Reto de los 31 días - Día 14: Relato dentro de un universo ficticio. (Bon temps,True Blood)

El mundo se había vuelto loco,ya sabían de la existencia de todos los seres sobrenaturales,pero algunos,queríamos mantenernos en secreto. Los lobos,mi manada. Solo quedábamos diez,el resto había muerto en luchas o por vejez. Y ahora aquí estaba yo,la única hembra que debía seguir con la manada. La hija del jefe,pero... No me gustaba ninguno. ¿Cómo iba a seguir la tradición? Pasaban los días,los meses y,me negaba a estar con ninguno para procrear. Hasta que le conocí a él. Un lobo solitario,sin manada,herido... Lo agarré como pude,era demasiado grande,por lo que casi tuve que arrastrarle,lo metí en casa,sabiendo que en cualquier momento mi padre entraría hecho una furia. Sabía que no reconocería el olor,aunque sabría inmediatamente que era un hombre. Lo limpié con cuidado,estaba curtido en la guerra,sus grandes músculos,su incipiente barba,el pelo casi a la altura de los hombros... Realmente era atractivo. Por primera vez acababa de sentir ese instinto animal de posesión. Ese hombre debía ser mío. Sentía fuego por dentro,su olor,su cuerpo,desprendía algo que yo no entendía,pero ahí estaba. Había venido a mi. Y pensaba reclamarlo,por encima de cualquier ley lobuna. ¿Porqué tenía esos pensamientos tan raros de pronto? 

Mi padre apareció y tal y como predije. Tuvimos una bronca tremenda,pero aquel hombre no iba a moverse de ahí. Llevaba tres días cuidándole,pero cuando me di cuenta,estaba ahí,detrás de mi,despierto después de esos tres días. Agarrándome con la misma posesión que sentía yo por él. Ambos sentíamos lo mismo. Había podido notarlo. Me sentía muy pequeña a su lado,pero a la vez,muy protegida. Ese hombre había entrado en mi vida por una casualidad,pero... Ya no iba a irse a ninguna parte. Y mucho menos después de como le plantó cara a mi padre. Por fin iba a seguir la raza...