domingo, 5 de marzo de 2017

Destino Cap.1

¡Hola, hola amores!

Como veis, hoy no voy a hacer reto, porque hoy me apetece escribir algo nuevo y a mi bola. Así que voy a contaros un poquito mi vida (como siempre, aunque últimamente lo he estado haciendo menos) y luego paso a ponerme a escribir. Que me ha pegado el venazo y ya sabéis que cuando me pongo... Tengo que escribir.

Pues bien, hoy ha sido un domingo cualquiera. Entre las obras de la terraza y el jardín, me he pasado el día con el niño, porque mi marido estaba fuera ayudando y eso. No paramos quietos. El nene por suerte está algo mejor. Aun tiene muchos gases, pero va mejorando. El día dos, que cumplió dos meses, lo llevamos a revisión. No sé si ya lo he dicho... Estoy en la parra. Pero por si acaso, pues lo digo. Ya pesa 4,760 kg y mide 53.5 cm. Es una pasada lo rápido que crece. Parece que fue ayer que me estaba muriendo en la UCI y él era un renacuajo de 2.235 kg y ahora ya es un gordi sanote. Vamos, que más contenta no puedo estar. Bueno, si, cuando se ponga bueno, estaré más aun. En fin, voy a ponerme con la historia, que tengo ganas de ver que me sale. 😝  Voy a usar a un hombre que muchos y muchas ya conoceréis, pero es que me encanta: Joe Manganiello. La chica, será a mi gusto ,aunque tendrá un nombre que ya he usado en distintas ocasiones: Elena.




DESTINO

Capítulo 1:


Elena estaba nerviosa. Era la primera vez que iba a compartir piso con alguien y la verdad, aquel hombre, la imponía mucho. Joe era alto, casi dos metros, moreno, de ojos oscuros con tonos verdosos y muy musculoso. Daba un poco de miedo verle, pero parecía agradable. Sobretodo, porque ella no llegaba al metro sesenta y era más bien menuda.  El alquiler no era mucho y para colmo, lo tenía todo al lado. El trabajo, las tiendas, los supermercados... Aun no podía creerse que hubiese encontrado semejante chollo. Era un ático precioso, de dos dormitorios, de más de doscientos metros cuadrados y muy moderno. Con una terraza enorme con piscina. Y para dar el punto final, tenía unas vistas impresionantes hacia el mar. Mallorca era increíble vista desde ahí arriba.

- Buenos días. -Dijo saludando al portero y entrando con una maleta y una caja.

- Buenos días, señorita. ¿A qué piso va? -La miró de forma rara. A fin de cuentas, era una extraña y ese sitio era todo un lujo.

- Voy al ático, me mudo aquí. -Dijo sonriendo e intentando calmar el ceño fruncido de aquel hombre.

- No me han notificado nada. Iré a comprobarlo. Por favor, no se mueva.

- Tengo la llave. - Sacó la llave de su bolsillo, molesta por la desconfianza. - Va a ser mi casa, pero si tiene que comprobarlo, se lo diré a mi compañero de piso. Seguro que no le hace gracia.

- ¿El señor Manganiello con una compañera de piso? - Enarcó la ceja sin dar crédito a lo que estaba escuchando. - Tengo que comprobarlo. - Se fue murmurando algo que Elena escuchó.- Todas hacen lo mismo, se piensan que pueden colarse en mis narices... - Gruñía mientras cogía el teléfono, pero de pronto, la cara le cambió y al colgar parecía otra persona. - Señorita, puede subir. ¿Necesita ayuda? - Dijo cambiando el tono a uno demasiado amable.

- No ,gracias. Espero que no se haya metido en ningún lío por mi culpa. En unos veinte minutos llegará un camión con mis cosas. ¿Podría avisarme? Yo bajaré a ocuparme de todo. - Dijo intentando contener la risa nerviosa. ¿Pero con quién demonios se había metido? ¿Con un mafioso?

- No se preocupe, yo me ocuparé de recibirles y enviarles arriba. Es mi trabajo. - Dijo mientras la acompañaba al ascensor.

- Espero que la próxima vez que me vea, no me prohíba la entrada. -Murmuró subiendo al ascensor y viendo la cara de susto que se le quedaba al pobre hombre. - Era una broma...

Pulsó los botones del ascensor y al llegar, metió el código que le había dado Joe, ese sitio era realmente impresionante. Las puertas del ascensor se abrieron y ahí estaba aquel hombre. Mirándola con una sonrisa bastante extraña, pero con una mirada cálida.

- Bienvenida a tu nuevo hogar. - Dijo ayudándola con la caja. - ¿Porqué el portero no te ha ayudado? -Frunció el ceño.

- Le he dicho que no hacía falta... - Lo miró y sonrió, realmente pensaba que se había metido en la boca del lobo. - Pero gracias. -Joe metió la caja en la habitación de Elena. - ¿Tienes más cajas abajo? ¿O solo has traído esto?

- El camión llegará en un rato con el resto de mis cosas. En mi coche apenas caben. - Se encogió de hombros. - ¿Has hecho café? ¿Me invitas a uno?

- Estás en tu casa. Ya te dije que todo lo que hay aquí, puedes usarlo, no tienes que pedir permiso para tomarte un café. Mientras no entres en mi habitación a cotillear, soy un hombre muy tranquilo. Me gusta que respeten mi espacio. Y mi habitación es el único sitio donde puedo estar a mis anchas. Además, suelo ir desnudo por estar acompañado a veces y dudo que te haga gracia entrar a mi habitación y encontrarme con alguien...

- No, claro. -Se sonrojó. No esperaba tal muestra de sinceridad, cuando apenas le conocía. Pero al menos, ahora sabía que era un mujeriego. - Pues... Iré a ponerme un café. Aun no he desayunado y creo que me voy a quedar dormida si no tomo un chute de cafeína.

- Estás en tu casa. -Dijo siguiéndola. - ¿Quieres comer algo? ¿Es que no has dormido, niña?

- No me llames niña... Que seas un viejo, no significa que yo no sea una mujer hecha y derecha. -Dijo fingiendo indignación y poniendo un puchero que a Joe le resultó adorable. Esa fue la forma en la que rompieron el hielo.

- ¿Viejo? ¿Yo? ¿Pero me has visto? Si estoy muy bueno. Más de un chaval querría estar como yo.

- Claro, claro... Un hombre oso. -Se mofó sirviéndose el café.

- Creo que nos vamos a llevar bien. -Dijo riendo ante la respuesta de Elena.

Cuando se tomó el café, inmediatamente comenzaron a subir cajas. Aunque había pedido que no lo hicieran, al final el portero hizo caso omiso y le ahorró el trabajo. La verdad, resultaba muy cómodo que te hiciesen el trabajo pesado, ya que estaba muy cansada. Al día siguiente debía madrugar para ir a trabajar y no tenía muchas ganas de quedarse destrozada por la mudanza. Aun así, tenía que empezar a sacar cajas y montar su habitación. Le dejaron la cama lista, porque el resto de mobiliario, estaba nuevo y Joe le había dicho que no hacía falta que trajese más cosas. Elena lo agradeció, porque sus muebles eran bastante viejos. Tan solo había vivido en un piso tras la muerte de sus padres y con el dinero que ganaba, no le daba para comprar muebles nuevos. Había comprado cosas bastante viejas, pero útiles a fin de cuentas. Se tiró en la cama y se quedó pensando en porqué un hombre como Joe, que al parecer manejaba dinero y no necesitaba compañera de piso, había decidido alquilar una habitación...



Continuará...

20 comentarios:

  1. Un buen principio, con algo de intriga. ¿Cómo será el compañero de vivienda de Elena?
    Un abrazo.

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  2. ¡Hola! Suena interesante. Me gustan las historias que empiezan conviviendo así.

    ¡Un abrazo!

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  3. Buena pregunta la de Elena. Igual es difícil preocuparse, con lo amable que es su compañero de piso. Pero seguro que algo oculta.
    ¡Espero el próximo!

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  4. ¿Dónde dices que hay que firmar para irse al ático con Joe? Jajaja!! Me ha gustado la historia.
    Me alegro de que el niño esté mejor y gordito ^_^
    Un besazo!

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  5. (。◕ ‿ ◕。)/ Holaaa!!!
    Me ha encantado el contexto de compañeros de cuarto es un termino que en particular a mi me parece muy romántico esas situaciones que son forzadas pero en el sentido que de alguna forma u otra los protagonista terminan en algo muy linda historia espero el capitulo 2


    Ten bonito día espero puedas pasar a visitarme un abrazo!

    穛 S4Ku SEK4i®

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    1. Es romántico siempre y cuando la relación tire para adelante. ¡Aun no sé que va a pasar!
      Lo hago todo al momento O_O

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  6. Oh! Que divertido. Me ha encantado, además muy divertido.
    Un besito

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  7. Humm, un tipo intrigante, una habitación prohibida. Consigues dejar abiertos todos los frentes. A ver cómo sigue

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    1. Nunca se sabe... No lo sé ni yo, porque lo voy escribiendo a medida que me inspiro jejejeje

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  8. Nena me vas a tener enganchada a la historia. Tendre que ponerme notificaciones jajaja. Esta muy pero que muy chula. Un buen principio a ver como se desarrolla.

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    1. ¡Eso, eso! tÚ PONTE LAS NOTIFICACiones. Aunque yo te aviso por el grupo. Tú por eso no te preocupes. jijiji

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  9. Me has enganchado con el arranque de esta historia, se ve muy interesante.
    Esa amabilidad no me despierta nada agradable, o quien sabe.
    Bso

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  10. ¡Hola, Mia! Como veo que ya vas por el capítulo 7, he decidido empezar por el principio, para no perderme. El comienzo parece interesante y promete que la situación tan extraña con la que se ha topado Elena va a desembocar en algo más interesante aún.
    ¡Besos!

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    1. ¡Espero que sigas leyendo y te acabe encantando! Y si no... ¡Qué al menos la disfrutes!

      Un besazo!

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