¡Contracciones a la vista! Llevo desde ayer con ellas. Supongo que las Braxton son así, pero a veces, cuesta distinguir las cosas. De momento aun no he ido a urgencias, porque no me he muerto de dolor, ni siento que he roto aguas. Pero ya os digo, que este cachorrito... Creo que llegará antes. Sería un bonito regalo de Navidad, ¿eh?
En fin, creo que ayer os comenté, que hoy iría de compras con mi madre. Y así ha sido. He comprado un poquito, porque realmente iba para acompañar a mi madre. Por tanto, os haré un pequeño resumen de compras.
Bueno, debido a que nos hemos dado cuenta de que nuestras sobrinas han crecido una burrada. Nos hemos decantado por comprarles otras cosas. ¿Recordáis que compré dos neceseres con collares? Pues nada, les he comprado dos mochilitas muy chulas, porque creo que ahora ya... Un neceser no es suficiente. Y me los quedaré yo para la clínica. ¿A qué son bonitas? Yo creo que para dos niñas de doce años, están muy bien. Más que nada, porque una de ellas, ya es toda una mujerona. Y como tienen la misma edad, mejor algo igual, así no hay problemas.
Y para ir completando el regalito de mi hermano, (que son varias cosas más, pero las voy comprando poco a poco para que hayan más paquetes), esas zapatillas marrones, que por precio están super bien. Las mochilas cuestan 14 euros cada una. Y las zapas 16 euros. Todo de Primark.
Después, hemos ido a la parte de hogar, que yo quería coger dos cositas. Un panel que se pone en el armario para colgar joyas, guardar cinturones o lo que quieras. Y cuatro velitas con olor, porque me apetecía cambiar el aroma de la casa.
Que si, huele a limpio, pero de vez en cuando queda bien tener olor distinto que el de limpio. así que he cogido el cacharro para colgar que ha costado 4,50 euros. Y las cuatro velas, dos de vainilla y dos de té blanco. A 1 euro cada una.
Y por último, que es lo más importante, al menos para mi.
He comprado tres paquetes de calcetines para el cachorrito. Todos a 2 euros cada uno. Y en cada pack vienen tres. Vamos, que están muy bien. Son muy monos.
Después calcetines para mi. Ya que me han dicho que en el parto, se pasa muchísimo frío en los pies. Sobretodo si por casualidad la cosa se complicase y tuviesen que hacerme cesárea. Y ya sabéis que yo prefiero prevenir, así que... Me he comprado de esos bien calentitos. 3,50 euros.
Luego, dos paquetes de bragas. En cada paquete vienen cinco y cuestan 6,50 euros cada pack. Por lo que para la clínica me irán de lujo, en vez de usar esas desechables, que dicen que son incomodísimas y aparte son caras por lo que son.
Y por último, el paquetito de tres gasas para cuando le de el pecho al niño, para que no se manche. Me quedé con ganas de comprarlos la última vez, y hoy he aprovechado.
Mi madre me ha comprado algunas cosas más para el cachorrito, pero como son regalos de navidad, no me los ha dado aun. Por lo que no he podido hacerles fotos. ¡Cachis! 😝
Y bueno, ese ha sido mi día. Ahora os dejo con una historia antigua que tenía en otro blog y estaba algo abandonadita. Espero que os guste. Es un fan fin de 50 sombras de Grey. Por tanto, los personajes no me pertenecen, aunque la historia es original.
Él,mi delirio
Su cuerpo me
envolvía,las risas inundaban la habitación. Esa enorme habitación
conocía todos nuestros secretos. Christian me miraba con esos ojos
grises,envolventes,seductores… Peligrosos… Sabía que en
cualquier momento su estado de ánimo podía cambiar. El famoso
Christian Grey,terriblemente sexy,pero terriblemente peligroso. Sus
manos recorrían mi cuerpo,él conocía cada rincón,cada vez que me
tocaba era como llegar al cielo. Daba igual si era un caricia o me
follaba duro,pero siempre tenía la misma excitación con él. La
diosa que llevaba dentro me pedía más. Sabía que Christian era
insaciable,pero yo parecía haberme convertido en una ninfómana sin
remedio. Deseaba que su lengua me acariciase en las zonas mas
íntimas,que sus manos me tocasen,que su boca no se separase de mi
cuerpo… Estaba incendiada desde que lo conocí. Cada día me
preguntaba que había hecho para ganarme a un hombre como él.
Christian seguía sin darse cuenta de cuanto le amaba,pensaba que
tan solo era una ilusión. Si él supiese…
-¿Tienes
hambre? -Ya
empezamos… -La
señora Jones a hecho macarrones con queso… -Su mirada era
terriblemente sexy. Era imposible decirle que no.
-Mucha.
-Respondí sin mucha convicción.
-¡Bien! -Su cara de
felicidad era tremenda cuando le decía que si.-¿Quieres también
un poco de vino? -Dice saltando de la cama.
-Lo que quiero es
que te quedes aquí conmigo… -Mi voz sonaba picante, pero sabía
que esta vez no iba a caer…
-Después, señorita
Steele, después. -Me levantó en volandas de la cama y no pude
evitar reírme. Solo su risa resultaba erótica.
Sin
embargo,por mucho que quisiese tocarle,hay teníamos nuestra
barrera. Jamás había podido tocarle. Su pecho era una zona
prohibida,algo que yo no llevaba nada bien. Ansiaba poder tocarle
completamente,poder abrazarle,apoyar la cabeza en su pecho… Pero
eso nunca pasaba. Sabía de quien era la culpa,esa mujer… Esa
mujer podía tocarle,yo solo era una mera observadora. La señora
Robinson,Elena para él,era una bruja desalmada (al menos,yo la veía
así). Esa mujer lo había llevado por el camino de la destrucción.
Era cierto que gracias a ella,Christian había dejado de pelearse
cuando era un adolescente,pero… Esa mujer le había hecho daño,lo
había corrompido por dentro. Todo lo que él sabía sobre el
sadomasoquismo,se lo había enseñado ella. Y eso me cabreaba
enormemente. La odiaba.
-¿Ocurre algo? -Christian me
miraba.
-¿Qué? -Desperté de mis horribles pensamientos.-
No,no pasa nada.
-Parecía que estabas… En otro mundo. ¿Qué
se te pasa por la cabeza,Anastasia? -Temor, en su mirada siempre
estaba ese miedo a que le dejase. Me daban ganas de gritarle que
nunca le dejaría ,pero él siempre se negaba a creer eso…
-No
es nada. -Miré el enorme plato de pasta.- ¿Estás de broma? No
pienso comer tanto…
-Ana… -Su mirada había cambiado ,esa
mirada de dominante que me volvía loca, pero esta vez no iba a
ceder.
-No tengo tanta hambre. Me has puesto demasiado. -Sus
manos me rodearon por detrás. -¡No uses el sexo para despistarme!
¡Ni siquiera puedo tocarte! ¡No es justo! -Vomité esas
palabras, no sabía porqué en ese momento me habían venido a la
cabeza, pero algo en mi ,me hizo soltarlo.
-Ya lo hemos
hablado… -Su tono era tan bajo que me dio miedo. -Dijiste que no
volverías a hablar de ello.
-¡Pues yo si quiero hablarlo!
¡Quiero tocarte! ¡Quiero poder abrazarte sin que se te ponga esa
cara de terror! ¡Yo no voy a hacerte daño! ¡No soy ELENA! -Mis
gritos retumbaban en toda la habitación. Christian me miraba
atónito, pero ya lo había dicho, y no había marcha atrás.
-¿Tanto
lo deseas? ¿Solo quieres mi cuerpo? Eres como todas… -Su mirada
era oscura, sus ojos grises me miraban y no pude ver mas allá.
Normalmente, Christian lo expresaba todo con la mirada, pero esta
vez, era distinto. Había un dolor, un dolor que no podía reconocer.
-Será mejor que te vayas.
-¿Me estás dejando por esto?
¡Christian! -Mi voz era estridente, estaba llena de pánico.- No lo
hagas.
-Los dos sabíamos que no llegaríamos a ninguna parte
si tú empezabas a tocar ese tema. No quiero que me toquen. Y ya
está.
-Tú… No me quieres. -Mi voz sonaba firme, aunque mis
labios temblaban.
-… No. -Me derrumbé. Ese fue el momento
que mas había temido con Christian. Sabía que él me quería, pero
oírle de forma tan fría, me hizo reaccionar ,él no se quería a si
mismo. Se odiaba por su pasado y por lo que le había hecho pasar su
madre. Eso le hacía ser muy cerrado con las personas y conmigo
también.
-Está bien… -Mi voz era débil y mi corazón se
había roto. Una sopla palabra había bastado para romperlo
todo.
Salí de la casa de Christian, tras coger mi ropa. Y
pasé dos semanas sin apenas comer o salir de casa. Estaba
hundida, él era mi primer amor y el único al que podía imaginarme
cada mañana a mi lado, despertándose con esa sonrisa de niño
bueno… No podía imaginarme sin él, era un amor enfermizo, pero lo
que nos unía era muy fuerte, los dos nos complementábamos. Siempre.
Taylor, el guardaespaldas de Christian, venía frecuentemente a ver
como estaba e incluso se tomaba un café conmigo, cosa que antes no
podía hacer, ya que Christian era extremadamente celoso. Un
día, tomando café, llamaron a la puerta. Christian…
-¿Qué
hace Taylor aquí? -Dice malhumorado.
-¿A tí qué te
importa? -Mi voz no podía sonar mas alarmada.
-Señor…
-Taylor se levantó de la silla totalmente pálido.
-¡Te la
estás tirando! -Christian gritó tan fuerte que me mareé.
-¡CÓMO
TE ATREVES! -No sé de donde saqué tanta potencia, pero le estaba
gritando como una energúmena. -¡JAMÁS ME ACOSTARÍA CON TAYLOR!
¡SOLO ES UN AMIGO!
Taylor se había retirado
silenciosamente, sabía que Christian iba a darle una buena
reprimenda después ,aunque no se la merecía…
-¿¡Y qué
haces sola con él!? ¿Eh? -Parecía mas calmado ,pero su mirada daba
miedo. Un miedo que yo jamás podría tenerle. Estaba demasiado
alterada como para temer lo que pudiese hacerme.
-¡Por dios!
¡Taylor es como un padre! -Grité. -Además… ¿Qué demonios
haces aquí? ¿Qué te importa lo que yo haga con mi vida? ¡Me
dejaste claro que no me quieres! ¡No tienes ningún derecho a
presentarte así en mi casa!
-¡Claro que te quiero! -Al
decir eso, se quedó tan blanco como la pared de la cocina.
-¿Me
quieres? -Esas palabras bastaron para acercarme a él y abrazarle.
No le toqué el pecho, pero si pude abrazarle por la cintura. Sin
embargo, él mismo me subió las manos y me puso la cabeza en el
pecho.
Era la primera vez que estaba en esa situación y una
alegría me invadió el pecho. Ese era un comienzo. Christian me
apartó pronto de él, pero eso había sido un principio que debía
continuar…
FIN
Su cuerpo me envolvía,las risas inundaban la habitación. Esa enorme habitación conocía todos nuestros secretos. Christian me miraba con esos ojos grises,envolventes,seductores… Peligrosos… Sabía que en cualquier momento su estado de ánimo podía cambiar. El famoso Christian Grey,terriblemente sexy,pero terriblemente peligroso. Sus manos recorrían mi cuerpo,él conocía cada rincón,cada vez que me tocaba era como llegar al cielo. Daba igual si era un caricia o me follaba duro,pero siempre tenía la misma excitación con él. La diosa que llevaba dentro me pedía más. Sabía que Christian era insaciable,pero yo parecía haberme convertido en una ninfómana sin remedio. Deseaba que su lengua me acariciase en las zonas mas íntimas,que sus manos me tocasen,que su boca no se separase de mi cuerpo… Estaba incendiada desde que lo conocí. Cada día me preguntaba que había hecho para ganarme a un hombre como él. Christian seguía sin darse cuenta de cuanto le amaba,pensaba que tan solo era una ilusión. Si él supiese…
-¿Tienes hambre? -Ya empezamos… -La señora Jones a hecho macarrones con queso… -Su mirada era terriblemente sexy. Era imposible decirle que no.
-Mucha. -Respondí sin mucha convicción.
-¡Bien! -Su cara de felicidad era tremenda cuando le decía que si.-¿Quieres también un poco de vino? -Dice saltando de la cama.
-Lo que quiero es que te quedes aquí conmigo… -Mi voz sonaba picante, pero sabía que esta vez no iba a caer…
-Después, señorita Steele, después. -Me levantó en volandas de la cama y no pude evitar reírme. Solo su risa resultaba erótica.
Sin embargo,por mucho que quisiese tocarle,hay teníamos nuestra barrera. Jamás había podido tocarle. Su pecho era una zona prohibida,algo que yo no llevaba nada bien. Ansiaba poder tocarle completamente,poder abrazarle,apoyar la cabeza en su pecho… Pero eso nunca pasaba. Sabía de quien era la culpa,esa mujer… Esa mujer podía tocarle,yo solo era una mera observadora. La señora Robinson,Elena para él,era una bruja desalmada (al menos,yo la veía así). Esa mujer lo había llevado por el camino de la destrucción. Era cierto que gracias a ella,Christian había dejado de pelearse cuando era un adolescente,pero… Esa mujer le había hecho daño,lo había corrompido por dentro. Todo lo que él sabía sobre el sadomasoquismo,se lo había enseñado ella. Y eso me cabreaba enormemente. La odiaba.
-¿Ocurre algo? -Christian me miraba.
-¿Qué? -Desperté de mis horribles pensamientos.- No,no pasa nada.
-Parecía que estabas… En otro mundo. ¿Qué se te pasa por la cabeza,Anastasia? -Temor, en su mirada siempre estaba ese miedo a que le dejase. Me daban ganas de gritarle que nunca le dejaría ,pero él siempre se negaba a creer eso…
-No es nada. -Miré el enorme plato de pasta.- ¿Estás de broma? No pienso comer tanto…
-Ana… -Su mirada había cambiado ,esa mirada de dominante que me volvía loca, pero esta vez no iba a ceder.
-No tengo tanta hambre. Me has puesto demasiado. -Sus manos me rodearon por detrás. -¡No uses el sexo para despistarme! ¡Ni siquiera puedo tocarte! ¡No es justo! -Vomité esas palabras, no sabía porqué en ese momento me habían venido a la cabeza, pero algo en mi ,me hizo soltarlo.
-Ya lo hemos hablado… -Su tono era tan bajo que me dio miedo. -Dijiste que no volverías a hablar de ello.
-¡Pues yo si quiero hablarlo! ¡Quiero tocarte! ¡Quiero poder abrazarte sin que se te ponga esa cara de terror! ¡Yo no voy a hacerte daño! ¡No soy ELENA! -Mis gritos retumbaban en toda la habitación. Christian me miraba atónito, pero ya lo había dicho, y no había marcha atrás.
-¿Tanto lo deseas? ¿Solo quieres mi cuerpo? Eres como todas… -Su mirada era oscura, sus ojos grises me miraban y no pude ver mas allá. Normalmente, Christian lo expresaba todo con la mirada, pero esta vez, era distinto. Había un dolor, un dolor que no podía reconocer. -Será mejor que te vayas.
-¿Me estás dejando por esto? ¡Christian! -Mi voz era estridente, estaba llena de pánico.- No lo hagas.
-Los dos sabíamos que no llegaríamos a ninguna parte si tú empezabas a tocar ese tema. No quiero que me toquen. Y ya está.
-Tú… No me quieres. -Mi voz sonaba firme, aunque mis labios temblaban.
-… No. -Me derrumbé. Ese fue el momento que mas había temido con Christian. Sabía que él me quería, pero oírle de forma tan fría, me hizo reaccionar ,él no se quería a si mismo. Se odiaba por su pasado y por lo que le había hecho pasar su madre. Eso le hacía ser muy cerrado con las personas y conmigo también.
-Está bien… -Mi voz era débil y mi corazón se había roto. Una sopla palabra había bastado para romperlo todo.
Salí de la casa de Christian, tras coger mi ropa. Y pasé dos semanas sin apenas comer o salir de casa. Estaba hundida, él era mi primer amor y el único al que podía imaginarme cada mañana a mi lado, despertándose con esa sonrisa de niño bueno… No podía imaginarme sin él, era un amor enfermizo, pero lo que nos unía era muy fuerte, los dos nos complementábamos. Siempre. Taylor, el guardaespaldas de Christian, venía frecuentemente a ver como estaba e incluso se tomaba un café conmigo, cosa que antes no podía hacer, ya que Christian era extremadamente celoso. Un día, tomando café, llamaron a la puerta. Christian…
-¿Qué hace Taylor aquí? -Dice malhumorado.
-¿A tí qué te importa? -Mi voz no podía sonar mas alarmada.
-Señor… -Taylor se levantó de la silla totalmente pálido.
-¡Te la estás tirando! -Christian gritó tan fuerte que me mareé.
-¡CÓMO TE ATREVES! -No sé de donde saqué tanta potencia, pero le estaba gritando como una energúmena. -¡JAMÁS ME ACOSTARÍA CON TAYLOR! ¡SOLO ES UN AMIGO!
Taylor se había retirado silenciosamente, sabía que Christian iba a darle una buena reprimenda después ,aunque no se la merecía…
-¿¡Y qué haces sola con él!? ¿Eh? -Parecía mas calmado ,pero su mirada daba miedo. Un miedo que yo jamás podría tenerle. Estaba demasiado alterada como para temer lo que pudiese hacerme.
-¡Por dios! ¡Taylor es como un padre! -Grité. -Además… ¿Qué demonios haces aquí? ¿Qué te importa lo que yo haga con mi vida? ¡Me dejaste claro que no me quieres! ¡No tienes ningún derecho a presentarte así en mi casa!
-¡Claro que te quiero! -Al decir eso, se quedó tan blanco como la pared de la cocina.
-¿Me quieres? -Esas palabras bastaron para acercarme a él y abrazarle. No le toqué el pecho, pero si pude abrazarle por la cintura. Sin embargo, él mismo me subió las manos y me puso la cabeza en el pecho.
Era la primera vez que estaba en esa situación y una alegría me invadió el pecho. Ese era un comienzo. Christian me apartó pronto de él, pero eso había sido un principio que debía continuar…
FIN
¡Hola! Creo que te equivocaste con el color de la font que no se ve nada o.o
ResponderEliminar¡Un abrazo!
¡Ahora si se ve! Espero que cuando lo leas te guste. :)
EliminarUn beso ,Rox!
Creo que escribes mucho mejor que la autora de Gtrey, no puedo con su falta de vocabulario, jajaj!
ResponderEliminarMe han encantado las mochilas para tus sobris, creo que vas a triunfar. Marina (mi hija mayor) tiene ya 10 años y empieza también a demostrar otro tipo de gustos menos infantiles...ahí andamos, ¡crecen muy rápido!
Y las velas me han gustado mucho. Siempre me dan ganas de comprar velas nuevas pero tengo muchas en uso, a ver si las voy gastando.
Como ves, yo tampoco hice ronda ayer porque tuvimos un día movidito :)
Un besazo!
¡me imagino! si es que no paras!
EliminarEspero acertar con los regalos, ya veremos jajajajaj
En cuanto a lo de la autora... Si ,a mi me pone muy nerviosa lo del vocabulario, pero me alegro que te haya gustado más yo que ella. Que halago jejejeje :)
Un beso!
¡Pronto mi ahijadito llegará! No sabía que las contracciones fueran tan duras... que fuerte. Que rápido pasa el tiempo.
ResponderEliminarTQ
Lo son... N ote lo puedes ni imaginar...
Eliminar¡Uyuyuy! Ya te queda naaah
ResponderEliminar¡Nada y menos! Ojalá salga pronto! jjeejjeje
Eliminar
ResponderEliminar(。◕ ‿ ◕。)/ Holaaa!!!
Que hermosa historiaaaaaa me ha gustado muchisimo el sentido!!! que emoción que ya este por llegar el bebe!! de verdad tengo muchas ganas de conocerlo debe ser taaan kawaii!!!!!!
穛 S4Ku SEK4i®
¡Hola!
EliminarMe alegro mucho que te guste.
¡Si! Ya pronto estará aquí :) ^_^¡Qué ganas!
MUAKS
¡Hola! Hacía tiempo que no leía un fanfic. Yo no he leído el libro 50 Sombras de Grey porque no me gusta el género pero sí que vi la película por curiosidad, a ver a qué se debía ese Boom. Vale que no es lo mismo un libro que una película y todo eso... pero el caso es que conocí algo de la historia y los personajes (tendrán algo en común con el manuscrito, digo yo XD) y creo que los has reflejado muy bien en este relato y lo que es la historia calza bien, hasta donde sé según la peli jejeje. El relato es de extensión corta, pero expresa mucho: pasión, celos, deseo... Qué más se puede pedir.
ResponderEliminarUn saludo :)
¡Hi!
Eliminar¿No lo has leído? Bueno, es un tipo de lectura que no todo el mundo le gusta. A mi el tema erótico, me encanta. Sin embargo, este es de los más flojos que he leído.
Aunque agradezco que aunque no lo hayas leído, sepas apreciar el pequeño esfuerzo de mi historia. ^_^
¡Gracias!