¿Cómo lleváis el finde? Yo hoy he salido a comer. Y madre mía...
En serio, ¿desde cuando alguien se puede poner tan ceporra? Me he puesto morada. Eso si, comida sana, excepto el postre. Que ha caído una tarta de chocolate. Era inevitable.
Además, estaba tan buena, que se me ha hecho la boca agua. En realidad, es que con la comida, ahora disfruto mucho más que antes. Antes comía por pura gula. Ahora disfruto como si se me fuese la vida en ello. Así que ahí os dejo una fotito de lo que hemos comido hoy. Y una foto de mi panzorra. Aunque no sé porqué ,pero todo el mundo dice que no estoy tan gorda para estar de 29 semanas. Para el que no quiera contar o sea hombre, vienen a ser 7 meses. Y yo que me juré que nunca contaría en semanas, pero claro, en el fondo un embarazo son 10 meses "lunares". Vamos, cosa rara porque si. Porque al final el bebé sale ,cuando le da la real gana.
De entrantes, hemos tomado champiñones portobello con queso y bacon. Una delicia para el paladar. (En la foto de arriba podéis verlos). Y unas croquetas, que sinceramente... N osé de que eran, ya que como conocemos al dueño, le hemos dicho que nos pusiese algo interesante y nos las ha traído. Juraría que eran de gambas con algo más. Además que picaban un poco. El restaurante se llama Monkey's y es medio tailandés. Aunque en teoría es una pizzería. No sé si alguna vez os he hablado de este restaurante. Pero en otro momento, igual os hago una reseña por si venías a Mallorca.
Y de plato principal, carne de angus australiana. Vamos, carne que se derretía (prácticamente) en la boca. Nos han traído nuestra pequeña piedra y obviamente, yo he tenido que hacerla tipo suela de zapato. ¡Qué salga ya el niño! ¡Quiero volver a mi canibalismo! En serio, con lo que me gusta la carne poco hecha o el steak tartar... Eso lo llevo fatal. Pero bueno, ya queda menos, en dos meses suelto al cachorro y juro que haré todo lo que no he podido en estos meses. JOJOJO
Bueno, y de postre, pues ya sabéis, un cafetito (que nunca falte), y la tarta de chocolate. Que si, me la he comido yo sola, porque a mi chico no le gustan los postres. Y a mi en el fondo tampoco me suelen gustar, pero pienso que un dulce después de comer, ayuda a no tener tanta hambre después. Mejor salir bien llenito del restaurante y así a la hora de cenar, no te pones igual de ceporro. O a la hora de la merienda, los que meriendan,claro... 😆 Yo no solía merendar, hasta que me he acostumbrado por el cachorrito. Para que no le falte de nada. Y bueno, hoy os dejo con una historia también rescatada de mi pc, que tendrá unos ocho años o diez... No sé. Cuando pongo historias antiguas, juro que tengo ganas de cantar la canción de : ¡BUSCANDO EN EL BAÚL DE LOS RECUERDOS, UHHHHH! 😝
En fin, ahí os dejo con una de mis historias antiguas, así vais viendo como escribía. Espero que os guste y que la disfrutéis. Y por supuesto, que comentéis y deis vuestra opinión. ^_^
ETERNIDAD
Otra noche se hacia
eterna en el trabajo. El tiempo parecía pararse. Me bebí una
coca-cola y seguí pensando en mis cosas. Me quedé tan embobada,que
ni me di cuenta de que había clientes. Una de las chicas llamó mi
atención.
-Perdona,¿puedes
atendernos?-Dijo con desdén.
-Sí, disculpa. ¿Qué
queréis? -Dije saliendo de mi atontamiento mental.
Mientras servía las
copas,los chicos charlaban y reían a carcajadas. Les envidié,yo
hacia mucho que no me reía a mandíbula batiente. Cuando me pagaron
se fueron a sentar a unas mesas. Como no había nadie excepto
ellos,los miré varias veces por el ruido que hacían. Uno de ellos
captó mi atención... Esa cara me resultaba familiar,pero la gorra
que llevaba me impedía verlo del todo. Estaba serio,era el único
que no participaba en la conversación. Me produjo una sensación
extraña,sabia que lo había visto en alguna parte,que lo conocía de
algo...Pero,¿de dónde? Cuando por fin levantó la vista,unos ojos
verdes,muy brillantes,se cruzaron con los míos.
¿Marc?... No podía
ser. Bajé la mirada y comencé a hiper-ventilar. Marc no podía
estar ahí. Hacia mas de seis años que no lo veía. Justo al acabar
el instituto,tomamos caminos muy diferentes.
Nos conocíamos
porque en el último año, él había repetido y nos habían puesto
juntos en clase. Yo me enamoré como una idiota,pero él ni me
miraba. Solo hablábamos en clase de biología, porque nos habían
puesto como pareja de laboratorio. Y ahora yo con veintidós y él
con veintitrés,nos volvíamos a encontrar. Tras unos segundos
agarrada a una de las neveras, intenté mantener la compostura. Me
senté encima de una y me abrí otra coca-cola. Resultaba extraño,yo
había cambiado bastante,pero él seguía siendo exactamente igual
que como yo lo había conocido. Se quitó la gorra y se levantó,¿era
posible que me hubiese reconocido? Lo miré y vi su cuerpo
atlético,tenia mas músculos que antes y su pelo estaba un poco mas
largo y revuelto de como lo llevaba en el instituto. Había crecido
un poco más, pero seguía teniendo esa mirada pícara mezclada con
una cara de niño bueno. Yo había cambiado tanto que era imposible
que me reconociese.
Cuando iba al
instituto, iba teñida de rubia, pesaba mas de ochenta kilos, era
bajita y con la cara llena de granos. Sin embargo ahora,con mi color
natural, pelo negro azabache ,un cutis limpio,delgadita y bien
proporcionada,era prácticamente imposible reconocerme. Vi como
llegaba a la barra y me sonreía de manera pícara.
-Hola, Lucía. ¿Cómo
estás?-Dijo mientras yo lo mirada como una tonta.
-Me... Me has
reconocido... ¿Cómo? Todos los que me ven no me reconocen...
¡Disculpa! Yo estoy bien,gracias. ¿Y tú?-Dije cogiendo una
servilleta y doblándola por los nervios.
-Y tú no estas
bien, estas estupenda. Los años te han mejorado mucho.-Dijo
sonriendo.
-En cambio, tú no
has cambiado nada. ¿Cómo me has reconocido?-Dije sorprendida.
-Por tus ojos, nadie
podría olvidar esos enormes ojos azules y esa expresión. -Me volvió
a sonreír y fue como si me estuvieran abrasando,mi cuerpo ardía
como fuego.
-¿Te acuerdas de mi
ojos? ¿Porqué? Siempre llevaba esas horribles gafas y nadie se
fijaba en mí.- Dije.
-Lo sé, pero fui tu
compañero durante un año entero. Incluso recuerdo que en tu carpeta
dibujabas corazones ,lunas, estrellas y tu color favorito era el azul
cielo. ¿Me equivoco?-Dijo acertándolo todo.
-Absolutamente, me
has impresionado. Yo nunca te dije cual era mi color favorito.-Dije
extrañada.
-Ya, pero por ese
entonces era muy observador. Sobretodo con la chica que me
gustaba.-Dijo con voz sincera.
-Recuerdo que
siempre llevabas algo azul,ya fuese una pulsera, una camiseta...
Cualquier cosa. -Me miraba fijamente, era como regresar al pasado, a
través de sus ojos.
-Increíble, ¿cómo
podía gustarte yo? Los otros chicos siempre se burlaban de mí y tú
nunca me diste a entender que te gustaba. Tenías a mas de cuatro
chicas locas por ti en clase, las más populares. No creo que yo te
gustase, simplemente lo dices por quedar bien o porque quieres ligar
conmigo,ahora.-Dije firme,pero sonando en broma.
-Si te soy sincero,
si que me gustabas ,pero tú no me dabas ningún tipo de esperanza y
lo segundo... Es posible. Nunca he conseguido olvidar esos benditos
ojos. En cuanto a las otras chicas, no me interesaban,porque no tenia
ni la mitad de cerebro que tú. Contigo podía hablar de cualquier
cosa y no te importaba el resto de la gente. Tú tenias opinión
propia, las otras solo decían lo que yo quería escuchar. -Lo dijo
todo tan rápido que me pareció que se quedaba sin respiración.- La
verdad, Lucía, son cosas del pasado, pero me disgusté cuando no me
pediste mi dirección,ni mi número...Nada. En fin... ¿Puedo
invitarte a tomarte un café cuando salgas? -Dijo recuperando el
aliento.
-Esto... Sí,claro.
Aunque salgo muy tarde. Además, ¿no se enfadará tu novia? -Dije
señalando a la rubia que lo llamaba.
-No es mi novia, es
una compañera de trabajo. Es una pesadilla. ¿Vendrás a tomarte el
café o un chocolate con churros?- Dijo mirándome fijamente.
-Claro, pero no
salgo hasta las seis. ¿Seguro que quieres esperar?-Dije para
averiguar su grado de interés por mí. Aun no me lo creía.
-No te preocupes, a
las seis vendré a buscarte, ¿tienes coche?-Preguntó.
-Sí,pero lo he
dejado en casa.-Dije,era cierto,había ido a cenar con una amiga y
ella me había llevado.
-Mejor, te
acompañaré a casa. Bueno ,voy con mis compañeros. Luego me paso a
recogerte.-Dijo despidiéndose con la mano.
Me quedé con la
boca abierta, me parecía un sueño cumplido. Marc estaba ahí,y me
había dicho que le gustaba, ¡y no había olvidado mis ojos! Durante
el resto de la noche ,permanecí absorta en el trabajo. De vez en
cuando lo miraba furtivamente y en mas de una ocasión nos miramos a
la vez. Era divertido y extraño. ¿Porqué ahora? Tres meses antes
había jurado no volver a enamorarme. Había salido de una relación
espantosa y quería paz, pero ver a Marc... Lo había cambiado todo.
La rubia que estaba
a su lado intentaba llamar su atención, sin éxito. Todo el rato
miraba hacia mí. Me hacia sentir bien y eso era peligroso.
¿Enamorarme de alguien del pasado? ¿Alguien que no sabía hasta que
punto había sufrido por él? Pero eso era algo que yo no podría
evitar. Ningún ser humano con corazón, es capaz de no amar. Fue
difícil tomar la decisión esa noche, pero Marc, era mi perdición.
Estar cerca de él, era como estar cerca de una torre de alta
tensión. La rubia intentaba tocarlo, pero Marc le apartaba la mano.
Cuando eran las seis menos cinco, mi corazón comenzó a dar brincos.
¿Solos Marc y yo?
Era la primera vez
que íbamos a estar así y me alteraba hasta un punto inimaginable.
De pronto vi que su grupo había desaparecido. ¿Se había ido sin
decir nada? ¿Acaso todo había sido una broma de mal gusto? Limpié
mi barra con aire asqueado y de pronto lo vi. Sentado al final de mi
barra con una cerveza en la mano. Las luces se encendieron y por fin
llegaba el momento. Cogí mi bolso, me despedí de mis compañeros y
le dije que ya podíamos irnos.
-¿Pensabas que me
había ido? -Preguntó riendo. -He visto como ha cambiado tu cara
cuando no has visto a mi grupo, te has enfadado. -Dijo.
-Sí, pensaba que te
habías ido sin despedirte y no me habías dicho nada.
Lo cierto es que él
tenia razón, cuando vi que no estaba mi cara cambió y me enfadé
muchísimo, pero cuando le vi al final de la barra, mi sonrisa
volvió.
-No me hubiese ido
sin avisarte. -Dijo, pero esta vez serio. - No soy un capullo
integral o al menos intento no serlo. -Dijo apretando el volante.
-No pretendía
ofenderte y no creo que seas un capullo integral. -Posé mi mano en
su hombro y le di un apretón cariñoso. El resto del camino fuimos
en silencio. Llegamos a una pequeña cafetería.
-Espera, no bajes
del coche.-Dijo saliendo a toda prisa, sin darme tiempo a responder.
Tardó casi diez minutos en volver, pero al hacerlo lo vi con una
bolsa colgando y dos vasos con tapa en la mano. -Perdón por
tardar,es que los churros han tardado más de la cuenta. -Dijo
abriendo el posavasos.
-¿Vamos a desayunar
aquí? -Dije.
-No,vamos a otro
sitio, pero no te asustes, no soy un violador ni nada por el
estilo.-Dijo mirando mi cara.
-Lo sé, pero es
raro. ¿A dónde me llevas?-Pregunté curiosa.
-Vamos a un mirador.
Recuerdo que dijiste que te gustaban los amaneceres y la brisa de la
mañana.-Dijo triunfalmente.
-Tienes muy buena
memoria... -Estaba tan sorprendida por el transcurso de la noche y la
mañana que la cara de asombro no se me quitaba.
Fuimos a un mirador
enorme, se veía toda la ciudad. Recordamos viejos tiempos y
locuras,mientras desayunábamos. Era una situación muy extraña,
pero, en absoluto, incómoda. Tras horas hablando, bostecé. No tenía
sueño, pero el cansancio, era inevitable. Marc me preguntó donde
vivía y me llevó hasta casa. Al despedirnos,me dio un suave beso en
los labios. Sin cortarme, le pregunté:
-¿Quieres tomar el
último café en mi casa?-Dije.
-¿Estás segura?
-Asentí y le di al botón que accionaba la puerta del garaje.
-Puedes meter el
coche aquí, así no tendrás que buscar aparcamiento.-Me miró unos
segundos como si quisiese asegurarse de que no me arrepentía.
Encontré su mirada y asentí con la cabeza,no habían dudas. Iba a
arriesgarme.
-¿Vives sola?
-Preguntó extrañado.
-No, vivo con mi
prima,pero está en las Fidji con su novio. -Dije poniendo tono de
envidia,sana.
-¿En las Fidji?
¡Qué buena vida!-Dijo.
-Sí, la verdad es
que se lo ha montado genial. Buen trabajo, buen novio y buenos
amigos, ella no puede pedir mas.-Dije.
-¿La envidias?
-Preguntó.
-Un poco, no me
quejo de mis amigos, pero mi trabajo en verano resulta aburrido y con
los chicos no es que tenga muy buena suerte. -Dije afligida.
-Pues esperemos que
tu suerte cambie a partir de ahora, ¿no?-Dijo sonriendo
peligrosamente.
Lo había visto
sonreír así a otras chicas, pero su mirada era diferente. Agradecí
que en mi casa no hubiese nadie, fue relajante poder charlar sin
murmullos detrás. Nos sentamos en las sillas de la cocina para tomar
“el último café de la noche”. Un café que no quería que
acabase.
-¿Quieres quedarte?
Ahora no tengo sueño y veré una película. Si no tienes nada que
hacer... -Dije intentado provocarle.
-Me parece bien.
-Dijo tranquilo.
Fuimos al salón y
le indiqué donde estaban las películas. Mientras,fui a ponerme un
camisón bastante sugerente y busqué unos pantalones y una camiseta
mas cómoda para él.
-¿Te importa si
solo me pongo los pantalones? Normalmente ,no duermo con ropa. -Me
miró y noté como se me subían los colores.
-Puedes quedarte en
calzoncillos, no tienes nada que no haya visto ya. Además, te
entiendo. Yo solo me pongo esto ahora, luego no.-Dije intentando
sonar tranquila.
-Si tienes calor, tú
tampoco tienes nada que no haya visto. -Dijo riendo.
Con toda la
naturalidad que pude, me quité el pequeño camisón. Marc me miró
de arriba a abajo y no pude evitar observarlo y hacer lo mismo. Se me
secó la boca y tuve que pasarme la lengua por los labios. Fue un
acto de supervivencia ,pero sabía que eso lo había provocado. Me
miró como una pantera,sus ojos se clavaron en los míos.
Todo parecía tan
inocente, que acabó siendo pura excitación. Sin poder evitarlo,
bajé la mirada. Lo que vi me encantó (para que negarlo) y la forma
en que se acercó a mi mucho más. Cuando por fin lo tuve tan cerca
que su nariz chocaba con la mía ,su mano me pasó por detrás y ya
no pudimos evitar caer. Ni en el mejor de mis sueños adolescentes,
había imaginado que fuese así. Noté sus manos por todo mi cuerpo y
me descubrí a mi misma haciendo lo mismo. Del sofá caímos al
suelo,por el cual rodábamos. La poca ropa que llevábamos,nos
pareció plomo a la hora de quitárnosla. Las ansias por estar juntos
aumentaban cada vez que nos miraba. Vi la cara triste de Marc,al no
poder desabrochar el sujetador. Estaba tan ansioso que le temblaban
hasta los labios. Le ayudé a quitármelo y nada más hacerlo se
apoderó de uno de mis pechos con la boca. Gemí como jamás lo había
echo.
Todo era confuso,el
mundo se había parado totalmente. Escuché mi móvil de fondo,pero
deseaba tanto el momento que estaba teniendo que me daba
absolutamente igual. Cuando entró en mí,parecía que íbamos a
explotar. Nuestros cuerpos ardían y nuestras mentes, parecían estar
ausentes. En ese momento, solo éramos, él y yo. Cuando ya no
podíamos aguantar más, gritamos todo el placer que nos habíamos
provocado. Se podía decir que él estaba incluso mas exhausto que
yo. Seguimos tumbados en el suelo y él me susurraba que era lo mas
maravilloso que había sentido en toda su vida. Cuando recordé que
había estado con mas chicas, una oleada de celos se apoderó de mí.
A pesar de que solo nos habíamos acostado,algo me decía que eso
todavía no había terminado. Cuando me di cuenta de que me había
dormido encima de su brazo, me levanté de un salto. Estaba
rodeándome con su brazo y al levantarme, se despertó.
-¿Dónde vas?
-Preguntó somnoliento.
-Vamos a la cama, te
dolerá la espalda si sigues en el suelo.-Tiré de su brazo para
levantarlo y me tiró sobre él.
-Dame un beso y me
levanto. -Dijo.
-¿Me estás
chantajeando? -Dije burlona.
-Sí,también se
puede llamar así. -Lo miré y le di un pequeño pico en los labios.
-¿A eso lo llamas
beso? -Dijo.
-¿Acaso no es lo
que has pedido? -Dije vengándome de su burla.
-Yo he pedido un
beso, no un pico de pajarito. Yo he pedido esto...-Me acercó su boca
y nos devoramos mutuamente.
Cuando nos
levantamos del suelo había pasado mas de media hora. Nos tumbamos en
la cama y él me estrechó entre sus fuertes brazos, hasta que volví
a quedarme dormida. En sus brazos, me sentía protegida... Era
absurdo, pero era así.
Al despertarme, casi
era de noche. Vi que Marc me agarraba , pero dormía profundamente.
Verlo dormir, era como ver un ángel. Como no quería levantarme,me
quedé observándolo.
-¿Me estás mirando
mientras duermo? -Dijo con los ojos cerrados.
-¿Qué? ¡No! -Dije
intentando disimular.
-Mentirosa. -Dijo
rodeándome con su otro brazo y enroscando sus piernas con las mías.
Me puso a espaldas
de él y con una sola mano me acercó a él y me penetró. Casi no
pude ocultar mi sorpresa, nos movimos al compás. Mientras lo
hacíamos, me besaba el cuello, los hombros, el pelo, yo apenas podía
tocarlo. Sus manos entrelazaban las mías y no me dejaba moverme. Ese
día acabamos tan derrotados, que no sabía de donde sacábamos
energía para seguir. Eran casi las nueve y aun no me había vestido.
En verano trabajaba todas las noches, pero ese día, realmente no
tenía ganas de ir.
-Tengo que ir a
trabajar... -Susurré.
-Pues...¡Arriba!
¡Habrá que ducharse!, ¿no?-Dijo.
-Sí, ¿cómo puedes
tener tanta energía? ¡No sé como aguantas!-Dije impresionada.
-Cualquier hombre
con una mujer como tú, no se queda satisfecho con uno. Quiere más y
más. Y la verdad, es que tú sabes como hacer feliz a un hombre. -En
ese momento,reí con amargura.
-¿Yo? ¿En la cama?
Ahora si que creo que te has vuelto loco.-Dije.
-¿Porqué? Eres
fogosa y no dices que no al segundo, ni al tercero, ni al
cuarto...-Dijo sonriendo. Al ver mi cara se dio cuenta de que algo me
preocupaba y me preguntó.
-Mi ex, siempre me
decía que era fría, nada apasionada y mucho menos fogosa... Es raro
que tú me digas lo contrario. -Dije triste.
-Cariño, ese tío
no sabia lo que te decía y no te trataba como hay que tratar a una
mujer.- ¿Cariño? ¿Me ha dicho,cariño? Mi estómago se revolvía
de satisfacción. Y lo mejor, creía de verdad en lo que me estaba
diciendo.
-La verdad es que no
me trataba muy bien y en la última pelea que tuvimos, me levantó la
mano. Eso fue la gota que colgó el vaso.-Él me miró, primero
extrañado y luego furioso.
-¿¡Quién!?
¿¡Quién era ese cabrón!? -Dijo casi a gritos.
-Matthew... Matthew
Baro.-Su rostro palideció.
-¿Cómo has dicho?
-Estaba tan blanco que temí que se desmayaba. Matthew era su primo.
Se habían criado juntos.
-Matthew, me dio una
paliza en una discusión que tuvimos. -Dije con voz ahogada.
-¡Mierda! ¿Mi
primo? ¡Nos dijo que una mujer le había tendido una trampa!
¿Estuviste con mi primo y él no me dijo nada? -Su cara estaba roja
de rabia y le entendía. Su primo era un desvergonzado y un
maltratador.
-Yo no le tendí
ninguna trampa, él intentó violarme, yo me defendí y al final él
pudo conmigo y me violó. Cuando acabó me dio una paliza. Yo lo
denuncié y ahora está en la cárcel porque violó a dos mujeres
más.¿Contento? Ahora ya sabes lo que pasó... -Las lágrimas
recorrían mis mejillas.
-¿Te...violó?
-Marc estaba tan enfadado que su cuerpo había quedado envenenado por
la rabia.
-¿Estás bien?-Dije
temblando.
-¿Bien? Si tuviese
a ese mal nacido delante mía,te aseguro,¡qué lo mataría con mis
propias manos! -Me abrazó con fuerza.- Tranquila,no te pasará
anda,nunca más. ¡Te lo prometo!- Hundí mi cara en su hombro y
sozollé. Me sentía insegura por mí, pero segura en sus brazos.
Matthew le había contado mentiras a su familia, sobre mí, pero
nadie sabía mi nombre.
Marc, me contó que
Matthew, al principio, hablaba maravillas sobre mí. Luego comenzó a
criticarme hasta que inventó una mentira, cuando le llegó la
denuncia. Me fui a la ducha y me puse el agua fría, necesitaba
sentir algo, porque por dentro al recordarlo todo, me había quedado
vacía. Tenía una horrible sensación, aunque por otra parte, la
felicidad, me invadía. Marc estaba conmigo y aunque no me había
jurado amor, había algo entre nosotros. Cuando salí de la ducha, vi
a Marc con la toalla en la mano.
-¿Cómo te
encuentras? -Dijo preocupado. Me envolvió en la toalla y siguió
hablando.- ¡Por dios,Lucía! ¡Estás helada! -Me tocó la frente y
me dijo que no podía ir a trabajar.-Túmbate, llama al trabajo e
intenta dormir, ¿vale?-Dijo.
-No quiero dormir,
no tengo sueño. Iré a trabajar y si me encuentro mal, vendré a
casa. -Me miró con expresión triste.
-Lucía, por favor.
Hazme caso. Quiero que estés bien.-Al ver su cara tan preocupada,
llamé al trabajo.
-Vendré en menos de
una hora. ¿Quieres que te traiga algo?-Dijo.
-Con que tú
vuelvas, es suficiente. -Dije en voz baja. Me tiré en la cama, tras
escuchar la puerta. Me sentía totalmente hundida. Lloré y lloré
hasta que escuché el timbre. Cuando me levanté y abrí la puerta,
vi a Marc con una rosa en la mano y una tableta de chocolate.
-Toma,
preciosa.-Dijo.- Creo que tienes que descansar, tienes mala cara.
Vamos, llamaremos para que nos traigan la cena. ¿Qué te apetece?
¿Pizza, chino, japonés...?-Dijo mirando la propaganda que había
traído.
-Mmmm... ¿Chino?
-Dije mirando el papel.
-Sí, ve a la
habitación, yo voy a llamar.-Me tiré en la cama y me quedé
dormida.
Cuando vi que Marc
estaba a mi lado durmiendo, sentí ternura. Algo que hacía mucho
tiempo que no sentía. Vi las bolsas de comida la pequeña mesa y los
platos vacíos. Al parecer, no quería despertarme. De pronto se dio
la vuelta y siguió durmiendo. Estaba tan guapo que le hubiese
acunado en mis brazos toda la noche. Lo cogí por la cintura y me
volví a dormir. Cuando estaba en un sueño profundo ,noté una mano
por mi cara. Me desperté y vi que me acariciaba y sonreía.
-¿Tienes hambre?
-Me preguntó.
-Mucha.-Dije
levantándome de un salto. Mi estómago rugió y Marc se arrodilló a
mi lado y le habló.
-Tranquilo, ahora te
damos de comer. -Me beso el vientre y me cogió por la cintura para
llevarme a la mesa.- ¡A comer!
Cuando vi el gran
plato que me había puesto le dije que sería incapaz de comérmelo
todo, pero me equivoqué. Comí más de lo que pensaba. Era normal,
en todo el día no habíamos tomado nada sólido. Estábamos a base
de agua y café. Eran casi las cuatro de la madrugada, tenía un
desajuste horario increíble y Marc no ayudaba mucho a equilibrarlo.
Cuando nos tumbamos en la cama, me habló de su trabajo. Desde que se
había graduado ,había abierto un taller junto a su madre de
ebanistería y carpintería. Creaban muebles y los vendían al por
menor. Me enseñó algunos diseños que él había echo. Como el
negocio les había ido también, tenían varias tiendas por toda la
ciudad y les iba realmente bien. Habían comprado una casa para su
madre y otra para él. Yo le conté parte de mi vida, estaba
estudiando diseño de interiores en la mejor escuela de la ciudad.
Nos alegró tener algo en común relacionado con el trabajo. Me
propuso que al acabar la escuela me asociase con él y así
conseguiría clientes muchos mas rápido y haría publicidad a sus
muebles. Nos pegamos hablando horas, el amanecer se pasó
volando,delante de nuestras caras. Entonces,llegó un momento
crucial,teníamos que hablar de lo que había pasado y fue él quien
rompió el hielo.
-Lucía... Tenemos
que hablar de esto.- Dijo agarrándome la mano.
-Lo sé, aunque no
sé que tenemos que decirnos, Marc. Nos hemos costado y probablemente
ahora me digas que no estás preparado para una relación, que todo
ha sido muy bonito, pero que quieres que solo seamos amigos,¿no?
-Suspiré.
-¡Guau! ¿Cuantas
veces te han dicho eso? ¡Te lo sabes de memoria! Aunque yo no uso
esas palabras, no iba a decirte eso.- Cuando vio que iba a hablar,
continuó sin dejarme.- Iba a decirte que me gustaría seguir
viéndote y si es posible iniciar algo contigo, pero veo que tienes
asimilado que te voy a decir adiós. Que solo ha sido un polvo, pero
para mí, no ha sido solo un polvo. ¿Crees que si hubiese sido eso,
me hubiese quedado aquí? Lucía,te lo dije,siempre me has gustado.
¿Quieres intentarlo conmigo?-Dijo apretándome la mano.
-¡Vaya...! No me
esperaba esto. No sé que decir... Esperaba que me mandases al diablo
y me sales con esto. ¡Claro que sí! -Dije abalanzándome sobre su
cuello.
-¿Ves? No todo
tiene que salir mal.-Me estrechó entre sus brazos y me olvidé de
todo. Algo me decía que saldría bien.
Pasaron varias
semanas ,tras esas dos maravillosos días. Tras conocer a su madre y
a sus amigos, me relajé mucho. Aunque solo nos veíamos de
madrugada, porque siempre me venía a buscar al salir del trabajo, el
buen feeling era indiscutible. Habíamos decidido dejar pasar un
tiempo antes de contarle lo que había pasado con su primo a su
madre. Cuando llegó el momento, la cara de la madre de Marc cambió
tanto o mas que la de Marc. Me pidió disculpas por lo que me había
echo su sobrino, pero naturalmente le dije que ella no tenía la
culpa. Se lo contó a la madre de Matthew y esta no lo aceptaba.
Aseguraba que yo era una mentirosa. No aceptaba la verdad. Era
normal, para ella su hijo era el mejor. Cuando terminó el verano,
empecé a trabajar solo los fines de semana y eso mejoró mucho la
relación con Marc. Siempre salíamos a hacer cosas distintas.
Salíamos con mi prima y su novio, era divertido, porque nunca nos
aburríamos.
Una noche me
llamaron para trabajar a última hora. Teníamos una cena y aunque
Marc era muy comprensivo ,se notaba que no quería ir solo, pero yo
necesitaba el trabajo y él lo sabia. Poco a poco, la relación se
fue consolidando y pronto decidimos vivir juntos. Aunque la casa en
la que yo vivía era mía, se la dejé a mi prima para que pudiese
vivir con su novio y yo me fui a la de Marc. La convivencia al
principio comenzó muy bien, pero poco a poco, empecé a tener
sospechas. Llegaba muy tarde a casa y siempre olía a tabaco y
alcohol. Lo raro de la situación era que él no fumaba y apenas
bebía alcohol, solo una cerveza, de vez en cuando. Mas de una vez,
le pregunté que pasaba y respondía que había mucho trabajo y se
quedaba reunido o trabajando. Yo me pegaba el día ,estudiando,
limpiando o trabajando y llegó un momento en el que casi no nos
veíamos. La relación se fue enfriando. Aunque el sexo con él, era
increíble, ya no era lo mismo. No me daba un beso cuando llegaba,
apenas me sonreía... Pequeñas cosas que hacían que la duda se
hiciese mas grande y la desconfianza fue mucho peor. Una noche me
dieron libre en el trabajo y fui de compras por la tarde. Mi prima
tampoco trabajaba y compramos varios conjuntos de ropa interior,
varios conjuntos,algunos vestidos,velas y otras cosas para crear un
ambiente erótico. Cuando llegué casa me puse a colocar velas e
incienso por toda la habitación. Me di un baño con sales aromáticas
y me puse el conjunto más bonito. Puse pétalos de rosa por toda la
cama y me tumbé a esperar,puse la tele y cuando escuché la puerta
la apagué y puse música lenta. Escuché unas risas, risas de
mujer...
Con furia me puse
una bata y me dirigí al salón, entonces les vi. Una rubia guapa,
despampanante, estaba en mi sofá, con mi novio. Sin decir palabra y
sin que ellos me vieran, me fui a la habitación a coger mi ropa. No
era capaz de derramar ni una sola lágrima. Cogí casi toda mi ropa y
la metí en dos enormes maletas. Cogí casi todas mis pertenencias,
prácticamente no dejé nada. Puse las maletas en la puerta ,la abrí
y la dejé entornada y fui al salón donde las risas y la música
seguían.
-Que te vaya muy
bien con ella ,mañana vengo a por el resto de mis cosas.-Dicho eso,
salí corriendo sin darle tiempo de reacción. Cuando lo vi, yo ya
estaba en el coche ya punto de arrancar. Al ver su cara extrañada,
grité:
-¡MENTIROSO!
Di marcha atrás
para salir y pisé el acelerador. Eran las once de la noche, llegué
a casa con un terrible dolor por dentro. Entré a la casa un poco
nerviosa ,me costaba no temblar, y por dentro me moría por rabia.
Cuando abrí, mi prima ,enseguida supo que algo pasaba.
-¿Qué te ha echo?
-Dijo enfadada.
-Está con otra. -No
pude decir nada mas.
Me fui a mi
habitación, que seguía exactamente igual, coloqué mis cosas en
menos de media hora. Laura (mi prima) tocó al rato, pero no quise
contestar,como ya me conocía me dejó tranquila. Me senté en la
cama y observé mi habitación,había vuelto de nuevo a casa. Miré
mi móvil y vi mas de catorce llamadas perdidas, todas de Marc.
-¡Qué te follen!
-Dije estampando el móvil.
Me tumbé en la cama
y no sé si fueron minutos o horas, pero cuando me levanté me entró
un mareo y recuerdo que lo último que vi fue el suelo...
Al despertarme,
enseguida vi que no estaba en mi habitación. Mi prima estaba dormida
en una butaca.
-Laura... ¿Laura?-
Cuando abrió los ojos se levantó para ponerse a mi lado.
-¿Cómo estás? ¿Te
duele algo?-Cuando intenté incorporarme un pinchazo tremendo,me
recorrió el brazo.
-¡Joder! ¿ Qué me
ha pasado?-Dije colocándome.
-Te encontré por la
mañana inconsciente en el suelo. Llamé varias veces y como no
contestabas, abrí.Cariño, tengo que decirte algo... No sé como te
sentará, pero estoy aquí para lo que sea, ¿vale?-Me miró rara.
-¿Qué me
pasa?-Dije asustándome. Parecían malas noticias.
-...Estas
embarazada.- En ese momento,mi mundo se paró,¿embarazada?Sí tomaba
la píldora, era imposible.
-Es imposible, se
habrán equivocado. Yo tomo la píldora, será un error.-Me miró y
supo lo que le iba a preguntar.
-Eso se lo he dicho
al médico, pero está mas que confirmado. ¿Qué te parece? ¿Se lo
dirás a Marc?
-No, no se lo voy a
decir. Este niño es mío y no quiero que lo sepa, ¿vale? Lo
tendré,pero lejos. Me iré hasta que nazca. -Dije dolida por mis
propias palabras.
-Me voy contigo, no
pienso dejarte sola.-Dijo de inmediato.
-Laura,tú tienes
aquí tu casa, tu novio y tu trabajo.No vendrás conmigo. Te quedarás
en casa y seguirás tu vida. Yo volveré en cuanto nazca. Quiero un
embarazo tranquilo.-Sabía que no se daría por vencida, pero algo en
mi mirada la hizo cambiar de parecer.
-Esta bien, pero
prométeme que me llamarás todos los días. -Nos dimos un apretón
en la mano y asentí.
Varios días
después, hice las maletas ,encontré un vuelo para Italia, para el
día siguiente.
Mi prima intentaba
convencerme de que no me marchase, pero la decisión estaba tomada.
Desde que Marc me llamó por última vez, no supe nada mas de él.
Cuando llegué al aeropuerto me dio nostalgia, pero como la decisión
estaba tomada, no me lo pensé. Cuando subí al avión me sentí
extraña,dos días antes había empezado a sentir los mareos
matutinos mucho peores y en ese momento tenía la misma sensación.
Corrí al baño y eché todo y más. Una de las azafatas me ayudó.
Cuando el vuelo terminó,me bajé sujetándome firmemente. Fui a por
las dos maletas que llevaba y me dirigí a casa. Mis padres me habían
dejado las llaves del ático que poseían allí. Aunque nunca les
pedía nada a mis padres,cuando ocurrió todo, tuve que acudir a
ellos. Mis padres no podía decirse que viviesen nada mal, mi madre
era abogada, muy prestigiosa en el país. Y mi padre, propietario de
una empresa de publicidad. A pesar de que me había criado entre
algodones y sabia que heredaría una gran fortuna, quise trabajar.
Habían intentando meterme en la alta sociedad, como ellos. Iban de
fiesta en fiesta, de reunión en reunión y todas con gente muy
importante y distinguida.
Aunque nunca me
faltó nada, cuando terminé el bachillerato, me puse a trabajar.
Mientras, el resto de las chicas con las que estuve en mi niñez, se
dedicaban a ir a fiestas y vivir del dinero de sus padres. Odiaba a
ese tipo de gente. Yo quería ganarme un prestigio con mi esfuerzo.
Cuando le conté a
mis padres lo del embarazo ,me ofrecieron su ayuda. La acepté a
pesar de que tenía suficiente dinero para vivir cómodamente un año.
Nada mas instalarme ,cogí el portátil y busqué tiendas de muebles.
Querií decorarlo entero. Mi suerte era que el ático estaba en una
de las mejores zonas de Roma. Mis padres me habían dado dinero para
decorarlo, pintarlo, y modernizarlo, ya que hacía años que no iban
y todo estaba bastante anticuado. Cuando bajé a recorrer las
tiendas, vi varias cosas que me gustaron, la mayoría las encargué,
pues antes quería pintar. Compré varios botes de pintura blanca
,brochas, pinceles, botes de color para mezclar... Cogí la tarjeta
de crédito que mis padres me habían dado. La suerte que tenía es
que la tienda de bricolaje estaba a una calle de mi casa y el
dependiente me ayudó a llevarlo todo. Al día siguiente, fui a mirar
un coche. Iba a quedarme allí casi un año, a pesar de mi
independencia con mis padres ,me habían inculcado que era mejor
tener coche a ir en taxi o bus. Aparte, de que era mucho mas cómodo.
Compré un Range Rover,un 4x4,siempre me habían gustado los coches
grandes y espaciosos. Cuando firmé los papeles y me entregaron las
llaves,me sentí feliz. El todoterreno era muy confortable. Fui a
hacer una gran compra,casi compré comida para un mes entero. Tras
unos días, terminé de pintar toda la casa, la había pintado con
colores claros, blancos e incluso un tono gris, parecido al perla.
El día que me
llegaron los muebles, los antiguos se los habían llevado los del
servicio municipal. Cuando por fin estuvo todo acabado, el resultado
fue espectacular. Cambié los electrodomésticos, las sábanas
blancas habían sido cambiadas por unas de raso negro. Todo estaba en
blanco y negro, excepto una de las paredes del que iba a ser mi lugar
de trabajo.
Esa pequeña
habitación que iba a ser un despacho, tenía la pared del fondo de
color rojo con ramas negras pintadas recorriendo los bordes. Había
quedado perfecto. Aunque el ático no era muy grande, disponía de
una terraza enorme, con las mejores vistas de la ciudad. Me sentía
satisfecha con mi trabajo e hice fotos para enviárselas a mis
padres. Me devolvieron el correo casi de inmediato:
>>Está
precioso,cariño. Iremos a verte en Navidad. Para lo que necesites,
llámanos. Te queremos, papá y mamá.<<
Aun no había
llamado para que me instalasen la línea telefónica así que llamé
para que me la pusiesen con varios canales de televisión e internet.
El televisor de plasma era enorme y cada vez que veía una película
el sonido envolvía toda la sala. En menos de dos semanas,empezaban
las clases. Una de las cosas buenas que había tenido en mi infancia
era aprender idiomas. Había aprendido italiano e inglés y al menos
podría entender las clases.
El primer día,entré
a clase un poco cohibida,no conocía a nadie y me sentía fuera de
lugar. Me senté y entró un hombre de unos treinta y cinco años,era
guapísimo,pronto dijo su nombre.
-Soy Mark View.
-Dijo en italiano.
Justamente ese
nombre... Mark, un nombre que no quería escuchar. Nos presentamos
uno a uno y nos explicó las bases del curso. Al ser alumnos de
último año,ya solo eran 3 meses. Los que ya habían trabajado en
algún lugar de decoración iban mas adelantados y en solo un meses
entregarían el título tras pasar un examen. Mark, miró todos los
currículums que le habíamos entregado y separó dos del resto.
Todos los miramos extrañados.
-Por favor ,¿quiénes
son, Lucía Fensa y Gian Carlo Squini?-Dijo buscándonos con la
mirada.
Levanté la mano
,junto con el chico. Mark nos habló enseguida.
-¿Qué hacéis
vosotros dos aquí?-Dijo extrañado.
-¿A qué se
refiere?-Dije con un perfecto acento.
-Los dos tenéis el
curso acabado,incluso tenéis mas formación que el resto de la
clase. No entiendo nada.- Dijo. Entonces Gian Carlo contestó.
-Creo que esa
diferencia de formación está en que la señorita y yo, hemos
estudiado en España.¿Me equivoco?-Dijo mirándome fijamente.
-Cierto ,vengo de
ahí. Supongo que son niveles diferentes, ¿no?-Pregunté un poco
incómoda.
-Sí, bueno
comenzaremos la clase y luego los dos vendréis a dirección a
solucionar esto, ¿de acuerdo?-Dijo Mark con una sonrisa.
-Claro.-Dijimos al
unísono.
Cuando comenzó la
clase me di cuenta de que tenía razón. Todo lo que estaba
explicando yo ya lo había dado. Al acabarla clase, Gian Carlo y yo
fuimos a dirección.
-Visto el problema,
hemos encontrado una solución, que quizás les parezca buena o
quizás no .-Dijo el director del centro, el señor Spinelly. -
Ustedes ya deberían tener su licenciatura y el diploma para poder
ejercer legalmente. Por tanto, se les dará lo dicho anteriormente,
si cumplen un curso avanzado de diseño. Por supuesto, el dinero que
han pagado pasará directamente a ese curso especial, impartido por
el profesor View. Será un curso intensivo de dos horas diarias,
durante un mes. Y tras hacer ese curso,también les entregaremos una
especialización. ¿Qué les parece?-Después de escuchar eso, el
corazón me saltaba de alegría. Solo un mes de clase y obtendría
muchas más cosas.
-A mí me parece
estupendo, señor Spinelly.-Dije de inmediato al igual que Gian
Carlo.
Comenzamos el curso
al día siguiente. A medida que pasaban los días, Mark y yo nos
llevábamos mejor. Incluso a veces íbamos a tomar café. Le confesé
que estaba embarazada y se quedó sorprendido ya que estaba de dos
meses y estaba plana como una tabla de planchar. Una noche al llegar
a casa, comencé a sentir molestias en el vientre. Enseguida llamé a
un médico. Me dijo que debía ir a una clínica antes de que
perdiese al bebé. Me llevaron en una ambulancia y sentí mucho
miedo. Realmente quería tener al niño. Llamé a Mark, mi profesor,
y estuvo conmigo en todo momento. Cuando el doctor me dijo que estaba
estable, me relajé. Mark,me llevó a casa y se quedó conmigo toda
la noche,ya que tenia miedo de que volviese a suceder y entonces
tendría que hacerme mas pruebas.
Se me olvidaba decir
que con Mark jamás podría pasar nada. Era mas gay que un pavo real
con sus plumas. Con él, me sentía muy segura y tranquila. Mark,
vivía solo y confesó que así se sentía: solo. Le ofrecí pasar
una temporada en mi casa, cosa que aceptó gustosamente.
Normalmente, dormía
conmigo, otras veces dormía en el sofá-cama de mi despacho. En esos
días, tras graduarme y empezar a construir mi legado, llamé a mis
padres muchas más veces. Estaban felices, porque ahora estaban más
presentes en mi vida. Mark, se marchó de vacaciones a Australia y
volví a quedarme sola, ya estaba de cuatro meses y se acercaban las
navidades. Mis padres viajaron hasta Italia y les preparé mi
habitación, mientras yo me acomodaba en el sofá-cama. Ellos
insistían en dormir ahí, pero no me rechistaron. Con mis cuatro
meses de embarazo, apenas se me notaba la barriga. Aún así, de vez
en cuando le hablaba e incluso mi padre miraba la barriga y sonreía.
En ningún momento nombraron a Marc, mi Marc... Tuve que preguntarles
por él, pero no sabían nada. Nadie sabía nada. Mi prima me llamaba
constantemente, para decirme que debía contárselo y mis padres
tambiín lo creían así, pero respetaban mi opinión.
Llamé a casa de
Marc y cuando su madre escuchó mi voz,se puso como loca de alegría.
Le conté dónde estaba y le confesé porque me había marchado. Se
quedó sin palabras, no le dije que estaba embarazada, pero le dije
que tenía que hablar con Marc enseguida. Ella lo entendió y me dio
su número de móvil. Al llamarlo, me saltó el buzón de voz y le
dejé un mensaje con mi número.
Era el día de
Navidad, mi madre cocinaba y mi padre ayudaba a todo. Yo descansaba
porque se me hinchaban los pies y los tobillos por el embarazo. Me
tenían muy mimada, como cuando era pequeña. Justo después de
comer, recibí la llamada de Marc.
-Hola Marc.-Dije.
-¡Lucía! ¿Se
puede saber dónde estas? ¡Llevo meses buscándote! Nadie quiere
decirme donde estás. -Dijo desesperado.
-¡Ahórrate los
sermones! Solo quiero darte una noticia y luego podrás seguir con tu
vida. -Dije intentando no ponerme nerviosa.
-¿Qué pasa?-Dijo
preocupado.
-Pues pasa que estoy
embarazada, de cuatro meses para ser mas exactos.-Al otro lado de la
línea se produjo una pausa un poco larga.
-¡¿Qué has dicho?
¡Estás de cuatro meses! ¿Porqué no me lo has dicho antes? ¿Dónde
estás?-Dijo medio contento, pero con un enfado notable.
-Estoy en Italia,
pero no quiero verte. Yo ya te he informado de lo que debías
saber.-Dije colgando el teléfono.
El corazón me iba
tan deprisa que pensé que me daría un infarto. Mi madre me hizo un
té, para relajarme. Me acosté en la cama y me dormí. Cuando sonó
mi móvil, lo apagué. Sabía que Marc no se daría por vencido.
Consiguió localizar a mis padres y ellos le dijeron donde
encontrarme. Me puse furiosa con ellos, pero dijeron que era lo
mejor. Y al final tuve que admitir que tenían razón. Mis padres
tenían cosas que atender en España y lo mejor era que volviesen.
Tras unos días, Marc se presentó en mi casa.
-Tenemos que hablar
muy seriamente. -Dijo entrando.
-No veo que es lo
que tenemos que hablar. -Dije enfadada. Entró sin saludar, ni
preguntar como me encontraba. Eso me sentó fatal, ya que mis
hormonas estaban revolucionadas. Nos sentamos en el sofá y un
silencio inundó el salón.
-¿Porqué me
dejaste? -Dijo tras un largo silencio.
-Porque no me gusta
que me engañen. -Dije fríamente.
-¿Engañarte? ¿Yo?
No sé de donde sacas eso.-Dijo con voz cansada.
-¿No? ¿Y la rubia
que estaba contigo aquella noche? ¿ME LA IMAGINÉ? ¡No estoy loca!
¡Sé lo que vi!-Dije gritando y totalmente enrojecida de rabia.
-Relájate. Viste lo
que quisiste ver. Yo no la toqué. ¿Acaso me viste besarla o
tocarla? -Dijo con tranquilidad.
-No, pero me bastó
veros. Ya me da igual lo que hicieses o no. Has venido por el niño,
¿qué quieres?- La frialdad con la que le contesté me sorprendió
incluso a mi.
-Quiero ver nacer a
mi hijo, quiero que tenga una familia y quiero que estemos juntos.
-Lo dijo tan firme que incluso dudé si me había equivocado con
él,pero me mantuve.
-Podrás ver a tu
hijo cuando quieras, pero olvida lo otro. Eso nunca pasará. No voy a
vivir con un mentiroso, para ser una cornuda toda mi vida.-Dije seca.
-Está bien, ¿y si
empezamos de nuevo? Quiero estar contigo,estos meses sin ti ,han sido
pura agonía. Te he estado buscando, hasta tu prima me ocultó donde
estabas. -Dijo con la voz rota de dolor.
-¿Empezar de nuevo?
No... No puedo vivir con un hombre que me engañó hace menos de
cuatro meses.-Dije dolida.
-Juro que no volverá
a ocurrir nada por el estilo, pero te aseguro que nunca te engañé.
Al menos, intentémoslo por el bebé. No quiero que crezca sin padre
como yo.-Dijo agachando la cabeza.
-Está bien,pero
solo lo hago por el niño. -Dije medio atontada por los
acontecimientos.
Esa noche Marc se
quedó a dormir conmigo. Me tocó varias veces el vientre y cuando
pensaba que yo dormía le hablaba. Iba a ser un buen padre pese a
todo. En una de las ocasiones, lo escuché diciéndole que aun me
amaba y sentía lo que había pasado. El corazón se me encogió. Una
parte de mí ,quería creerle, pero la otra me empujaba a repudiarle.
No quería que me hiciese daño de nuevo. Me levanté de la cama para
ir al baño y me quedé mirándolo. Se había quedado dormido con la
mano en mi vientre y yo al despertarme, lo había movido. Parecía un
niño pequeño al que había que proteger. Sin querer, choqué contra
una lámpara y el ruido le hizo despertar.
-¿Qué
pasa?-Exclamó sobresaltado.
-Lo siento, he
chocado. Vuelve a dormirte, Marc.-Entré al baño y me quedé un rato
mirándome al espejo. >>Aún lo quieres, sigues
enamorada.<<-Dijo una voz en mi cabeza.
Negué frente al
espejo, pero al volver a verlo ,mi corazón había reaccionado de
forma salvaje. Quería creerle... Durante esa noche pensé mil cosas,
la relación tenía que salir adelante. Mi hijo tenía que tener una
familia, tenía que hacerlo. Me quedé sentada en el sofá mirando la
luna. Marc se despertó y lo vi en la penumbra de la puerta,
observándome. Sonreía, hasta que giré.
-¿Te encuentras
bien? -Dijo preocupado.- Tenías la mirada perdida.- Se acercó a mi
lentamente. Me agarró la mano como lo hacia antes, un escalofrío me
recorrió el cuerpo.
-¿Porqué todo está
saliéndome mal? Yo solo quería vivir tranquila, tener hijos,
casarme, trabajar... No le pedía tanto a la vida.-Me eché las manos
a la cara.
-Tranquila, todo
saldrá bien. Lo prometo.-Dijo abrazándome. De pronto se oyó una
llave,”¡oh dios mio! ¡Mark!” - ¿Esperas a alguien?-Dijo
mirando mi cara.
-Sí,es Mark. Mi
profesor de diseño. -Dije intentando parecer tranquila.
-¿Estás con él?
-Dijo cuando abrió la puerta y entró al salón. Mark,al encender la
luz nos vio.
-¡Santo dio!
¡Qué susto! -Dijo saltando.
-No... -Dije
apretándole la mano a Marc.
-¡Lucía! ¿Come
va?- Dijo feliz. -¿Quién es? -Dijo mirando a Marc.
-Es Marc.-Dije
mirándolo fijamente, para que lo entendiese rápido.
-¡Ah! Marc,es un
placer. -Dijo besándole las mejillas. Marc me miraba aturdido. ¿Qué
pasa?- Me dijo con la mirada.- ¿Es gay?
-Sí, no te
preocupes, soy gay. No tienes que ponerte celoso. -Dijo Mark
entendiendo las miradas.
-Lo siento, antes me
he precipitado en sacar conclusiones. Lucía me habría contado si
estaba con alguien. -Dijo suspirando aliviado.
-Tienes razón,
bueno si no os importa que pase hoy la noche aquí... No sabía que
habías venido, Marc.-Dijo Mark.
La igualdad de los
nombres me hacía gracia. Y me reí.
-Puedes quedarte, ya
lo sabes. -Dije sonriéndole.- Nosotros volvemos a España dentro de
unos días. -Dije mirando a Marc.
-¿De verdad?
-Sí, quiero ver a
mis amigos y estar con mis padres. Mark,puedes quedarte el tiempo que
quieras.-Dije.
Pasaron varios días
y volvimos a España. Mi prima al verme corrió a abrazarme. Me
instalé con mis padres en la villa familiar. Marc me visitaba cada
día aunque mis padres estaban un poco rencorosos con él, pero en el
fondo sabían que era bien chico.Tras un mes, ya en el quinto de
embarazo, Marc quiso retomar seriamente la relación y me propuso
irnos a vivir juntos. Aunque lo pensé mucho, tras la decepción
anterior, acabé aceptando, pues si nos íbamos a casar teníamos que
vivir juntos. Mis padres nos adelantaron el regalo de boda
comprándome una casa enorme de estilo inglés. Con dos plantas,
jardín... En dos semanas tuve lista toda la casa, por fin mi casa,
mi familia. Mi madre no me dejó arreglar el jardín ya que de eso se
ocupaba ella. Marc se adaptaba a cualquier cosa y me ayudó a decorar
la habitación del bebé, pero antes fuimos a conocer el sexo del
bebé. El doctor no se podía creer que estuviese embarazada con tan
poquita barriga y mucho menos de cinco meses y acabó haciendo bromas
sobre las mujeres que me matarían por tener una figura tan
estupenda. Fue una manera muy sutil de calmar los nervios. Agarré
fuerte Marc y mi presentimiento se cumplió: era un niño.
Cuando se lo dije a
mis padres, empezaron a decirme nombres, pero yo ya lo tenia decidido
desde el principio,se llamaría Alejandro... Como mi padre. Se puso
tan contento que parecía una paloma con el pecho tan hinchado de
orgullo. Mi madre y yo rompimos a reír y Marc y mi padre se pusieron
a hablar sobre las cosas que le enseñarían a Alejandro. Esa misma
tarde fuimos a por sus primeras cosas: biberones,chupetes, ropitas...
Estaba tan feliz... Marc poco a poco me fue demostrando que de verdad
me quería. Aunque seguía teniendo mis dudas con la rubia. El día
del cumpleaños de Marc, teníamos una comida familiar en casa de su
madre con toda la familia. Cuando entré a la casa vi a su madre
rodeada de gente y a una rubia despampanante,la mujer rubia. El
corazón me dio un vuelco. ¿Quién era esa mujer? Marc me cogió del
brazo, su madre me abrazó y la rubia se acercó.
-Marc,¡cariño!
¿Cómo estás?-Dijo.
-Bien.gracias. Rose,
te presento a Lucía, mi mujer.-Dijo apretándome a su brazo.
-¿Ella es Lucía?
¡Vaya, primo! ¡Esta vez te has superado! ¡Es preciosa! -Dijo
abrazándome y ensanchando la sonrisa.
¿Primo? ¿Era su
prima y no me había dicho nada? Él me miró y vio el aturdimiento
en mi cara.
-Es un placer,
Rose.-Dije totalmente avergonzada.
-No pasa nada.-Me
susurró Marc.
-Pero... Pero...,
¿porqué no me lo dijiste?-Dije con los ojos empañados en lágrimas.
Estábamos en un rincón del salón.
-Quería que
confiases en mi. Solo eso. Lo siento, si te he echo daño, pero mi
orgullo pudo conmigo. -Su madre nos miraba,pero no se acercó.
-No tengo nada que
perdonarte. -Dije abrazándolo.- Te quiero, mi amor.
Unos coros haciendo
ruiditos cariñosos en burla nos interrumpieron el beso, pero nos
miramos con todo el amor del mundo. Por fin... El infierno interior
que se debatía en mí, se había apagado.
Cuatro meses
después.
Ha nacido nuestro
hijo,Alejandro. Estamos preparando la boda y por ahora todo va bien,
nadie sabe que le depara el futuro, pero nosotros somos felices con
nuestro presente.
¡Hola! Me alegra que todo haya terminado bien para la protagonista tras tanto disgusto. No sé cómo Marc no le dijo antes que la rubia era la prima. ¡Madre mía! ¡Se habría solucionado todo antes! Desde luego, el jaleo que se puede montar un malentendido... Por otra parte, el reencuentro del principio se sale un poco de lo típico, resultando que al chico guapo le gustaba la chica poco agraciada de clase y lo tenía en secreto. Ese detalle está muy bien.
ResponderEliminarUn saludo :)
A veces los malos entendidos pueden ser fatales. Pero no solo en las relaciones, si no en la vida en general. Quise plasmarlo en romance, pero en todas partes puede pasar.
EliminarUn saludo y me alegro que te haya gustado.
(。◕ ‿ ◕。)/ Hooolaaaaa!!!!!!
ResponderEliminarDios todo se ve tan apetitosoo!!! has tenido un gran día la verdad el texto ha estado muuuuuy largo pero me ha conseguido gustar que tengas un gran día.
穛 S4Ku SEK4i®
¡Hola Saku!
EliminarLa verdad, todo estaba tan bueno que la boca se me hacía agua. jeejejej
El texto era largo ,pero dividirlo en dos capítulos me parecía un poco tontería. Además, así no os dejaba con dudas jiji..
Un besoteee
Bien contado. Y con un conflicto en el medio.
ResponderEliminarComo cualquier historia en condiciones :) Un SALUDO
Eliminar¡Cuanto drama! Lo del chantaje me ha gustado XD
ResponderEliminarLa comida se ve riquísima, ganas de hincarle el diente no me faltaron XD
¡Un abrazo!
El chantaje en según que situaciones, se hace muy divertido. Si es sexual, mejor jajajajaj
EliminarUn besooo
Precisamente ayer hablaba con las amigas sobre esos amores del pasado que pueden volver algún día y lo que puede suceder...o no. Has leído El hilo rojo? Va de eso, y me gustó mucho.
ResponderEliminar¡¡Vaya comilona la vuestra!! Jajaja
Un besazo y que disfrutes del domingo.
¡Sii! lo leí jejejej Hay muchas historias sobre el hilo rojo o basadas en esa misma "leyenda". Está super bien.
Eliminar¿Verdad? Nos hemos puesto morados... lo que tocaba jajajaja
Un besote y gracias!
¡Oh! Que comida más rica se me hace la boca agua (nótese que tengo hambre). Y la historia ha sido tan bonita, tan tierna... como se nota que la escribiste hace tiempo. ¡Ay la adolescencia!
ResponderEliminarTQ
¿Cuándo no tienes hambre? XDDDD
EliminarSi,bendita adolescencia... jajajajj
Estoy leyendo despacio, sin prisas tu historia. Por la tarde tendrás mi comentario.
ResponderEliminarSaluditos
Estupendo, gracias por leerla :)
Eliminar!Que festejo, Mia! Que estoy babeando, mira nada más que delicias. Que aun no he almorzado. :0)
ResponderEliminarMuy romantico, y bello melodrama. Reza un dicho, que donde hubo fuego cenizas quedan. Encantador el encuentro sorpresivo con ese amor de adolescencia. Tu protagonista hubiera evitado todo ese rollo enfrentando el problema al momento. Pero lo mejor, que tuvo un final feliz. Me gusto ese pavo real que introdujiste a la historia.
Beso
Si hubiese enfrentado el problema al momento, no habría historia. Y eso es lo interesante. ^_^ Que los malos entendidos sean protagonistas.
EliminarU nsaludo!