donde estás. Mis padres murieron sin saber donde estábamos Cassandra y yo. -Dijo triste. 

-Yo... Lo entiendo,pero siempre he querido eso. Sé muy bien lo que dejaría atrás,pero mi madre apenas lo notaría. Apenas hablamos desde que se casó de nuevo. Yo tengo mi herencia y ella apenas se ha ocupado de mi. Nunca me ha querido de verdad,mi padre si me quería,pero ella me dejó con mi abuela. Solo me trae regalos de los viajes y ni siquiera los trae ella,los trae su chófer. Tu tuviste unos padres que te quisieron,mi único ser querido está muerto.

-¿Tu madre no te quiere?-Preguntó.-¿Porqué?

-Desde que nací siempre dijo que le jodí la vida. Ella quería vivir sin niños,mi padre la obligó a tenerme.  Y cuando crecí la cosa no fue mejor. Me tenía celos,siempre peleaba con mi padre por mi culpa. Mi padre siempre estaba conmigo,era la niña de sus ojos y siempre me decía que era la niña mas guapa del mundo,la mas lista... En fin,mi madre siempre que lo escuchaba se enfadaba y tenían bronca. Cuando murió mi padre,mi madre me mandó con mi abuela que murió hace dos años. Desde entonces he hablado con mi madre solo un par de veces por teléfono.-Dije casi a punto de llorar.

-No sé que decir... Yo eso no lo puedo entender...-Dijo Damon acercándose a abrazarme. 

En ese momento,me sentí en paz. Por fin había dicho lo que no sabía nadie. Damon era la segunda persona que lo sabía aparte de mi abuela. Me había quitado un peso de encima.