Llega el relax del finde. ^_^
He pasado la mañana entera dando vueltas, y como siempre, han caído cositas. No tantas como de costumbre, pero han caído tres novelas románticas, que probablemente sean de las que devoraré en pocas horas.
Os pongo la fotito de los libros y en cuanto los termine, tal vez haga una reseña sobre ellos. No son famosos, ni mucho menos. De hecho, los suelo comprar por su precio. Son novelas románticas que cuestan incluso menos que las Bianca (que me encantan, pero me parecen caras por lo que realmente son), por lo que por solo 2,95 euros cada uno, me he llevado tres, que darán tiempo de entretenimiento. Además, que son bastante gruesos, en comparación con cualquier novelita de bolsillo.
Como seducir a un duque - Kathryn Caskie
La novia rebelde - Hannah Howell
Capturada - Mac Lean
2,95 euros cada uno. Los he comprado en el Corte Inglés. Y realmente, valen la pena, al menos para pasar el rato. Son de la colección books4pockets. Cuando los lea os contaré.
En fin, hoy ya no voy a escribir mucho más. Aparte del capítulo que ahí os lo dejo y espero que disfrutéis. ^_^ ¡FELIZ FINDE!
Madurez CAP.1
2
capítulo
Habían
pasado dos meses tras mi operación y estaba totalmente recuperada.
Mi padre había vuelto del viaje y nos había prometido un viaje a
todos. Ahora que ya nos conocíamos mucho mas, nos iríamos al día
siguiente. Solo hacía cuatro días que se habían acabado las clases.
Había sacado la nota media mas alta de clase y podía elegir una
universidad que no fuese la pública ya que me concedían una beca.
Aunque no me la hubiesen concedido ,mi padre la hubiese pagado, pero yo
quería ir a la pública. Ahora que Alberto estaba en casa no me
apetecía irme de allí. Al día siguiente estabamos todos muy
nerviosos,haciendo maletas y acordandonos de todo lo que teniamos que
llevar. Ya en el avión todos estabamos muy emocinados. Nos
disponíamos a pasar las mejores vacaciones de nuestras vidas. Alberto
había querido pagar los billetes de él y Javier, pero mi padre se
había negado. Para él se habian convertido en sus hijos. Alberto y
Javier,se habian adaptado rapidamente a la vida familiar de nuestra
casa. Siempre cenábamos todos juntos ya que era el único momento
del día que podíamos estar todos sin que alguno fallase.
Habian
sido unos meses realmente especiales. Alberto y yo nos habíamos
conocido mucho, habíamos ido muchas veces al cine, me traía a casa
después de clase y siempre que podíamos nos íbamos a pasear. La
gente de clase cuando se enteró de quienes eran Javier y Alberto,se
entusiasmó. Pensaron que Alberto seria mas blando que el resto de
profesores,pero se equivocaron. Pese a todo,a Javier y a mi nos daba
mucho mas trabajo que al resto. Aunque debo decir que él siempre nos
ayudaba por las tardes e incluso para los trabajos de otras
asignaturas. Se había convertido en mi mejor amigo. Ya casi no veía
a Mune y a Ray, que casualmente siempre tenían cosas que hacer cuando
les decía de quedar. Me sentó realmente mal que ellos no se lo
tomasen tan
bien como el resto. Pronto me enteré de que Mune y Ray estaban
saliendo, lo sabían todos menos yo. Y nunca llegué a entender porqué.
Fui a decírselo a Mune, pero me soltó “y a ti que te importa, ¿te
molesta que ya no esté coladito por ti?” Me sentó realmente mal
que me dijese eso, ya que ni siquiera sabia que Ray había estado por
mí. Se lo comenté a Alberto y se empezó a reír. Yo no le encontré
gracia al asunto y le repliqué hasta que todo acabó en un empate.
Los dos teníamos nuestra parte de razón.
Al
llegar al paraíso ,de pronto me sentí tranquila. Me merecía unas
vacaciones. Me había pegado los dos años de bachillerato
prácticamente como un monje, salía pocas veces con Mune y Ray, y
desde hacia poco, solo salía con Alberto. Aunque solo éramos
amigos, algo que yo estaba dispuesta a cambiar durante esas
vacaciones...
Cuando
llegamos a la casa que había alquilado mi padre, hasta él se
sorprendió. Teniamos de todo,mayordomo,chica de limpieza... Era como
convertirse en princesa durante esas vacaciones. Ademas un colega de
mi padre nos habia dado invitaciones par ir a montones de
fiestas,tanto locales como de gala. Era todo como una película
romántica. Eran casi las ocho de la tarde cuando quedamos
instalados, todos estábamos cansados así que decidimos dar una vuelta
e ir a cena fuera y luego ir a descansar. Iba a ser un mes de
vacaciones muy movidito. La casa estaba situada en la playa, solo
había que bajar las escaleras desde la terraza para llegar a la
cálida arena.
-¿¡Sabeis!?
¡Al fnal Kim podrá venir! -Dijo Javier entusiasmado.-¡Llega
mañana!
-¿De
verdad? Estupendo.-Dije contenta de ver a mi primo feliz.
Desde
que había llegado habían empezado a salir y se les veía felices, ella
incluso mas enamorada que él. Mi padre les había dicho que no había
inconveniente en que ella pasase las vacaciones con nosotros y eso a
mi me daba un respiro. Si nó hubiese tenido a mi primo acuestas todo
el día y yo tambien queria tener mis días de libertad.Aquella
primera noche fue muy especial,fuimos a un restaurante que tenia unas
vistas espectaculares, cenamos al aire libre con velas y todo. Cuando
llegamos a las habitaciones,la de Alberto estaba justo al lado de la
mia. Nos miramos intensamente y entramos cada uno a nuestras
habitaciones, pero había algo diferente. Esa mirada no habia sido de
amistad,habia sido una mirada cómplice,habia algo mas entre
nosotros.
Esa
noche soñé con él, con sus manos, sus caricias, sus besos... Pero
todo se esfumó cuando la luz de la mañana me despertó. Miré el
despertador y vi que ya eran las once. ¿Porqué no me habían
despertado? Me levanté y me di una ducha rápida, me puse un vestido
blanco y me calcé unas sandalias. Bajé rápidamente a la cocina, no
había nadie,¿era posible que se hubiesen olvidado de mi? Subí de
nuevo a mirar si estaban en sus habitaciones, pero no había rastro de
mis padres, ni de Javier. No me atreví a entrar a la habitación de
Alberto. ¿Qué demonios pasaba? Entonces escuché mi móvil.
-Cariño, hemos
ido al aeropuerto a buscar a Kim, llegaremos en un rato. Alberto ha
dicho que te esperaba en la playa. No lo hagas esperar más. -Dijo
mi padre con cariño. Tras lo cual me colgó.
Me
quité el vestido para ponerme el bikini debajo. Bajé las escaleras
y lo vi tumbado sobre la arena, con los ojos cerrados y empapado de
agua. Su torso brillaba y las gotas de su pelo parecian rubíes. Su
pelo al sol tomaba un tono rojizo. Me acerqué y le hice sombra, al
notar mi presencia sonrió y dijo:
-¿Quién
me está tapando el sol?-Abrió los ojos y se levantó.-Pensé que no
te levantarias nunca,bella durmiente.
-Estaba
muy cansada.-Suspiré. -Pero hoy estoy con mucha energia,pensaba que
me habiais dejado sola.
-Ellos
sí, yo no. -Dijo con su cálida sonrisa. -¿Vienes a darte un baño?
-La
verdad es que me gustaría ir a comprar un par de cosas.
-Está
bien ,me visto y te acompaño.
-Si
quieres puedes quedarte... No tengo problema en ir sola.
-No, voy
contigo. -Dijo.- Vamos a coger el dinero,¿quieres ir caminando o
prefieres el coche?
-Mejor
caminando. -Sonrió ante mi respuesta.
Paseamos
por la isla y me sentí como en casa, el lugar era muy familiar y la
gente muy agradable. Casi todos hablaban o español o inglés asi que
no nos costó comprar. Nos paramos en varias tiendas de ropa típica
de allí y nos llevamos muchas cosas para los demás. Yo recordé las
tallas de Kim y decidí retomar mi amistad con ella,le compré un
vestido fresco de color lima, que según me había dicho Javier, seguía
siendo su color favorito. A Javier le compré unos pantalones de lino
azules y una camiseta beige bastante holgada. A mi madre le compré
un vestido blanco de tirantes hasta los tobillos y a mi padre un
pantalón de lino blanco y una camiseta del mismo color,para que
hiciesen juego los dos. Eran una pareja perfecta y muchas veces se
vestian en concordáncia con la ropa. Para el que mas me costó fue
para Alberto... Estaba acechándome todo el rato y me había echo
prometerle que no le compraría nada, pero yo no me daba por vencida
tan fácilmente. Salimos de una de las tiendas y entonces vi dos cosas
estupendas... En el escaparate de una tienda había unos vaqueros de
un color marrón claro desgastados con una camiseta de un tono un
poco mas claro. Y un vestido marrón fuerte con unas sandálias del
mismo color. Me enamoré al instante de la ropa de los maniquís.
Eran justo lo que buscaba. Le dije a Alberto si podia ir comprar
unas pulseras iguales para todos mientras yo me probaba unos
bikinis,lo cual era mentira. Él se quedó con las bolsas mientras y
yo salí casi corriendo a la tienda. Al entrar vi que los precios
eran elevados,aunque eso no era de importancia. Pero el hombre de la
tienda me miró con desconfianza.
Al
final cuando me vio sacar la tarjeta de crédito, probablemente pensó
lo mismo que todos: >>Niña rica con dinero de papá.<<.
Lo cual en parte era cierto, pero en ese momento no me molestó.
Compré dos bikinis para hacerle creer a Alberto que era lo que había
estado haciendo.
Cuando
por fin sonó mi móvil, regresamos a la casa y saludamos a Kim. Les
di los regalos a todos, excepto a Alberto. Él no sabia que no habia
cumplido lo prometido, pero no era una promesa firme.
-¿Para
Alberto no hay nada?-Dijo mi madre mirándonos a todos.
-No
ha querido, me ha echo prometer que no le compraría nada. -Me acerqué
a ella y le susurré.- No te preocupes, tengo una sorpresa para él. -Mi
madre sonrió.
Kim
al ver su regalo se acercó y me abrazó. Fue toda una sorpresa, pero
me sentí unida a ella. A fin de cuentas, había sido mi mejor amiga.
Sabía muchas cosas de ella. Me dio las gracias y me propuso tener una
noche solo nosotras,para ponernos al día. Acepté encantada por no
tener compañía varonil durante una noche,me hacia falta estar sola
o con chicas. Esa noche Javier y Alberto se iban a un pub muy famoso
de allí. Mientras ,Kim y yo íbamos a ir al restaurante al que
habíamos ido el día anterior. El camarero me reconoció y me saludó
con simpatía. Kim y yo charlamos hasta que la sinhueso ya no podia
mas.
Estaban
cerrando cuando por fin nos marchamos del restaurante y decidimos
seguir y salir a bailar y tomar unas copas. Fuimos a un pub cerca del
muelle y allí estaban ellos... Vi a Alberto bailar con una rubia
pechugona y aunque a él nose le notaba muy cómodo,sentí un ataque
de celos terrible. Kim se dio cuenta de mi reacción y me agarró de
la mano. Nos dirigimos hacia ellos y vi como Javier reía por la
situación de su tío. Me sentí fatal y Kim me susurró:
-Hazte
pasar por su novia, ponte delante, no dejes que te lo quite boba. A él
no le gusta. Venga,ve.-Dijo empujandome,tras saludar a Javier con un
beso. Javier me miró y asintió con la cabeza.
Alberto
miraba hacia todos lados en busca de ayuda,la situación pese a mis
celos,y vista desde otra perspectiva,resultaba bastante graciosa. Me
acerqué a Alberto cogiendo aire y con confianza. Toqué a la rubia
por el hombro y le hablé.
-Perdona,¿te
importa? Esta conmigo.-DIje con frialdad.
-¿Y
tú quién eres?-Dijo la rubia,que apestaba a alcohol.
-Su
novia. -Dije alzando la voz. -Asi que te agradeceria que soltases a
mi chico.-La aparté de él poniendome en medio. -Ahora,lárgate.
La
chica se fue maldiciendo y Alberto me abrazó susurrando un
>>¡gracias!<<. La rubia nos miraba desde una
esquina con rabia y Alberto al mirarla me cogió por la cintura y me
atrajo hacia él . Era la primera vez que estábamos tan cerca y el
corazón me iba muy deprisa. Esperaba que él no lo notase,pero
estaba segura de que sí.
-Estás
temblando...-Dijo mirándome fijamente. -Ha sido culpa mia,tenia que
haberme librado solo de esa pesada.
-No...No
pasa nada. Estoy bien,solo es la adrenalina. -Dije sonriéndole.
Me
abrazó fuertemente contra su pecho y me relajé,al parecer él lo
notó y me acarició el pelo. Nos sentamos en unos taburetes y
pedimos de beber. Cuando ya llevaba dos copas me empezó a subir el
alcohol. Alberto y yo bromeamos. Mientras ,Kim y Javier estaban tan
empalagosos, que no hablaban con nosotros. La rubia habia encontrado
otra presa y al otro parecia gustarle. Así que me aparté un poco de
Alberto, tenía un calor increíble y las copas me dieron un pequeño
mareo. Le dije a Alberto que iba a salir a tomar el aire y se ofreció
a acompañarme. Cuando salí de aquel lugar oscuro y la brisa del bar
chocó en mi cara se me pasó el mareo. Me agarré al barandilla que
habia en el muelle. Alberto se puso a mi lado y contemplamos el mar
sin decir palabra. Pasó un buen rato hasta que me encontré mejor.
Nuestras miradas se encontraron y nos fuimos de nuevo al pub. La
noche todavia no habia acabado.
-Me
ha sentado bien salir,gracias. -Dije sonriéndole. Una brisa de aire
fresco me hizo tiritar y él me abrazó,hasta llegar al bar. Me
sentía protegida por él.
Cuando
entramos vimos a Javier y Kim bastante borrachos,aunque aun se
aguantaban en pie. Nos los llevamos a la casa intentando hacer el
menor ruido posible, los metimos en su habitación y salimos a la
terraza que comunicaba mi habitación con la suya.
-¿Te
pusiste celosa por la chica rubia?- Preguntó rompiendo el silencio.
-¿Qué?
Yo... ¡No!-Dije ruborizándome.
-Mentirosa. -Dijo
con picardía.- Cuando la has visto agarrarme te han entrado ganas de
estrangularla.
Dicho
eso me puso contra la pared de la terraza y sus labios tocaron los
mios. Por fin el beso que tanto habia esperado se estaba haciendo
realidad. Nuestras manos buscaban cada rincón de nuestro cuerpo. Me
agarró por el pelo y me besó con pasión,fue un beso largo y
extremo que hizo que todos mis sentidos se avivarán aun más. Me
aferré con fuerza a su espalda y ladeé la cabeza hacia atrás.
Cuando hice ese gesto,bajó su boca hasta mi cuello y me dio pequeños
mordiscos por todo el cuello,haciendo que me perdiese en mi propio
mundo. No sé si habían pasado minutos o horas desde que nos
besamos, pero pronto nos encontramos mirándonos con un intenso deseo
en los ojos. Tambien habia confusión,acababa de pasar lo que
habiamos evitado durante meses...
-No
sé que me pasa contigo... Lo he intentado todo, pero eres como una
bruja que me hechiza. ¿Porqué?- Dijo apartándose de mí y
llevándose las manos a la cabeza.
-Yo... Yo... -No
me resistí y salí corriendo hacia la puerta de la terraza que daba
a mi habitación,(ya que la terraza daba a las dos habitaciones).
Entré
y cerré la puerta lo mas rápido que pude. Me tiré en la cama y
lloré desconsolada. ¿Qué demonios había pasado? Tocó a la
puerta, no había corrido las cortinas y me estaba viendo, pero no me
importó. Él,al ver que no iba a abrirle cesó de tocar. Cuando por
fin se me acabaron las lágrimas,suspiré triste. Alberto se habia
arrepentido... Miré hacia la puerta que daba a la terraza y lo vi
apoyado en la barandilla. Tenía expresión triste y la mirada
perdida. Me levanté y fui al baño,cuando me vi la cara en el espejo
di un grito ahogado. El rímel recorría mi cara y tenia el pelo
alborotado. Me metí en la ducha y a pesar del malestar que tenia en
el cuerpo,puse agua helada. Me sentía perdida... Tonta.
Salí
emvuelta en la toalla y ahí lo vi. Delante de mi puerta ,miré el
reloj y vi que eran las cuatro de la madrugada. Me acerqué a la
puerta y le dije que se marchase con toda la calma que pude.
-Por
favor,tenemos que hablar. -Dijo con voz ronca.
-No
hay nada de que hablar. Mañana será otro día ,prometo no decir
nada. Sé que ha sido un error. Ya está puedes dormir tranquilo,no
te acosaré ni nada por el estilo. Buenas noches.-Cerré la
cortina,hice ademán de que se marchara y me eché en la cama. Di
vueltas y vueltas y cuando vi que empezaba a amanecer salí a la
terraza. El cielo aun tenia esos colores fucsias y anaranjados y era
una vista hermosa,las olas rompían por el aire caliente y los
pájaros se veían a lo lejos.
Bajé
a la cocina y aunque mi cara no tenia muy buen aspecto,intenté
parecer lo mas serena posible. Javier y Kim todavia no se habian
levantado y mis padres habian dejdo una nota :
-Estaremos
todo el día en la playa,nos vemos todos a la hora de comer en el
restaurante. Papá y mamá. -Releí la nota y me di cuenta de que me
tocaba estar todo el día sola o con ellos tres y
realmente... Prefería estar sola.
Cogí
un bol y me puse cereales,salí a la terraza que daba a la playa a
través de la cocina,enchufé mi Ipod y disfruté de mi momento de
soledad. Creo que me quedé dormida,pero al rato escuché gritar mi
nombre. Me levanté de un salto y seguí la voz.
-¿Qué
pasa?-Dije subiendo las escaleras.
-¿Dónde
te habías metido?-Dijo Kim preocupada.-Llevamos casi una hora
buscándote.
-Estaba
en la terraza escuchando música. ¿No se os ocurrió mirar allí?
-La
verdad es que no... Lo siento... -Me dijo.- ¡Chicos! ¡Estaba en la
terraza, no busquéis mas!-Dijo gritando.
-¡Joder ,Miranda!
¡Nos tenias preocupados! Pensabamos que habias salido sola...
-¿Y
qué?-Dije con indiferencia. -Lo que haga o deje de hacer no os tiene
que preocupar. Y ahora si no os importa,quiero estar sola. Pasadlo
bien. -Intenté sonreírles, cuando vi que Alberto salía de su
habitación.-Adiós.-Dije cuando vi que Alberto pretendía alcanzarme.
Entré
en mi habitación corriendo y puse el pestillo. Ladeé la cabeza de
lado a lado intentando contener las lágrimas, pero no pude. Nunca en
mi vida había llorado tanto ,me sentía estúpida. Cogí dinero y
cuando escuché que todos se habían marchado, salí a comprar. Caminé
por unas pequeñas calles donde me habian indicado que estaban las
librerias. Encontré un libro que me llamó la atención, uno que iba
sobre un amor prohibido. Sin pensarmelo, lo compré. Al salir, me
dirigí a la calle principal. Al salir me volví a colocar las gafas
de sol y me dirigí al restaurante,ya eran casi las dos...
Cuando
llegué todos estaban sentados en la mesa,él camarero me saludó
tímidamente al ver la mirada que le echó Alberto y eso me
molestó, pero le sonreí lo mejor que pude. Hice un saludo general y
me senté. No me entraba la comida, y eso que era una simple ensalada.
-¿Estás
enferma,hija? -Dijo mi madre preocupada. -No has comido nada.
-No
me encuentro muy bien. ¿Os importa si voy a casa? No quiero
fastidiaros la comida.
-Claro,vete.
Toma... -Dijo mi padre tirándome las llaves del jeep.
-Gracias.-Sonreí
tímidamente y salí casi corriendo del restaurante. Noté una mirada
fija clavada en mi espalda y eso hizo que corriese mas.
-¿Porqué
huyes de mí?-Dijo.
Me
giré y me encontré con esos ojos marrones, tan profundamente
doloridos como lo estaban los míos.
-No
huyo. Más bien me escondo.¿Te importa? -Dije intentando apartarlo de
delante de la puerta del jeep.
-Sí,me
importa. ¿Porqué te escondes? Ni siquiera me has dado oportunidad
de hablarte, no me escuchas.
-Porque
sé lo que me vas a decir y no quiero oírlo. ¿Entiendes?
-¿Cómo
sabes lo que te voy a decir si no me has dado oportunidad de hablar?
-Porque
no quiero escucharte, Alberto. Me lo dejaste claro ayer con tu
reacción.-Lo aparté y me subí violentamente al coche. Vi como daba
la vuelta y se subía al coche.
-Me
vas a escuchar,sea como sea.
-Mis
padres te estarán esperando. Ve con ellos. No hagas tonterías.
-Les
he dicho que te acompañaria por si te mareabas, no hay problema.
Venga,yo conduciré.
-No, yo
conduzco, estoy bien para conducir. -Dije apretando el volante.
Como
él no iba a dejarme, decidí seguirle la corriente y llevarlo
conmigo. Pero pretendía salir corriendo a mi habitación nada mas
llegar. Si llegaba a escuchar las palabras de rechazo de su boca,me
hundiría totalmente y no estaba dispuesta a ello.
Cuando
llegamos a la casa,me bajé rápido del coche y esperé a que él
bajase,pero estaba casi preparada para subir las escaleras cuando me
dijo:
-Ni
se te ocurra salir corriendo porque aunque tenga que derribar la
puerta,hablaré contigo.-Me pilló por sorpresa que dijese ese,pero
supe que si yo corria él iria detrás.
-Vale.-Dije
intimidada por su mirada.
Subimos
las escaleras despacio hasta llegar a la terraza. Habia un pequeño
sofá al cual yo me dirigia a sentarme antes de que comenzase su
charla,pero me sorprendió cogiendome y poniendome como noche
anterior,pegada a la pared y con un beso apasionado,se dejó de
palabras y me demostró lo que realmente queria decirme.
-¿Porqué?-Dije
entre suspiros.
-Porque
te quiero...
Sus
palabras me dejaron pasmada, pero no pude contener lo que sentía por
él y nos volvimos a besar. El beso fue mucho mas insistente que el
anterior y pedia mas. Me agarré a su cuello y él me agarró de las
nalgas para subirme a él. Entramos a la habitación y me tumbó
sobre la cama,sus besos cada vez eran mas tiernos y sus palabras
dulces. Solo pude susurrar su nombre entre suspiros. Aunque no le
había confesado que era virgen... Algo de lo que se daría cuenta muy
pronto...
Nos
desprendimos de la ropa con facilidad y las carícias se fueron
intensificando. Introdujo sus dedos en mi y gemí de placer. Me miró
a los ojos en señal de pregunta y solo con mirarme supo mi
respuesta.
-No
te haré daño, te lo prometo. -En ese momento, me ruboricé tanto que
un tomate a mi lado no estaba rojo. Él me miró sonriendome y me
acarció la cara.
-¿Lo
sabías?
-Desde
el primer momento. Sé que no eres de esas. -Dijo besándome. Cuando
dijo eso me relajé.- No pasa nada... Tranquila,solo disfruta.
Entonces
entró en mí, esperé sentir dolor, pero solo noté un pequeño
pinchacito y un placer tremendo. Los dos nos acoplamos a un ritmo
frenético del cual no queria salir.
Quise
aguantar un grito,pero no lo conseguí los dos alcanzamos el orgarmo
y Alberto cayó sobre mí,repleto de sudor. Me besó el pelo y tras
una llave y con mucha agilidad,me colocó entre sus brazos.
-¿Estás
bien?-Dijo apretandome contra él.
-Sí... -Susurré.
Acababa de tener la mejor experiencia de mi vida y no me lo podia
creer.- ¿Siempre es así?-Pregunté.
-Cada
vez es mejor. -Dijo recuperando el aliento.- Y contigo estoy seguro de
que serán muchas veces...
-Esto... Y
ahora... ¿Qué?- Dije cambiando el tono.- ¿Dónde nos deja todo esto?
-Creía
que lo habia dejado suficientemente claro. Te quiero conmigo, en mi
cama, para siempre.
-No
me has preguntado nada.
-Si
te lo hubiese preguntado, ¿me habrías dicho la verdad? ¿Me habrías
dicho que me querías?
-Probablemente... No... Pero porque tu reacción cuando me besaste no fue para nada positiva.
-Bueno
ahora te voy a demostrar lo positivo que puedo ser... -Dijo tomándome
de nuevo entre sus brazos hasta hacerme retorcer de placer.
Cuando
escuchamos la puerta de abajo y unas risas sonoras que provenian de
mi padre,los dos nos miramos con un expresión que no conseguí
descifrar.
-¿Qué
hacemos?-Pregunté acalorada.
-¿Qué
quieres hacer? ¿Quieres contarselo ya? Por mi no hay problema,pero
quizás deberiamos preparar a tu padre. No sé que pensará y hay una
diferencia de edad que quizás no le guste...-Dijo pensativo.-Lo dejo
en tus manos,toma tu la decisión.
Dudé
un momento y decidí que era mejor no contarselo aun. Alberto tenia
razón,habia que prepararlo,tenia que preguntarle si le pareceria
bien sin que se diese cuenta e iba a ser una labor bastante difícil.
Alberto se vistió y yo me hice la enferma cuando mi madre tocó la
puerta. Alberto se habia colocado a mis pies y parecia que nos
hubiese interrumpido en una conversación.
-Cariño ,tienes
mejor cara. ¿Has tomado algo? ¿Ibuprofeno?
-Sí,mamá.
Y Alberto ha sido un enfermero estupendo. -Dije esbozando una sonrisa.
Si mi madre supiera lo bueno que había sido...
A
la hora de cenar,decidimos hacer nosotros mismos la cena. Yo ya me
había levantado ,Kim y Javier se dieron cuenta de la complicidad que
había entre Alberto y yo y Kim se acercó misteriosamente para
preguntármelo. Para ella y Javier no podiamos tener secretos. A fin
de cuentas,pasaban casi todo el rato con nosotros. Cuando se lo conté
a Kim casi le da un desmayo de alegria,me abrazó y me propuso que
saliesemos los cuatro de nuevo aquella noche,pero esta vez,como
parejas. No como amigos. Me encantó la idea y por fin pude darle el
regalo a Alberto...
-Sabia
que aquel día no tramabas nada bueno,te lo hice prometer y no me
hiciste caso.-Dijo a modo de reprimenda,pero sonriendo.-La verdad es
que la ropa es muy bonita. Gracias,cariño.-Ese “cariño” me
mató,lo dijo con tanta dulzura que creí morir de amor.
-Me
alegro de que te guste,y espero que lo que yo me compré tambien te
guste...
-Mmmm...¿Ropa
nueva? Me encantará quitartela en la playa.
-Disculpe,señor,pero
está hablando con una dama. No crea que puede tomarla en sus brazos
sin que ella oponga resistencia. -Dije a modo de burla.
-Mademoiselle,disculpe
mi atrevimiento,pero no puedo evitar caer en la tentación. -Dijo
soltando una sonora carcajada.
Me
fui a dar una ducha y a cambiarme tan rápido como pude. El vestido
me quedaba perfecto,me dejé la melena secar al viento y me calcé
las sandalias con cuerdas. Me hacian parecer mas alta y eso me
gustaba,ya que Alberto me sacaba casi dos cabezas. Cuando salimos de
la habitación,me quedé embobada mirándolo. La ropa le quedaba
mucho mejor que en mi imaginación,aunque sabia lo que escondia tras
la ropa y era muchísimo mejor.
Bajamos
las escaleras y cuando Kim y Javier nos vieron se quedaron pasmados.
Ibamos cogidos del brazo y la verdad,nadie podia negar que haciamos
muy buena pareja. Los dos estabamos bornceados y el color marrón de
la ropa nos sentaba de maravilla. Mis padres sacaron la cámara de
fotos y nos hicieron tantas que pensé que me quedaria ciega con el
flash.
-Haceis
muy buena pareja. -Nos dijo mi madre. -Vamos a haceros una a cada uno
solos y luego en parejas.
Me
puse colorada por el comentario de mi madre y Alberto me agarró
fuertemente de la cintura. “¡Sonríe!”,susurró. Mi madre se dio
cuenta del gesto y sonrió complacida. Ella sospechaba algo,pero
sabia que no me diria nada hasta que yo no le contase la verdad. Al
día siguiente,se lo contaria todo.
Salimos
de casa agarrados del brazo. Ibamos a ir a un restaurante que habia
en otra zona y tardariamos casi 20 minutos en llegar al lugar. Al
llegar vimos una enorme terraza decorada al estilo hawaiano,pero con
un toque romántico. Kim y Javier que no habian hablando en todo el
trayecto porque se estaban comiendo la boca(literalmente), se
quedaron estupefactos. Era un sitio increíble. Estaba en una
montaña,por lo que desde ahí,practicamente se veía todo... Las
casas,el mar,el pequeño pueblo... Era perfecto. Durante la
cena,todos disfrutamos,hablamos,incluso nos animamos a bailar
canciones lentas en la pequeñas pista. Cuando ya se estaba haciendo
tarde,nos dirigimos al pub al que habiamos ido la noche anterior. No
sé porqué,pero estaba bastante nerviosa. Al llegar al pub vi a la
rubia pechugona y me sentí amenazada por su presencia. Vale que yo
no era fea,pero tampoco era un belleza como ella.
Alberto
me miró dos segundos y supe que no tenia nada que temer,pero ella no
me daba confianza. Nos pusimos a bailar y a beber como locos. Yo no
sé como lo hice,pero acabé saliendo yo sola. Alberto habia
desaparecido y me encontraba sola en el muelle. Me senté con mi
mareo sacando las piernas por la barandilla y asomé la cabeza. De
pronto escuché una voz muy familiar.
-¿Porqué
has venido,Rebeca? ¿No fue suficiente lo que me hiciste?
-¡No
hice nada! ¡Él te mintió!-Gritó la rubia pechugona.
-Estoy
harto,Rebeca. Lo nuestro acabó,no quiero que me sigas. No sé como
te habrás enterado de que estaba aquí,pero marchate.-Alberto se
enfureció-¡Vete!-Nunca lo habia visto así.
En
ese momento di un grito ahogado. Giré la cabeza y me di cuenta de
todo,la rubia era su ex,estaba en la isla y él no me lo habia
dicho...Me sentí humillada y engañada,cosa que hacia años que no
sentia. Me quedé sentada y evité girarme para que no notasen mi
presencia. Cuando por fin me quedé sola,me levanté y aunque estaba
un poco mareada,di gracias por haber cogido el bolso. Llamé a un
taxi y me fui a casa. Sentia una presión en el pecho que nunca antes
habia sentido,pero aguanté las lágrimas. Al llegar a casa,subí
corriendo a mi habitación y lloré con mi alma ardiendo. Me sentí
estúpida,humillada y bastante idiota por creer en él. Por mucho que
él la hubiese rechazado,yo estaba ahí y ella lo habia seguido,él
le habia dicho donde ibamos...
No
sé si era de noche o de día cuando tocaron a la puerta de mi
habitación,habia cerrado las persianas y puesto las cortinas. No
tenia ganas de ver a nadie. Medio adormilada me levanté y pregunté
quien era.
-Soy
Alberto,abreme.
-Largo.
-Miranda,por
favor...-Dijo con tono cansado.
-Déjame.
No quiero explicaciones,no quiero mentiras,no quiero nada. Solo que
te larges.
-Por
favor...
Tras
un largo silencio,oí los pasos que bajaban las escaleras. Mis padres
me llamaron al móvil para decirme que se habian marchado a la otra
punta de la isla y volverian en una semana,querian estar solos...
Cogí la targeta de crédito y bajé las escaleras sin que nadie me
escuchase. Salí por la terraza de la cocina y me dirigí a la playa.
Les mandé un mensaje a mis padres diciendoles que me iba unos días
a un hotel,sola,necesitaba relajarme. O al menos esa era la excusa
que les habia puesto,en realidad necesitaba olvidarme de todo lo que
habia pasado. No avisé a nadie excepto a ellos. Alquilé una
habitación en el hotel mas próximo que estaba a solo cuatro casas
de la nuestra,pero al menos nadie sabria donde estaba. Al registrarme
pedí expresamente que no diesen información sobre mi. No habia
cogido ropa para cambiarme ni nada, bajé a la tienda del hotel y me
compré algunas cosas para vivir esos dos o tres días que me iba a
quedar allí. Fui a la peluqueria,me hice la manicura,me corté un
poco las puntas,me puse mascarillas...En fin,me cuidé a mi misma. La
priemra vez que me sentia tan tranquila. Como en las películas
americanas,le conté mi vida a la esteticista,que se quedó asombrada
con todo. Me sentí rara por contarselo a una desconocida,pero mucho
mas aliviada. Era como contarselo a mi mejor amiga,sabia que nunca se
iba a saber. Me pegué dos días con el movil apagado,al
encenderlo,me encontré con treinta y siete llamadas de Alberto y dos
de mis padres. Los llamé enseguida para decirles que estaba bien.
Estaban preocupados por mí,pero no habian vuelto a casa todavia.
En
esos dos días estuve recapacitando. Tal vez, Alberto se lo habia
dicho en plan amigos y no tenia la culpa de que ella hubiese
venido,ya que habia escuchado decirle que él no la queria ver,pero
me habia sentado mal que no confiase en mi. Le mandé un mensaje al
móvil diendole donde estaba y si queria hablar conmigo,ya sabia
donde encontrarme. En menos de media hora lo encontré delante de mi
puerta con un ramo de rosas blancas y rojas.
-Perdóname,debí
habertelo contando antes,pero no me diste tiempo...-Dijo una vez lo
miré a los ojos.
-Me
hiciste daño,me lo ocultaste. Seguias hablando con ella y no me lo
contaste.
-No
pensé que vendría,además quedamos como amigos. Nunca pensé que
fuese a hacer tal locura. Yo te quiero a tí, Miranda. Créeme.
-Te
creo... Perdóname por ser tan desconfiada,no queria que me hiciesen
daño y al final me lo hice yo misma...
-Creo
que es hora de que tus padres se enteren de lo nuestro,a fin de
cuentas quiero estar contigo para siempre...
-¿Eso
es una proposición?
-¿Acaso
lo dudas? Cásate conmigo.
-Mas
que una petición parece una orden,pero una orden que estoy dispuesta
a obedecer...-Dije abrazándolo y besándolo,por fin algo acababa
bien...
FIN
¡Hola hola! Te comento lo primero porque tengo que leer antes el capítulo uno para poder decir algo jajaja Pero los libritos tienen pinta de interesantes, unas portadas muy de romántica sin duda jajaja Un besito <3
ResponderEliminarSeguro que te gsuta y si no te gusta... ¡Al menos te agradezco el que lo leas! Ya comentaré que tal las novelas.
EliminarUn saludo!
¡Hola! Fíjate que hace una semana, fui de compras a la librería y no compré Capturada porque no me gustó el capítulo final XD
ResponderEliminarMe gustó mucho la historia <3
¡Un abrazo!
¿N ote gustó el capítulo final? ¿Es que te lo leíste en la librería?xD
EliminarLa botita las vi en FB y me enamoré!! Yo tengo muchas lecturas atrasadas pero el género romántico no me atrae mucho. Ahora estoy leyendo "De acero", la historia de dos adolescentes amigas que viven en un suburbio italiano.
ResponderEliminarUn besazo!
¿A qué son bonitas? Es que yo fue verlas... Y tener esa necesidad imperiosa de comprarlas.
Eliminar¡Pues ya te comentaré que tal los libros!
Un beso
Oh, que botitas más cuquis. Me encantan. Sip, mi ahijado será un mimado de categoría. Y los libro, parecen interesante. Ya me dirás que tal. La historia super guay.
ResponderEliminarTQ
Será un mimado, siempre y cuando la madrina se digne a visitarle... ejem...
EliminarYa te comentaré que tal los libros,.
Muak
Interesantes libros. "Me ha llamado la atención la novia rebelde"
ResponderEliminarLa botitas estan hermosas. Me encantan las cosas artesanales.
Que lindo drama, muy buen desenlace. Miranda tenía razón, se sentía resentida. Si el hubiese confiado en ella, decirle lo de la fastidiosa ex.
Beso
¿Te puedes creer que aun ni los he empezado? Estoy de un vago... xD
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