¿No os parece que ya es hora? Vale, vivir en Mallorca es un lujo, pero a mi el frío... Es que me encanta. El calor no es para mi. Y aquí en verano es terrible. Los guiris vienen a ponerse color cangrejo, mientras los que vivimos aquí estamos deseando que haga algo de aire o al menos una brisa que no achicharre. Porque debido a la humedad, el calor es muchísimo peor. Los que viven en costa lo saben. Aunque en una isla, estamos rodeados. Así que bienvenido frío. ¡Te esperando!
Hoy os voy a poner una de las historias tristes que tenía guardadas. Igual a alguno os toca la fibra sensible. Espero que os guste. ^_^
INJUSTICIAS DE LA VIDA
Elena e Ian estaban preparando la mudanza cuando un fuerte pinchazo en la barriga la dejó doblada...
- ¿Cielo? ¿Qué te pasa? -Dice acercándose asustado.
- Me duele... -Dice agarrándose a él.
- Ven... -La levanta del suelo en brazos y sale corriendo hacia el coche.-Tranquila, cielo. Seguro que es una tontería,¿vale? -Dice viendo que está pálida y asustada. - No será nada... -Dice intentando no pensar en nada malo.
- Me duele mucho... -Dice antes de desmayarse.
- ¿Elena? -Dice aterrado.-¿Elena? Despierta, por favor...
Ian
la mete en el coche y empieza a conducir como un loco hacia el
hospital. Mientras no deja de repetirse mentalmente que se va a poner
bien. Tras meterla en el hospital...
- Su novia tiene una peritonitis... Tenemos que operarla de urgencia. -Dice el médico.-Dice tenso.
- ¿Una peritonitis? -Dice acongojado.
- Si. Y... Lamento decirle que... Bueno ,su novia a perdido el bebé que esperaba.
- ¿Bebé? ¿Estaba embarazada? -Dice apunto de llorar.
- Sí ,lamento su pérdida. -Dice dejándolo solo. Y corriendo hacia quirófano.
Dos
horas después, el médico salió con una cara mas relajada. La
operación había sido un éxito, pero si no la llegan a operar. Unas horas mas y habría muerto. Al día siguiente y tras una noche
de insomnio,Elena se despertó con una amarga sensación en la boca y
un dolor horrible en el abdomen.
- ¿Ian? ¿Qué ha pasado? -Dice con la boca seca.
- Cielo...-Se levanta de la silla pálido.- Te...Te han operado porque tenías una peritonitis. Has estado apunto de morir. ¿Porqué no me dijiste nada? -Dice con una expresión de disgusto.
- Es que no me encontré mal hasta ese momento... -Dice con molestias. -¿Porqué tienes esa cara? Seguro que no has dormido nada. Ves a dormir, estaré bien... -Dice con una media sonrisa.
- Cariño, ¿sabías que...? Esto... Buff... -Se pasa la mano por el pelo nervioso.- ¿Sabías que estabas embarazada?
- ¿Estoy embarazada? Un momento... ¿Cómo que estaba? -Dice quedándose aun mas pálida.
- Lo siento, cielo. -Dice agarrándole la mano con fuerza.- No han podido hacer nada. Estabas de dos meses.-Dice llorando.
- ¿Lo he perdido? -Dice quedándose fría como un témpano.-N-No... No puede ser... Pe-Pero yo no lo sabía.-Se pone a llorar desconsoladamente.
Tras
un buen rato llorando, se calmó e Ian fue a por un café. En la
cabeza de Elena solo se veían imágenes de ella con Ian y un bebé
al que no podría ponerle cara jamás... Habían deseado tanto tener
un hijo y ahora que lo conseguían, la vida se lo arrebata sin mas.
Estaba disgustada, deprimida, ausente... Pasaban los días y Elena
seguía negándose a comer.
- Elena, tienes que comer... Por favor...-Le suplica Ian.
- No tengo hambre... -Su mirada estaba ausente. -Me...Me dijeron que me costaría tener hijos y cuando podía haber tenido uno... -Se pone las manos en la cara y se echa a llorar.
- Lo intentaremos otra vez, cariño... Te lo prometo. -Dice roto de dolor abrazándola.
- Ian...-Solloza en su hombro.
Cuando
le dieron el alta,Elena intentó hacer vida normal y centrarse en la
mudanza. Cada noche Ian intentaba tocarla, pero ella se sentía fatal
y no quería que la tocase. Un mes después,Elena empezó a sentirse
mejor y comenzó a tener conversaciones mas animadas. Ian intentaba
hacerla feliz, lo intentaba en cuerpo y alma. Le daba cada instante de
felicidad que podía, pero sabía que no podría llenar ese vació que
ella sentía. La idea de tener hijos la disgustaba, pero le disgustaba
aun mas la ilusión que Ian tenía por tener uno que ella nunca le
podría dar...
- Ian, lo mejor será que busques a alguien que pueda hacerte feliz. Alguien que te pueda dar hijos...-Dice intentando no descomponerse.
- ¿Qué? -Se queda perplejo ante la idea.- ¿Crees que te voy a dejar por el hecho de no tener hijos? Podemos adoptar... -Dice agarrándole la mano.
- No ,tú siempre has dicho que te gustaría tener un hijo biológico y yo no podré dártelo... Lo sabes.
- Pero yo no quiero estar con otra persona que no seas tú. Si no podemos tener hijos, no me importa. Estaremos solo nosotros dos, pero no pienso alejarme de ti... -Dice besándole la frente.
- Pe-Pero... Mereces tenerlos... Sé que los quieres, no puedo quitarte ese derecho... -Dice cuando él la abraza.
- Yo soy feliz contigo, no me moriré por no tener hijos. Te amo y no voy a dejarte,¿entiendes? -Le coge la cara y la mira.- Eres lo mejor que me ha pasado en la vida y no pienso renunciar a ti. Cásate conmigo...
- ¿Qué? -Dice aun abraza a él.-¿De... De verdad?
- Te dije que estaría contigo siempre y siempre he estado aquí. Quiero que seas mi mujer y si no vienen hijos... Al menos tendremos nuestra compañía mutua. ¿Aceptas? -Se saca un anillo del bolsillo y se pone de rodillas.
- Ian, si. Acepto... -Dice con lágrimas en los ojos.
Tras
unos meses con los preparativos de la boda,Elena se sentía cansada.
Se agotaba con facilidad y sentía náuseas. Ian al notar los mareos
y las bajadas de tensión que sufría su mujer, decidió llevarla al
médico. Allí les dijeron que estaba embarazada. Una gran noticia
para la pareja. Los dos salieron de la clínica tan felices como unos
futuros padres podían estar. El día de la boda llegó y la tripa de
Elena crecía por momentos. Ian no paraba de mimarla y decirle que la
amaba. Le tocaba la barriga todo el tiempo. Un día, cuando Ian estaba
en el trabajo,Elena se puso de parto. Lo llamó y los dos fueron
felices al hospital. Elena lo estaba pasando muy mal y tuvieron que
llevársela al quirófano... El médico salió acompañado de una
preciosa niña.
- Es una niña preciosa... -Dice el médico.-Pero... Lamento decirle que su mujer, no...
- ¿Dónde está mi mujer? -Dice con la niña en brazos en tono de desesperación.
- Lo siento, de verdad. No hemos podido hacer nada... Me dijo que le diese esto, en caso de que algo saliese mal...-Le tiende un sobre. -De verdad ,lo siento.
Ian
miró a su preciosa hija en brazos, pero no pudo evitar ponerse a
llorar. Abrió el sobre tras dejar a la niña en la cuna de la
habitación con las manos temblorosas. Dentro había una carta.
"Querido
Ian,
Si
estás leyendo esto, es porque algo ha salido mal. Aunque desearía
que no hubiese pasado y poder estar ahí con la pequeña Alex y
contigo. Los dos sabíamos que este parto podía ser difícil, pero
ahora nuestra pequeña solo te tiene a ti. Tienes que ser fuerte, por
ella... Por mi. Te dejo ese pequeño regalo, eso que tanto hemos
deseado juntos. Hazla feliz, tanto como me hacías ser feliz a mi. Sé
fuerte, mi vida. Yo siempre estaré con vosotros. No te sientas
culpable si te enamoras de otra mujer, sé feliz y haz feliz a nuestra
hija.
Te
amaré siempre, aunque ya no esté con vosotros. Mi corazón siempre
será vuestro.
Elena."
FIN
¡Oh! Que bonito y que triste, ésta me ha hecho sacar la lagrimita cuando la leí en su momento.
ResponderEliminarY si, al fin llegó el frío... ojalá que siga y que además que ¡llueva! Eso sería un lujo.
TQ
Esta historia fue de las más tristes que escribí. Es bonita por el final distinto. :)
EliminarQué triste!! No me esperaba para nada ese final, pero ha sido un texto bonito.
ResponderEliminarAquí hoy por fin ha llovido algo y han bajado un poco las temperaturas.
Un besazo!
¡Qué bien! :) Si es que hace falta agua por todas partes... ^_^
EliminarY el frío ya era hora de que llegase.
Un besote guapísima
¡Hala!
ResponderEliminarJolines, qué duro. No me esperaba ese final o.o me ha dejado con la piel de gallina. Al principio el cerebro me ha jugado una mala pasada porque pensaba en Ian como Damon y yo pensando "pero cómo va a estar embarazada de un vampiro??" jajaja
¡Besitos sonámbulos! ★☽
Jajajajajaj, es la gracia, que tienes que pensar en Ian como persona normal y no como Damon jejejej
EliminarUn saludo
Oh, que no esperaba el final, estoy tan acostumbrada a los finales felices de tus historias que me sorprendió XD
ResponderEliminar¡Un abrazo!
No siempre hago finales felices jajajajajj
EliminarDe vez en cuando soy un poco cabrona con los personajes. :)