Una vida diferente CAP.2

¡Hola, hola caracolas! ¿Qué tal?

Aquí hoy hemos pasado un fresquito... He estrenado la chimenea, por fin. Estoy más contenta. ^_^

Aunque hace frío y ha llovido, no es que esté cayendo un chaparrón. Además que hay muchos claros, por lo que no llueve todo el tiempo.

Espero que mañana también llueva. Bien ,hoy no me he movido de casa, por lo que no tengo mucho que contar. Aparte de que he visto una peli con la que me he reído una barbaridad que se llama Vagina Dentata. Si, si... Dentata. No me he equivocado. xD Vamos, como dice el mismo nombre, una chica tiene el "potorro" con dientes. Y se supone que era una peli de terror. Obviamente, con el título ya apuntaba maneras. Pero ha sido divertido.

Bueno, aquí os dejo el link del primer capítulo de la historia:

Una vida diferente CAP.1

¡Y ahora vamos al lío! ¡Qué lo disfrutéis!

Capítulo 2

Cuando me subí en le coche de Juanma, fue realmente horrible. En todo el trayecto, ni tan siquiera me miró. Cuando entramos en casa si que habló...

-¿En qué estabas pensando? ¿Querías acostarte con él? -Dijo furioso.

-¡NO! ¡No quería acostarme con él! Además, ¿a ti qué te importa?

-Le prometí a tu madre que te cuidaría.

-¡Ah, sí! Mi madre... Por mi nada. No te importo. ¡Solo te importa una maldita promesa!-Dije exasperada.

- ¿Tanto te preocupa eso? ¿Qué no me importes?

-¡SIII! -Dije furiosa.- ¡Realmente eso es lo que me preocupa! -Grité. Subí corriendo las escaleras y me enceré en mi habitación. Pocos segundos después, Juanma estaba tocando la puerta.

-¡Mary! ¡Abre la puerta!-Dijo tocando.

-¡Déjame!-Grité.

Lloré de rabia durante un buen rato. Los golpes cesaron y yo me quedé dormida entre lágrimas. No sé cuanto tiempo pasó, pero oí un golpe en la puerta de mi balcón. Me dirigí a la puerta con paso seguro, sin encender la luz. Abrí un poco la cortina y vi una sombra que se movía por la oscuridad.

-Mary, ábreme la puerta. ¡ME ESTOY CONGELANDO!

-¿Juanma? ¿Se puede saber que haces aquí? -Dije empezando a sentir el frío. Le abrí la puerta y entró.- ¿Cómo demonios has saltado?

-Es fácil. ¿Se puede saber en qué piensas cuando te comportas de ese modo? ¿Cómo has podido pensar que solo me preocupo por ti por una promesa?

-¿Acaso no es cierto? Solo estás conmigo por el trabajo y por la promesa.

-Me preocupo por ti, Mary. Pensaba que no dudabas de eso. -Dijo serio. Me cogió de las muñecas y me hizo mirarle. - Jamás me he preocupado tanto por nadie.

En ese momento, pensé que iba a besarme, pero no lo hizo. Al parecer, su sentido común llegó antes...

Se apartó de mi y salió de la habitación sin decir ni media palabra. Me sentí idiota, pero no dije nada.

Por la mañana, me levanté con un terrible dolor de cabeza. Al bajar fui directa a la cocina para hacer café y me encontré con él. Me miró y me puso una taza de café. Estaba nerviosa, así que me senté y me lo tomé muy despacio. Él se sentó delante mío y me puso un papel delante. Y rompió el silencio.

-Ha llegado esto al fax. Tienes una rueda de prensa a las doce, ha sido de última hora. Te aconsejo que te des una ducha y te des prisa en vestirte, tienes poco mas de una hora.

-Vale.- Dejé la taza de café y subí corriendo a ducharme. Me arreglé y bajé mientras, él ya me esperaba.- Ya estoy lista.

-Has tardado poco. Pensé que íbamos a llegar tarde.

-Sabes que no soy como las demás. Gracias por llevarme. -Dije intentando mantener una sonrisa.

No me respondió, se limitó a abrirme la puerta delantera del coche. Cuando llegamos al hotel donde se daba la rueda de prensa, me abrió la puerta Luis. Me sentí totalmente extasiada al verlo. Me tendió la mano y fuimos juntos del brazo.

Tommy nos estaba esperando dentro y nos hicieron mil fotos, posamos, respondimos a las preguntas... Fue una mañana muy interesante. Tras despedirme de Luis me fui a casa con Juanma, quien me había estado esperando todo el rato. Había quedado con Luis a las ocho así que como eran las cuatro y no había comido, antes hice una ensalada.

Juanma desapareció durante todo el día. Se despidió diciendo que iba con unos amigos a cenar y de marcha. Ya que era su día libre, era lógico no quedarse en casa. Me duché de nuevo, (yo y mis manías) y empecé a mirar la ropa del armario. Al final me decanté por un vestido largo de color negro y unas sandalias de tacón. Me dejé el pelo suelto y llevaba una simple base de maquillaje. Totalmente natural. Me tocaron a la puerta y vi a Luis con una rosa en la mano. Aquel gesto por su parte me encantó y en seguida la puse en el jarrón mas cercano.

-Estás preciosa.- Dijo besándome la mano.

-Gracias, tú estás estupendo.Vas muy elegante.

Me agarró del brazo y me abrió la puerta de la limusina. En un principio, pensé que vendría a buscarme en su coche, pero fuimos con chófer y todo. Aunque yo ya estaba acostumbrada a las limusinas, su presencia hacía que me alterase.

Me agarró de la mano durante todo el trayecto, mientras bebíamos champán, reíamos, charlábamos. Llegamos a un restaurante en el cual nos recibieron fotógrafos y un maître muy educado que nos dirigió a una zona para que no nos molestasen. La cena fue encantadora, Luis no hacia mas que regalarme los oídos, con palabras preciosas.

-Me ha encantado cenar contigo. Tu compañía es muy agradable. Mañana en la grabación nos divertiremos mucho. Tengo una sorpresa para ti. La canción te gustará muchísimo. Lo sé.

-Ya estoy deseando escucharla.-Dije sonriendo.

Cuando me llevó a casa lo invité a pasar. Le dije que la habitación de invitados estaba preparada y si quería (ya era muy tarde) podía ocuparla sin ningún problema. Le encantó la idea y subió a refrescarse ya ponerse algo mas cómodo. Había varios pijamas. Los dos nos pusimos cómodos y él al ver la guitarra la cogió y comenzó a cantarme. Justo lo que yo siempre había deseado en un chico. Me dedicó los versos mas bonitos de sus canciones y en algunas cantamos los dos juntos. La armonía de las voces era perfecta. Estábamos los dos en el suelo con galletas, la guitarra, el fuego encendido....Era la noche perfecta.

Cuando dejó la guitarra nos pusimos a hablar y cuando menos lo esperé me besó. En todo momento habíamos tenido mucha tensión sexual y caímos el uno en brazos del otro. Nos besamos e hicimos el amor durante toda la noche. En esos momentos me olvidé de todo y de todos. Cuando me desperté por la mañana, me desperté acurrucada en sus brazos, sintiéndome observada. Me acariciaba el pelo y me miraba con una tierna sonrisa. Entonces me di cuenta de que estábamos en el suelo del salón. Le sonreí y me sentí a gusto.

-Pequeña, tenemos que levantarnos. Dentro de dos horas tenemos que ir al estudio. -Dijo mirándome.

-Claro, voy a ducharme.

-Mejor,vamos a ducharnos. ¿No?-Dijo.

-Claro.- Sonreí porque en ese momento no me había dado cuenta de que unos ojos se clavaban en mi espalda. Al ver a Juanma mirándome allí con una manta envuelta y el pelo alborotado, me sentí terriblemente mal. A pesar de que no debía sentirme así ,cuando me miró con esos ojos de reprobación, me sentí como una niña mala que había roto algo.

-Buenos días,Mary. -Dijo cortante.

Luis también saludó y me dijo que me esperaba arriba. No quería molestar.

-Bu...Buenos días. -Dije incorporándome y tapándome como pude. Vi como Luis salía del salón y entraba en mi habitación.

-¿Te lo habrás pasado bien, no? Querías libertad y nadie que te vigilase como una niña. Ahora ya lo tienes. ¿Te sientes mejor? -Su tono era duro y frío como el hielo.

-No tengo porque darte explicaciones de lo que hago con mi vida. Ademas, yo podría decirte lo mismo de esa mancha que llevas de pintalabios en la camisa. ¿También lo has pasado bien, no?- Mi tono fue cortante como el suyo.

En ese momento me sentí fatal, no solo me había engañado a mi misma intentando olvidarlo con otro. Si no que él estaba haciendo lo mismo, a pesar de saber que los dos sentíamos algo muy fuerte el uno por el otro. Intenté olvidarme y disfrutar, ya que sabía que él no iba a ceder y yo por ese momento no iba a ser la tonta enamorada. Ya había sufrido bastante y con Luis me sentía muy a gusto.

Continuará...