52 retos de escritura - Día 30

• Escribe un relato sobre como sobrevivir en una isla desierta

Se había despertado en esa isla desierta. le dolía muchísimo la cabeza y su ropa estaba empapada. Y el tiempo no acompañaba. La isla era enorme,por lo que podría cobijarse. Por suerte de pequeña había estado en varios campamentos y en las girls scouts. Miró a su alrededor y vio varias ramas y hojas enormes de palmera. Debía hacerse un refugio lo antes posible o encontrar una cueva,una piedra saliente... Algún sitio donde poder quitarse la ropa mojada y no mojarse más. Caminó un buen rato y al fin encontró un buen refugio. Por suerte,esa isla parecía haber estado habitada por náufragos antes,y encontró restos de telas y algunas cosas hechas con barro. Realmente podía estar agradecida. Se refugió bajo la piedra e hizo un pequeño fuerte con las enormes hojas de palmera. La noche fue terrible,los vientos eran huracanados y no pasó muy buena noche,pero sabía que en algún momento la encontrarían. Sabía lo que tenía que hacer. 

A la mañana siguiente,se despertó perezosa,pero con toda la fuerza que le quedaba,buscó por la isla. Era muy grande,pero estaba vacía. Árboles,árboles y un pequeño riachuelo del que podría beber. Cogió más ramas y escribió la palabra SOS. Sabía que esa era una de sus pocas oportunidades. Después,fue en busca de troncos. Los troncos grandes servirían para clavarlos en en suelo. Bajo la roca que iba a protegerla. Y debía hacer un pequeño suelo para no dormir sobre la arena. Sin olvidarse de que debía buscar comida. Daba igual lo que fuese. Cualquier cosa iría bien. Bichos,peces,fruta... Hizo una especie de bolsa con su camiseta ya seca y se fue en busca de alimento. Después de encontrar varios tipos de árboles frutales y saber que había zonas por las que era más seguro no ir para no despeñarse,comenzó a hacer su refugio. No tenía fuego,pero habían cosas en la playa que había arrastrado el mar,maletas... En esas maletas podía estar su salvación para sobrevivir. No todo el mundo tenía la suerte de tener ropa de cambio,pero la corriente había llevado algunas maletas del avión hasta ahí. Le daba rabia ser la única superviviente. Pero al menos estaba viva. No sabía si la encontrarían,pero sabía que iba a poder apañárselas sola...