lunes, 15 de mayo de 2017

Vacunas y otras torturas infantiles

¡Hola amores!



La verdad, hoy el día está siendo un infierno. Han vacunado al cachorrito y el pobre lo está pasando realmente mal. Y aunque se sabe que lo pasan mal, creo que nosotros también lo sufrimos en silencio. Ver como una enfermera malvada, ataca a tu hijo con semejante aguja, no es del agrado de nadie.

Por suerte, no es un niño que tenga fiebre nunca. De hecho, no ha tenido ni una sola vez desde que nació. A pesar de eso, la incomodidad de una vacuna, la pasamos todos. Porque a fin de cuentas, a todos nos han puedto vacunas. Tanto de bebés, como de mayores. Es cierto que ya apenas lo recordamos, aunque en algunos casos, se sabe que las vacunas pueden ser mortales. Menos mal que son casos muy, pero muy especiales y no ocurre tan a menudo como pasaba antes. Aunque sigue pasando, obviamente.

Sé que tengo que vacunar a mi cachorrito. Es pura prevención, pero aun así, duele. Duele ver como le pinchan, como rompe en llanto. Cuando le han pinchado, he deseado que me las pusiesen a mi y no a él. Algunas personas, sobretodo las que no tienen hijos, tienden q decir que las madres exageramos. ¿Pero realmente es así? Yo ahora, siendo madre, opino que no. No exageramos. Simplemente, compartimos el dolor y el malestar de nuestros hijos. Hoy mi marido ha venido conmigo. Y su cara también ha sido un poema. Había venido a otras vacunas, pero esta ha sido la peor. Le han puesto dos. Y ha sido horrible. En cuanto el niño ha empezado a notar el líquido entrando, se ha puesto a gritar. No ha sido el pinchazo, ha sido el líquido. Ahora mismo, tiene las piernecitas un poco infladas y malestar. Le hemos dado el apiretal y le hemos puesto fresquito, tal y como nos han indicado tanto la pediatra, como la enfermera. Sé que esto es bueno para él, aunque ahora lo pase mal. Pero tenía que desahogarme.

También, lo han pesado y lo han medido. El nuy tragón ya pesa 6.620 kg y mide 60 cm. Está en percentil 3, por lo que sigue siendo más pequeño de lo normal. Pero claro, siendo prematuro, es normal. Yo al principio me he preocupado, pero nos han dicho que cuando pegue el tirón, irá cogiendo las medidas de todos los niños. El pobrecito es más bueno que el pan. Y aunque hoy ha pasado y está pasando un día terrible, lo lleva lo mejor que puede. A ratos llora y a ratos hace pucheritos. Cosa que normalmente, no hace. Así que esperemos que mañana esté mejor y yo esté más tranquila.

Como veis, hoy ha sido un post de desahogo. Tenía, necesitaba hacerlo.

Gracias por leerme! 💋



6 comentarios:

  1. Paciencia, que pasará el día y estará estupendo y tú, tranquila de haber hecho lo que debías.
    No sé cómo le sentará al colectivo de enfermeras lo del epíteto "malvada", así en general...jajaja.
    Un besazo!

    ResponderEliminar
  2. Guapa, es normal que te duela ver al peque así, pobrete. No entienden qué ocurre y lo pasan mal. Y las enfermeras...hay cada una más bruta por ahí!!! Un besazooooo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas... Mira que a mi me han pinchado, pero cuando le pinchan a él... Mataría a la enfermera, en serio. Arggg

      Eliminar
  3. OMG, pobre angelito!
    Que estoy de acuerdo contigo. Ha de ser duro ver a tu propio bebé ser pinchado de esa manera.
    Ahora debes cuidarlo y mimarlo el triple con tanta vacuna. Ya tu veras, es cierto, cuando dicen a crecer, nada los detiene. =0) me gusta es imagen!

    Besines

    ResponderEliminar