lunes, 31 de octubre de 2016

Creepy Halloween: Tag Halloween

¡FELIZ HALLOWEEN!

¡Siii! Hoy es una de mis fiestas favoritas. He ido a ver a mi peque. Mañana os pondré fotos y os contaré. Pero hoy tengo que hacer este tag que ya era hora. Pero lo he estado dejando hasta hoy, para que coincidiese con el día H. :) No me nominaron, pero ya sabéis que yo y los tags... En fin, ya tocaba. ¡Ahí va!


1. Lugar donde celebrarías una fiesta de Halloween.

Obviamente, en un caserón abandonado. Siempre pidiendo permiso, claro. O eso, o una casa grande y antigua de esas super tétricas. Es que me chifla Halloween. Probablemente haría que cualquiera que entrase, se cagase de miedo. Para algo es Halloween. ¿No? *Risa malvada* Conozco a una que se cagaría en las bragas. No diré quien... Mentira, lo digo, Kath.


2. ¿Con quién irías? 

Lo dicho: Kath. ¿Cómo no iba a llevarla? Se cagaría de miedo. Sería tan divertido ver su cara de terror... ^_^

3. ¿Qué disfraz usarías? 

Suelo disfrazarme de vampira. Es lo normal para mi. Además, la cara de vampira chunga me sale natural. Será que lo llevo en la sangre. Si es que yo daría el pego. Ya lo he dicho muchas veces.

4. ¿Irías de día/tarde o noche? 

Obviamente, de noche. Halloween no es de día. No tiene gracia dar un susto de día. De noche acojona más.

5. ¿Qué historia de terror o leyenda explicarías? 

Hay una que me contaban de pequeña... No la recuerdo muy bien,pero era algo así.

"Una familia dejó a la hermana mayor con los dos niños pequeños y el perro. Los padres salieron a cenar. Los niños dormían y ella se marchó a dormir con el perro. El perro le lamía la mano en cuanto ella la dejaba colgando por un lateral de la cama. Se quedó dormida hasta que de pronto escuchó: *Tic,tic,ahhh...* Sonaba como un reloj. La hermana se despertó, puso la mano en el lateral de la cama y el perro le lamió la mano. Todo estaba bien. Aun así, se levantó y fue a por un vaso de agua. De pronto volvió a escuchar ese sonido como de reloj. Pensó que venía de la calle, por lo que fue a ver a sus hermanos y todo estaba bien. Volvió a la cama. Escuchó ruidos, pero el perro la lamió de nuevo.

Horas más tarde, al volver los padres, se escucharon gritos en la casa. Los padres habían vuelto y los dos niños pequeños estaban desangrados y el perro crucificado. Y en el espejo de la habitación, la hermana mayor leyó: No solo los perros lamen."

Bueno, esa es una con la que me intentaban aterrorizar de pequeña. Aunque no funcionaba porque siempre he sido muy macabra. Jejeje.

6. ¿Crees en los espíritus o fantasmas? 

Si, de siempre. ¿Porqué no voy a creer? Igual que hay gente que cree en Dios y en el Demonio, también se puede creer en fantasmas. No me parece ninguna locura. Además, me han pasado cosas paranormales que no voy a contar, pero que si me han llegado a asustar o me han dejado fría.

7. Película favorita de terror. 

Hacerme elegir es una crueldad total... Porque no puedo. La mayoría son más malas que el cagar, pero hay una especialmente, que aunque no da miedo, me chifla. Es una historia ridículamente absurda. Pero es que a mi me puede. Como sepa que la ponen en el plus o en la tele, ya tengo el bol de palomitas preparado y estoy pegada a la pantalla. Me refiero a Demons de Dario Argento. Es una película italiana con toques gore. Que queréis que os diga. Mi madre cuando tenía solo cinco añitos, tenía que esconderla, porque me la ponía a escondidas. Me chiflaba. Y lo sigue haciendo. Tiene un "nosequé", "queseyo".



8. Canción perfecta para ambientar la fiesta. 

Creo que esta es muy obvia. ¿Cuál voy a poner si no es la del exorcista? ¡Es un clásico para empezar una fiesta!



9. Manga o libro favorito de terror. 

¿La verdad? Ninguno ha conseguido darme miedo. Por tanto, no tengo ninguno en particular. 

10. Anécdota terrorífica. 

Esto se lo he contado  a poca gente, pero en casa de mi madre. Un chico se ahorcó. Y siempre han pasado cosas extrañas en esa casa. El cura del barrio la vino a bendecir, pero que va. 

La tele se encendía sola estando desenchufada. Una torre de música que siempre estaba desenchufada, se encendía siempre sobre las tres de la madrugada. Y no, no llevaba pilas. Y una de las cosas más terroríficas que nos ha pasado en la casa, es ver al tipo en particular. Mi madre estaba durmiendo y se despertó porque notaba que alguien la miraba. Cuando abrió los ojos, pudo ver perfectamente a un tipo en la puerta de su habitación. Se asustó tanto pensando que habían entrado en casa, que se levantó a coger el palo de la escoba y vino a mi habitación. Yo pensaba que era su novio el que también se había asomado por mi puerta, ya que eran más o menos iguales. Pero no... Yo también lo vi en mi puerta. Mi madre entró super nerviosa y encendió la luz, pero ahí no había nadie. Es de las cosas más raras que nos han pasado. Aunque yo tengo otra anécdota que me pasó estando sola en casa. Pero me la reservo, porque incluso a mi me cuesta creer que me pasó algo como aquello. 


11. ¿Qué es lo más terrorífico que te haría huir? 

 Hombre... pues yo creo que lo típico. Una de las cosas que no me hacen mucha gracia, es lo de un hospital abandonado y una silla en medio del pasillo. Da bastante grima si la silla empieza a moverse sola. Obviamente, si sé que estoy en un sitio "encantado", no me acojonaría, pero si me pasase así porque si... Igual el susto me lo llevaba y salía corriendo. 



Y hasta aquí el tag de Halloween. ¿Os ha gustado? ¿Compartís alguna cosa conmigo? ¡Espero vuestros comentarios y que todos los que hagáis el tag me aviséis para leeros! :) 

¡Feliz noche del terror! JOJOJO

domingo, 30 de octubre de 2016

¡TE RETO CON CANCIONES! #3

¡Otra semana más de reto!

Creo que no lo dije en otros post, pero todo el que se apunte al reto y me avise, no solo recibirá un comentario. También lo añadiré a la lista de historias en cada post de cada reto que hagáis para que os podáis leer mutuamente. Si aun no habéis empezado, os dejo los links. Recordad que si queréis que os comente, debéis avisar y se agradecerá que sigáis este blog. :)

¡TE RETO CON CANCIONES! #1
¡TE RETO CON CANCIONES! #2


Y ahora vamos a por el tercero. La canción que os servirá de inspiración esta semana, os la pongo tanto en inglés como en español. Para que el que no sepa inglés, no solo sienta la música, si no que también la entienda.

This is me- Demi Lovato
Lo que soy- Demi Lovato


¡Espero vuestras historias! 

No olvidéis que el último capítulo de Enferma de Amor, está por llegar. :) ¿Mañana? ¿Pasado? 
Os haré sufrir un poco. ^_^



Yo - Kath Hartfiel (Solo me pasa a mi...) 

sábado, 29 de octubre de 2016

Enferma de amor CAP.9

¡Madre mía!

¡Pero qué malísima estoy! T_T Ayer me dieron los típicos calambres de las piernas y la panza. Fue un horror. Estuve caminando por toda la casa para ver si se me quitaban. Y eso que por la mañana estuve paseando y comprando, pero ni con esas te libras de los malditos calambres.

Para colmo, el catarro en vez de mejorar, me ha empeorado. ¡Odio no poder tomarme nada! Grrrr... Estoy congestionadísima y eso me está matando. Apenas puedo respirar. Creedme, he probado todo remedio natural que he encontrado. Incluso me he hecho un vaho con eucaliptus de farmacia. Y nada, ni con esas me mejora. Estoy a base de nesquick calentito. *Suspiro* La verdad es que pensaba que mejoraría antes, pero claro, las defensas se las lleva el peque, que está ahí en su fuerte todo feliz, saltando y ejerciendo su labor de dar patadas. Mirad que no soy de quejarme, pero este embarazo me está dejando hecha un cristo. Estoy deseando que mi cachorrito salga y ya poder hacer vida normal. Además, que tengo unas ganas de verle la cara, que probablemente me lo coma cuando salga.

Veremos el lunes si se deja ver. Pienso tomarme un laccao enorme para que se mueva y a ver si conseguimos verle la carita en condiciones. En fin, ya me he quejado bastante y tengo ganas de tirarme a dormir (otra vez). Así que aquí os dejo con lo que de verdad os interesa:.

Capítulos anteriores:

Enferma de amor 1
Enferma de amor 2
Enferma de amor 3
Enferma de amor 4
Enferma de amor 5
Enferma de amor 6
Enferma de amor 7
Enferma de amor 8


Capítulo 9



Vi a una pareja casi al fondo de la sala que miraba a Izan con una sonrisa. Por las facciones del hombre supe que era su padre. Se parecían a nosotros, pero en mayores. El padre era alto, fuerte, las facciones igual que Izan,era un hombre atractivo. Y la madre era menuda, como yo, pero rubia con el pelo recogido en un moño muy elegante y los ojos verdes,los ojos de Izan.

Nos acercamos, y la fiesta continuó. Al estar cerca de su padre, Izan parecía mas grande, aunque los dos eran casi iguales, parecían gemelos, lo que uno mas mayor y el otro mas joven.

-Mamá,papá, ella es Alexandra. -Lo miré y corrigió- Alex, mi novia. Ellos son Carlos y Alicia.

-Es un placer. -Dijo la madre acercándose a darme dos besos. El padre sin embargo me dio la mano y un beso.

-Muy guapa, hijo.- Dijo mirándome de arriba a abajo.

-Sí, mamá, es oficial. Estamos juntos y voy en serio con ella.

-¿Pero no es muy joven? -Dijo su padre. Un golpe bajo en toda regla.

-¿Acaso eso importa? Mamá y tú también os lleváis bastantes años.

-Sí, y tuvimos que demostrar nuestro amor día tras día hasta que por fin nos creyeron y pudimos casarnos, Izan. Dime ,Alexandra, ¿quieres a mi hijo?

-Sí.- Su padre intimidaba, pero yo no agachaba la cabeza, todo lo contrario.- Y pienso que su forma de pensar es muy anticuada. Si lo quiero y él me quiere estaremos juntos.

-Me gusta, tiene carácter.- Dijo el padre mirando a Izan y luego mirándome a mi y sonriendo.

-Alexandra, ven conmigo, deja a los hombres hablando.- Dijo su madre agarrándome del brazo. Me llevó por toda la sala y fui conociendo a mucha gente que había visto en revistas y por la tele. Tras presentarme a todo el mundo la madre habló conmigo. -Me pareces una chica estupenda. Eres educada,de buena posición y mi hijo te quiere. ¿De verdad tú le quieres a él? Supongo que te habrá contado lo que le pasó con su ex-mujer... Esa golfa... Le hizo mucho daño, pero a vosotros se os ve muy enamorados.

-Estoy muy enamorada de su hijo,Alicia. Me contó todo lo que había pasado con su ex,pero le juro que yo no soy igual. Si le confieso algo créame que es para que confíe en mi. Jamás he estado con otro hombre. Tuve un novio en el instituto,pero jamás tuve relaciones con él. Su hijo va a ser el primero y quiero que sea el último.

-Me alegra oír esas palabras. ¿Cuántos años tienes, querida?

-Veintiuno. -Dije esperando que no me juzgase por la edad.

-Vaya... La misma edad que tenia yo cuando conocí a Carlos. Eres muy madura para tu edad. ¿Lo has pasado mal en tu vida?

-Perdí a mi padre hace un par de años,cuando aun estaba en la adolescencia y lo pasé muy mal. Me centré en mis libros y en estudiar, tuve tiempo para pensar y aquí estoy. Mi madre se crió en una familia con poco dinero, pero cuando conoció a mi padre todo cambió y yo me he criado en una buena familia. A la familia de mi madre no la vemos porque no quieren saber nada de nosotras, piensan que mi madre se vendió a mi padre y solo lo quería por el dinero, pero se equivocan, mi madre no es así. Y ahora esta con un hombre que sufre para llegar a fin de mes, pero es la mujer más feliz del mundo. Y mi padre no tenia familia, por lo que siento un poco de soledad en la parte familiar, aunque mi madre siempre ha estado conmigo. Así que supongo que le acabo de contar mi vida resumida en pocas palabras...

-Eres una chica fuerte, me gusta eso en una mujer. Mi hijo necesita alguien fuerte, que lo quiera, que lo respete, pero que el también pueda respetar. -Me agarró la mano.- Espero que tu seas esa persona Alexandra. De verdad.

-Gracias,señora Alicia.

-Por favor no me hables de usted. ¡No soy tan mayor! -Dijo riendo.

-Esta bien,gracias,Alicia. -Me abrazó y supe que habíamos encajado.

Al volver con los dos hombres,los dos nos miraron con los mismo ojos, rebosantes de amor y cariño. El padre de Izan, agarró del brazo a su mujer como si no quisiese soltarla nunca. Esa pareja llevaba mas de cuarenta años casados y seguían tan enamorados como el primer día. Me encantaba verlos juntos e intentaba hacerme una idea de Izan y yo a su edad. Pero el padre me miraba raro,de una forma que no me gustaba nada. Al parecer yo no era de su agrado,pero me sonreía como si no pasase nada. Se lo comentó a Izan y él no le dio importancia,pero por su voz,noté que mentía.

Pasamos unos días estupendos,alternando su casa con la mía. Él tenia sus días de vacaciones justo en los míos. Mi madre casi no venía por casa,ya que se pegaba la mayor parte del tiempo con su novio y todavía no sabía nada de lo de Izan. Él insistía en presentarse oficialmente y me decanté por hacer una cena familiar en casa, osea, mi madre y su novio e Izan y yo. Cuando mi madre lo vio, me levantó una ceja y supo por donde venían los tiros.

-Así que,¿estáis juntos,no?-Dijo mirándome.

-Sí...

-¿Y la cosa va en serio?

-Mucho,mamá.

-Sí,va bastante en serio. -Dijo Izan,haciendo que mi madre se sobresaltase con su voz.

-Me alegro, ¿la cuidarás,verdad?

-¡Mamá...!- Dije en tono de reproche y vergüenza.

-Voy a hacerla feliz, cuidarla y tendrá todo lo que necesite.- Dijo firmemente y agarrándome la mano cariñosamente.

-Estoy tranquila,porque creo en tus palabras.

-Cuídala y no tendremos ningún problema. -Dijo Ángel,el novio de mi madre.

-Eso esta hecho.- Le dijo serio.

Cuando la cena terminó,nos fuimos a tomar un té al salón y mi madre dijo que no dormiría en casa. Así que no nos teníamos que mover de casa, ni desplazarnos. Cuando mi madre y Ángel se marcharon, subimos a mi habitación y nos metimos en la cama. Como cada noche dormimos abrazados, pero no hicimos nada. Mi desesperación iba en aumento, pero cuando intentaba bajar al mano, él la apartaba y decía que pronto... Muy pronto, pero ese día nunca llegaba. Por la mañana, me desperté y me giré para poder verle la cara. Estaba entre sus brazos, como siempre y su olor a masculinidad y perfume, eran como droga para mi.

-Eres lo que siempre he soñado, Alexandra Cornelli.- Dijo con los ojos cerrados.

-Y tú el amor de mi vida, Izan Phyllipe.-Dije besándolo.


Me levanté de la cama y me puse su camiseta que me quedaba como vestido. Al salir del baño sin haberme mirado tan siquiera al espejo, vi una mirada que nunca había visto en sus ojos...


Continuará...


viernes, 28 de octubre de 2016

Enferma de amor CAP.8

¡Vaya día!

¿En serio estamos en otoño? Ahora entiendo lo de "VEROÑO". Si es que como te pongas manga larga... Mueres. Y eso que casi estamos en noviembre.

Bueno, hoy hago 26 semanas de embarazo. Para todo hijo de vecino, eso serían 7 meses justos, pero no. 26 semanas en teoría siguen siendo 6 meses de embarazo. La verdad es que cuentan de forma más rara... Pero bueno, ya queda menos para que el enano salga. Como digo siempre, yo                                                                                       no estoy embarazada, yo me he comido al niño.




Bueno, ahí veis mi cara de loca. Podéis ver este tipo de fotos locas en mi instagram, que por si alguno no lo sabe es: IamMia91190 :)

Y bueno, vamos al lío, que sé que es lo que queréis. jojojo

Capítulos anteriores:

Enferma de amor 1
Enferma de amor 2
Enferma de amor 3
Enferma de amor 4
Enferma de amor 5
Enferma de amor 6
Enferma de amor 7



Capítulo 8


Cuando comenzó me quedé helada, por una parte, no quería saberlo. Sin embargo, por otra no podía evitar querer saber su situación...

-Anita, me engañaba.- Sus palabras me dejaron boquiabierta. ¿Quién podía engañar a un hombre como él? - Tardé casi un año en darme cuenta. Nos casamos hace dos años. En principio, yo quería tener hijos, pero ella no estaba dispuesta. Le insistí muchas veces, pero no lo conseguía. Un día me dijo que sí, que estaba dispuesta a tenerlos. Ese cambio, me hizo dudar, pero yo estaba feliz. Al principio, ella no mostraba pasión, no mostraba nada. Y llegó un momento en el que la notaba distante, fría. No conseguía quedarse embarazada y ya no quería acostarse conmigo. Un día, vino diciendo que estaba embarazada. Yo no conté el tiempo, al principio, y cuando me lo dijo fue como un regalo, pero cuando me dijo que estaba de un mes y medio, cuando yo sabía que no hacíamos el amor desde hacia al menos dos y medio, comencé a dudar. No le dije nada, hasta que un día la seguí. Y allí estaba ella, con su amante y el padre de su futuro hijo. Se les veía muy felices y yo me había estado tragando sus mentiras. Me acerqué a ellos y le dije a ella que no hacía falta que volviese a entrar en mi casa. Mandé sus maletas a un hotel y no la he vuelto a ver. Esa es mi historia.

-Oh, dios... -Conseguí decir. - Es terrible.

-Lo fue, pero ahora esta superado y te tengo a ti, mi niña preciosa. -Sus palabras me recorrieron el cuerpo... ”Mi niña”... Sonreí y me di cuenta de que ese era mi hombre, el hombre que siempre había esperado.

Estuvimos toda la tarde/noche juntos y fuimos a cenar. Sabia que todavía había un dilema entre nosotros, la edad. Y sabia que a él eso le preocupaba. Yo con solo veintiún años y el con treinta-y-siete. Aunque él parecía mucho mas joven de la edad que tenia. Hacíamos buena pareja. Cuando me dejó en el aparcamiento, me besó y me dijo que me llamaría después del trabajo al día siguiente. Le sonreí y me subí al coche. Cuando llegué a casa, recordé todos los momentos que habíamos pasado desde que nos habíamos conocido. Sin ser pareja habíamos discutido como tal, lo había abofeteado, nos habíamos besado... Era como una película, pero al parecer con final feliz.

Al día siguiente, me desperté perezosa, pero con una sonrisa en la cara. Hacía mucho tiempo que no me levantaba así. Me duché y me puse a estudiar. Aun me quedaba un semestre para acabar el tercer año de universidad y todo estaba siendo muy complicado, porque con el accidente había perdido mucho tiempo, pero lo iba a recuperar pronto.

Estaba a punto de llegar al primavera y por fin podíamos sacar las camisetas tirantes y las faldas. Me encantaba el frío, pero la primavera tenía lo suyo. Los colores, el olor del mar, el césped recién cortado, el sol... Por el accidente me había quedado muy pálida así que necesitaba una dosis de sol urgentemente. Mi madre se había marchado con su novio unos días de vacaciones y tenía toda la casa para mi sola. Como no habían vecinos que pudiesen cotillear, me puse unas braguitas y salí a la terraza de mi habitación. Había unas escaleras que daban a la de abajo, pero allí no daba mucho el sol. No me eché crema ya que él sol no quemaba mucho y me puse los cascos con la música. Me relajé tanto que no me di cuenta de que había alguien observándome. Cuando noté que el sol se tapaba por una sombra, abrí los ojos y a Izan mirándome con una sonrisa curvada. Cogí en seguida una toalla y tape mis pechos, aunque era una tontería. Una brisa me chocó la espalda y tirité.

- ¡Izan! ¿Qué haces aquí? ¿Cómo has entrado?

- Llevo tocando a la puerta casi media hora y te he llamado un montón de veces. ¿Qué haces?- Dijo cogiendo la toalla y envolviéndome en ella.

-Tomar un poco el sol. Hacia calor y quería ponerme morena.

-¿Sí? Pues pareces una gamba. ¿Cuanto tiempo llevas al sol?

-No lo sé, una hora o así. - Creo...

-Ven, dijo cogiendo el pequeño bote de crema que tenía en la mesa. Me giró y me puso por la espalda y por el pecho. Aunque debería sentirme como una cría por ello, me sentía doblemente excitada. Y él parecía ir por el mismo camino. Una vez terminó me puso un poco por la cara y me acarició. - Así estas mejor. No quiero que te quemes. Aunque no lo parezca, el sol luego te afectará.

Me puse como un tomate y me abrazó, mi cuerpo desnudo bajos sus brazos, estaba protegido. Me besó la frente y me dio la vuelta para meterme en la habitación. Cuando vi que se dirigía a mi armario y empezó a rebuscar, me acerqué corriendo.

-¿Qué haces? -Dije mirando como buscaba entre los vestidos.

-Buscando un vestido apropiado para esta noche.

-¿Para esta noche? ¿Qué pasa esta noche?

-Que vas a conocer a mis padres.

-¿Hoy? ¿Tan pronto? Yo... No sé si estoy preparada.

-Si estas preparada para estar conmigo, créeme que lo estas para conocer a mis padres.- Cogió uno de mis vestidos.-Este. Ponte este.

-¿Seguro?- Era un vestido negro de noche de tubo, justo cinco centímetros mas arriba de la rodilla, palabra de honor, sencillo, pero elegante. Me acerqué al cajón de los sujetadores y ya sin ningún pudor me quité la toalla y me coloqué el sujetador.

Izan, me observaba fascinado. Me ayudo a subir la cremallera. Me calcé los tacones y me puse tan solo un poco de colorete. Cogí el bolso y el chal y me miró.

- Estas preciosa. Y me encanta que vayas tan natural, estás mejor que maquillada. -Dijo, mientras me ponía un poquito de gloss en los labios.

-Gracias.- Dije aceptando el cumplido. “Menos mal que me he depilado esta mañana”-Pensé suspirando.

Nos dirigimos a su casa y mientras yo hacia un poco de té, él se iba a cambiar. Cuando bajó vestido de traje y con corbata, se me cortó las respiración. Me tomé el té con las piernas temblando. Me daba vértigo ir al lado de un hombre tan apuesto. Sabía que íbamos a ir a una fiesta que daban sus padres, lo que significaba que iba a estar en la zona pija con gente muy refinada y sabía que más de una posaría los ojos se posarían en Izan. Y no era de extrañar, tan grande y yo tan menuda... Muchos pensarían que no pegábamos, pero para mi, éramos la pareja perfecta. Al llegar a la mansión de los Phyllipe, me sentí pequeña. Desde la puerta hasta la entrada, estaba toda iluminada
por antorchas. Delante de la puerta había una gran fuente, parecía más un hotel de lujo que una casa. Me quedé anonadada, pero me encantó. Un hombre se acercó a abrir la puerta e Izan salió. Habíamos aparcado en otro lugar, muy distinto al de los demás.

-Buenas noche,Izan.- Dijo el mayordomo.

-Buenos noches,Edgar. ¿Qué tal? ¿Cómo están tus nietos?

-Muy bien, ¿tú como estas? Ya era hora de que vinieses a ver a tus padres. ¿Quién es esta dulce chica?

-Es Alexandra, mi novia.

-Vaya, es muy guapa. - Dijo mirándome y sonriendo. Era un hombre apacible y parecía tranquilo.

-Gracias, es un placer conocerle, pero me gusta que me llamen Alex. ¿Izan porque me presentas como Alexandra?- Dije dándole la mano y mirando a Izan riéndome.

-¡Y encima es encantadora y con carácter! Es un placer,Alex.-Dijo riendo.

-Lo sé. He encontrado a la mujer de mi vida,Edgar. No sabes lo bien que estoy.

-Alex, no sabes que joya de hombre te llevas. -Dijo Edgar.

-Sí, sí que lo sé. Ahora solo tengo un pánico tremendo a conocer a sus padres.

-Tranquila, los señores son muy buena gente.

-¿Dónde está Thor?-Dijo Izan a Edgar.

-En la parte de atrás.

-Luego saldré a verlo.

-¿Quién es Thor?

-Mi perro. Lo tengo aquí, porque no paso mucho tiempo en casa, últimamente.-Dijo mirándome y luego mirando a Edgar, añadió: Edgar, vamos dentro. Cuando acabes, ves a por Mónica y os venís a la fiesta un rato, ¿de acuerdo?

-Claro,Izan. Mónica tiene muchas ganas de verte.

-Perfecto.

-Hasta luego.-Le dije a Edgar.-Es un hombre encantador. ¿Lleva mucho trabajando para vuestra familia?

-Casi veinticinco años, él y Mónica, son el matrimonio perfecto. Son cariñosos y afectuosos. Mónica me cuidaba y me daba clases de inglés cuando mis padres tenían que irse de viaje.

-Vaya, parecen muy buena gente. Y se nota que tú los quieres como si fuesen de tu familia.

-Sí, cuando mis padres no estaban, ellos se comportaban como tal. Me encantaba. Bueno cariño, es hora de que conozcas a mis padres. -Dijo cuando entramos a una gran sala, donde casi todos se giraron para mirarnos...



Continuará...

jueves, 27 de octubre de 2016

Enferma de amor CAP.7

¡Buenos días!

Si, hoy escribo más pronto, porque estoy malita. Y seguramente luego, no tenga muchas ganas de escribir. Que ya se sabe que por las noches, pega el  bajón y para colmo no puedo tomar medicación. Estar embarazada tiene inconvenientes, ¿eh? Tengo la garganta dolorida y estoy a base de leche calentita con nesquick. ¿Qué remedio? *Suspiro* Al menos, no voy a morirme, solo espero que no me pegue fiebre. Ya que soy contraria a medicamentos, pero cuando me quedo con la voz como un camionero fumador, me da mucha rabia. Además, que he dormido fatal. Vamos, el colmo de los colmos. Si no salgo de una para meterme en otra. Espero no ponerme peor.

Bueno, el capítulo de hoy es algo más largo, así que veremos que os parece. Como siempre ,si no habéis leído alguno anterior aquí los tenéis.

Enferma de amor 1
Enferma de amor 2
Enferma de amor 3
Enferma de amor 4
Enferma de amor 5
Enferma de amor 6




Capítulo 7


¿Izan?

Intenté mantener la compostura y seguir hasta el altar. Me puse al lado correspondiente e intenté no mirarlo, pero era inevitable. Buscaba su mirada como una desesperada. A su lado vi a una mujer rubia, pintada de forma vulgar con un vestido rojo. Pensé : ¿Cómo ha podido venir con ella?

Su cara desde que me había visto, había cambiado. Tenía la mirada triste y perdida. No me miraba y agachaba la cabeza de tanto en tanto. Sabía que tenía que estar avergonzado, pero... ¿Qué diablos hacia en la boda de mi mejor amiga? De pronto, miré a Gregory ,que miraba a Taya con el amor con el que un hombre debe mirar a una mujer. Sentí nostalgia, sentía que me iban a quitar a mi mejor amiga y ya no la vería tanto como antes, pero ella era feliz y era lo importante. Entonces me di cuenta de que debía ser amigo de Gregory ,ya que estaba en su parte de invitados. Me sentí tonta por no haber pensado que se podían conocer, ya que los dos trabajaban en la misma clínica, pero en distintas plantas. La música dejó de sonar y el cura comenzó a hablar. Cuando empezaron a decir los votos ,se me encogió el estómago. Comenzó Gregory...

Yo, Gregory House, te quiero a ti, Taya Meries, como esposa
y me entrego a ti,
y prometo serte fiel...”

Cuando pronunció esas últimas palabras ,no pude evitar mirar a Izan. Me sentía avergonzada ,y él agachó la cabeza en señal de arrepentimiento. Las lágrimas resbalaron por mis mejillas, todos pensaron que era por la boda, y en parte si lo era, pero Izan estaba allí...La persona a la que mas había amado jamás y a la que mas me había defraudado nunca...

...en las alegrías y en las penas,
en la salud y la enfermedad,
todos los días de mi vida...”

Cuando llegó el momento de Taya, noté que estaba a punto de llorar.


Yo, Taya Meries, te quiero a ti, Gregory House, como esposo
y me entrego a ti,
y prometo serte fiel
en las alegrías y en las penas,
en la salud y la enfermedad,
todos los días de mi vida. ..”

Cuando llegó el momento del beso, recordé el beso cálido de Izan en la clínica. Y lloré, lloré y volví a llorar. Abracé a mi amiga, tras susurrarle que la quería muchísimo y que esperaba que todo le fuese bien en su nueva vida. Los novios se fueron en la limusina hacia en hotel en el que se realizaría el convite. Cuando todo el mundo había salido de la iglesia y solo quedaba yo, me fui hacia uno de los bancos. Nunca había sido creyente, pero en ese momento necesitaba desahogarme y hablar. Me arrodillé y recé, recé para olvidar el dolor que Izan me había causado, recé porque a mi mejor amiga le saliese todo bien y no tuviese ninguna decepción y recé por mi... Porque no soportaba el hecho de seguir enamorada de alguien que me había echo sufrir tanto...

De pronto, una mano fuerte tocó mi hombro. Sin girarme supe quien era. Ese perfume, ese tacto... Recé para que fuese un sueño, pero no. Ahí estaban esos ojos verdes que suplicaban perdón. Me odié por ser cruel con él, pero no podía evitarlo.

-Suéltame. -Dije en voz baja.

-No, no te voy a soltar hasta que no me digas porque llorabas en el altar. Estoy seguro de que no me odias... No puedes odiarme...

-Te odio, déjame. -Aparté su mano de mi hombro e intenté salir corriendo ,pero fue en vano. En dos zancadas ya me había cogido. Me sentí ridícula a su lado. Yo era menuda a su lado, pequeña y bajita, mientras que él tenia una presencia embriagadora.

-No me odias... -Al ver mi cara dijo: -Por favor, no me odies...Te quiero.

No sé por que ni como llegué, pero le solté una bofetada y le dije:

-NUNCA, ¿ME OYES? ¡NUNCA REPITAS ESAS PALABRAS,MENTIROSO! -Me giré y salí corriendo. Dejando a Izan en la iglesia y con la cara roja por mi bofetón.

Cogí el coche llena de rabia, no pisé el acelerador porque me supe controlar, pero tenia ganas de estrellar el coche conmigo dentro. Llegué al hotel acalorada y al ver a los invitados, decidí ir al tocador antes. Como temía, tenía todo el rímel por la cara y los ojos hinchados. Me limpié y me perfeccioné el maquillaje hasta parecer de nuevo una persona normal. Cuando entré a la sala, todos se me quedaron mirando y con razón ,era la última en entrar y tenía que sentarme en la gran mesa principal, con los novios. Vi que también faltaba un asiento,Izan... Le pregunté a Taya y me dijo lo que no esperaba.

-Falta Izan, el primo de Gregory.-Dijo contenta.

En ese momento me quedé helada, cuando lo vi aparecer en la puerta con la parte izquierda roja como un tomate me miró y se giró sonriéndole a su primo Gregory...

Después de el convite, los novios se iban a marchar de luna de miel directamente. Acompañé a Taya a la habitación que habían reservado para poder cambiarse y dejar las cosas y se puso un vestido blanco corto, junto con un chal negro, ya que hacia frío. Ella fue la que habló primero.

-¿Qué te pasa con Izan? Pensaba que tu médico te gustaba y quería darte una sorpresa. Por eso no te dije que venia a la boda.

-Y me gustaba, pero no sé... Ya no le veo la gracia. Supongo que solo me gustaba porque conmigo era muy amable.

-Sí, pero aparte de amable, es muy guapo, Alex.

-De la guapura no nace todo, Taya. Además si no voy mal, es un hombre casado.-Dije intentando mantener la compostura. Decirlo en voz alta, me hacía daño.

-Puede ser... Es tan guapo...

-Bueno, bueno... ¡Qué te acabas de casar!- Dije intentando sonar bromista.

-Lo sé, pero eso no significa que tenga una venda en los ojos, Alex. ¡Vamos, anímate! ¡Ataca,Alex! Hacéis buena pareja...-Dijo dándome un pequeño empujoncito con el hombro.

Le sonreí, pero mi mirada se notaba triste. Bajamos al gran salón y Gregory se quedó pasmado al ver a su reciente esposa. Solo tenía ojos para ella, eso era lo que cualquier mujer deseaba. Y de pronto, cogieron el coche para irse a su luna de miel. Se acaba de ir mi amiga, mi hermana...

Recogí mi bolso ,me despedí de sus padres y de todos los conocidos y me fui hacia el coche. Noté que alguien me seguía, me giré y de pronto me encontré aplastada por Izan en mi coche.

-¿Qué...? ¿Qué...haces?-Dije tanto sorprendida como un poco asustada.

-Lo que debí hacer hace mucho tiempo.

Me besó, sí... Me besó como jamás lo había echo. Sin cuidado ,sin pausas...Todo era energía y pasión. En principio, quise resistirme, pero en cuanto noté el calor de sus labios, me dejé llevar. ¿Qué tenía ese hombre que hacía que me cegase por él?
Dejé mi bolso caer y rodeé su cuello con mis brazos ,me sentía en el paraíso, me olvidé de todo. Cuando el beso paró, algo en mi no quería parar, pero sabía que lo que estaba haciendo, estaba mal.

-Izan...-Susurré.

-Nunca,¿me oyes? Jamás vuelvas a decirme que me odias.

-No... -No sé porque estaba tan sumisa, pero no me importaba. Estaba con él, con el único amor que había tenido. Al único que le había entregado mi corazón.

No supe que decir ,nos quedamos mirando y él se agachó, recogió mi bolso y me llevó de la mano hasta su coche. No pude decir nada. Me subí automáticamente y no dijimos palabra durante el trayecto. Al detener el coche, nos paramos en un caserón antiguo con grandes ventanales y balcones estilo barroco. Era precioso.

-¿Es...Tu casa?-Conseguí decir.

-Sí, vamos.

-No. ¿Y tú mujer? -Dije sin muchos ánimos.

-No te pongas difícil, Alex. Ven conmigo.

Aunque a regañadientes ,salí del coche. Lo seguí y entramos al gran caserón. Estaba decorado de una forma muy elegante ,pero solo había fotos de Izan y de su familia, ninguna foto de boda, ninguna foto de su mujer... Revisé la casa con la vista y entramos a una pequeña habitación, que resultó ser su despacho. Me dijo que me sentase y me entregó un documento... Un acta de divorcio. Lo miré aturdida y vi que estaba firmada por los dos cónyuges. No estaba casado ,se había divorciado. Me quedé mirando los papeles durante un buen rato y aun no podía creerlo. Izan, estaba libre, pero aun me sentía culpable porque hubiese engañado a su mujer estando casado ,aunque estuviesen separados. El matrimonio para mi era sagrado.

-¿Y bien?

-¿Porqué no me lo dijiste?

-No me dejaste.

-Pero...Pero...

-No, Alex, déjame hablar. Llevo semanas intentando hablar contigo. Rechazas mis llamadas, no contestas a mis mensajes ni a los e-mails. ¿Qué quieres que te diga? No me has dado otra opción que traerte para que lo vieses con tus propios ojos. Si te lo hubiese llevado a la boda de Gregory, probablemente ni los habrías mirado o tal vez lo hubieses roto. -Dijo desesperado. Había pasión en sus palabras.

-Lo hubiese leído.-Dije sabiendo en el fondo de mi corazón que probablemente los hubiese echo pedazos y se los habría tirado a la cara sin tan siquiera mirarlos.

-No.-Dijo él, leyéndome el pensamiento.

Nos miramos y me levanté intentando quitarme la vergüenza y lo besé. Lo besé sincera, tranquila... Su beso comenzó lento, pero acabó convirtiéndose en algo insistente y sabía que iba a pasar... Tenia miedo, pero quería hacerlo. Lo miré y no sé si supo lo que quise decirle con la mirada, pero paró.

-No... -Dije casi en tono de súplica. Necesitaba sentir sus manos por mi cuerpo, necesitaba sentirlo a él.

-¿Estás segura de lo que quieres hacer? Luego ya no hay vuelta atrás... No quiero que te arrepientas...-Dijo inseguro.

Agarré su cintura y lo apreté contra mi. Nunca me había mostrado tan descarada. Él me miró, sus ojos decían que sí ,pero sabia que su razón le decía que no.

-No puedo hacerlo ,no puedo arrebatarte lo que has guardado para esa persona especial en tu vida.

-Pero...Te quiero...

-Lo sé, pero quiero que estés segura.

-Estoy segura.

-Dejemos que pase un tiempo ,¿vale?

-Sí...-Dije apenada.Me había dejado con el calentón.

- ¿Quieres que estemos toda la tarde juntos?

Eso me alegró, acepté. Me llevó por toda la casa y me enseñó habitación por habitación. Cuando llegamos a la suya ,me quedé con la boca abierta. Era una cama grande, como esas de las películas, tenía como una cortina que rodeaba la cama para que no entrase la luz. La habitación estaba decorada con un estilo renacentista, me enamoré. Fuimos a un gran salón donde había un sofá en el que cabían por lo menos siete personas, encendió la chimenea y nos sentamos. Empezó a contarme que era descendiente de unos duques ,la casa tenia una gran historia y su familia también. Me quedé prendada por la pasión con la que contaba la historia. Cuando terminó me quedé abrazada a él y hablamos de muchas cosas ,nos contamos nuestras vidas y de ahí comenzó a contarme porqué se había divorciado...



Continuará...

miércoles, 26 de octubre de 2016

Enferma de amor CAP.6

¡Hola!

¡Vaya día llevo! Hoy por fin he ido a comprarme un pijama de invierno de pre-mamá. Que falta me hacía. La verdad es que me estresa que todo me apriete, pero bueno, son cosas del embarazo. Aparte de unos leggins y algunas bragas, que en serio, ¿cómo se puede hinchar una en tan poco tiempo? ¡Y más sin haber engordado más de un kilo al mes! ¡No lo entiendo! *Cara de frustración* En fin, es lo que hay. Me tengo que                                                                                       aguantar que ya solo faltan tres mesecitos.

He pasado un día por Palma y al fin he convencido a mi chico para que no se corte el pelo tan corto y se lo deje algo más moldeable. ¡YUJU! Se lo ha cortado, pero no tanto. Es que teniendo la cara en plan manzanita, un corte tan cortito no le sienta tan bien. Incluso el peluquero me ha dado la razón. Suerte la mía. JOJOJO.

Después de eso, hemos ido a tomar algo y por último, hemos ido a cenar a un tailandés que hace pizzas y dónde el dueño es chino-americano. Vamos, un sitio multicultural. Y por primera vez en nuestra vida, hemos probado la carne de kobe. Desgraciadamente, a mi me han hecho un cachito muy muy pequeño, porque hacer demasiado esa carne, es un pecado capital. Y además, a mi no me gusta en modo suela de zapato. Pero pufff... Yo me hubiese comido un chuletón, si hubiese podido. Pero pedir un solomillo de kobe y hacerlo demasiado... Es una crueldad. Y más a mi, que me gusta la carne rosita. *Suspiro* Pero bueno, es lo que hay. En cuanto tenga al nene, pienso pedirla y comerla bien a gusto. Y bueno, ese ha sido mi día. Aparte de que el pequeño Ian me deforma la barriga en plan karateka, pero es un cachondo que me hace ir al baño todo el tiempo.

Vamos que llegar a casa hoy, parecía que no iba a pasar. Si no llega a ser porque estaba cansada, seguramente no estaría aquí escribiendo. :P Bueno, voy a poner lo que estáis esperando, nos hago sufrir más...

Para leer los capítulos anteriores:

Enferma de amor 1
Enferma de amor 2
Enferma de amor 3
Enferma de amor 4
Enferma de amor 5




Capítulo 6



Reaccioné al instante y me levanté provocándome un dolor terrible. Al llegar a la puerta vi como encendía el coche, pero el dolor pudo conmigo y caí de rodillas. Él me vio y de pronto se quedó helado y salió del coche. Mis ojos estaban empañados en lágrimas ,no entendía nada. ¿Porqué había salido de esa manera? Me dolía mas el corazón que las costillas, pero sentía como si me hubiesen pasado lanzas. A partir de ahí todo se volvió oscuro...

Escuchaba la voz de Izan, me suplicaba que me despertase, parecía estar llorando... Intentaba abrir los ojos, pero los párpados me pesaban, me era casi imposible y no podía articular palabra. Lo escuchaba hablarme y sentía como me levantaba en volandas. Lo escuchaba pedir perdón, pero no podía reaccionar. Moví la mano y tras varios minutos notando paños fríos en la frente, conseguí abrir los ojos.

-¿Alex?

-Izan...-Tenia la garganta seca y noté que arrastraba cada letra con la lengua. Me costaba mucho.

-No hables, por culpa del dolor te has desmayado. ¿Cómo se te ha ocurrido salir corriendo? -Vio mi intento de contestar la pregunta, pero me paró.- No hables, estás loca. No tenías que salir corriendo, no me iba para siempre. ¿Crees que te voy a decir que te quiero y luego irme sin más? Soy demasiado egoísta para dejarte. Solo necesitaba pensar. ¡Qué estupidez...!

-Yo..Yo...-Suspiré con dolor, pero sabía que no se iba a marchar. Solo necesitaba pensar.

-Descansa, no hables. Me quedaré contigo...¿Tienes hambre?

Negué con la cabeza y me quedé mirándolo. Sus ojos rebosaban de amor y de...¿Remordimientos? Me quedé mirándolo un buen rato, pero no hablaba. Intenté incorporarme ,pero me dolía demasiado. Él me ayudó a sentarme, pero no decía nada... Sus ojos tenían pasión, pero había algo que lo carcomía por dentro. Dejé de mirarlo porque notaba dolor. Aparté la mirada de forma brusca y él se dio cuenta.

Me acercó un vaso de agua y bebí lentamente mientras el me ayudaba, ya que me temblaban las manos. Cuando por fin pude hablar:

-¿Qué pasa? ¿Porqué necesitabas pensar? ¿Qué es lo que necesitas pensar,Izan?

-Me estoy separando de mi mujer,Alex.

-¿Qué? -El corazón empezó a bombear violentamente mi pecho.- ¿Estás casado?

-Me estoy separando...

Lo miré y vi que todo era verdad, no había escuchado mal. >>Aun está casado...¿Cómo ha podido decir que me quiere?<<

-Vete Izan ,por favor...Vete.

-No voy a dejarte sola. Por favor ,escúchame.

-No, vete. -Intentó cogerme la mano ,pero la aparté. Mi corazón de pronto se había echo pedazos. Había omitido algo que era importante, algo esencial...

-Alex... Déjame que te lo explique.

-No hay nada que explicar, lárgate de mi casa. No quiero verte. Te odio... -Al decir esas palabras, supe que era verdad, lo odiaba con toda mi alma. ¿Cómo podía decirme que me quería estando casado?

Lo vi salir por la puerta ,pero esta vez todo el amor se había quedado congelado. No iba a salir corriendo. Subí a mi habitación y lloré... Lloré lo que no había llorado nunca. Siempre me había considerado una chica fuerte, pero en ese momento me di cuenta de lo que podía ser mi gran debilidad... Izan...

Pasaron dos semanas, recibí llamadas, mensajes, se presentó varias veces en mi casa, pero yo no quería saber nada. Apenas comía y mi madre estaba preocupada. Cuando su novio la invitaba a irse, ella intentaba convencerme para quedarse, pero siempre le decía que quería estar sola. No aguantaba compañía de nadie, solo quería hundirme en mi miseria. Me había enamorado del hombre equivocado. Sin embargo, Taya había encontrado al hombre de su vida...

Al día siguiente, tras dos semanas apartada del mundo y ya recuperada. Me puse el vestido de la boda y me dirigí a casa de Taya, al verla se me llenaron los ojos de lágrimas. Estaba preciosa. Llevaba un vestido blanco de raso, palabra de honor, iba simple, pero estaba preciosa. Su pelo castaño, siempre liso, ahora caía en cascada por su cintura con una maraña de rizos perfectos y una flor roja a un lado cuidadosamente colocada. Parecía una princesa.

-Alex...¿Estoy bien?-Repetía una y otra vez.

-Estás preciosa. Eres la novia mas guapa que he visto. Y ahora sal y cásate con ese hombre tan bueno y perfecto que has encontrado.

No le había contado a Taya lo que me había pasado con Izan, no quería fastidiarle el día y se lo había omitido también en esas últimas semanas por que ella ya tenía bastante con lo de la boda. No podía endosarle mas preocupaciones. Cogí el ramo de orquídeas, perfectamente combinado con mi vestido azul del mar y mi pelo recogido en un moño de rizos que caían por mi cara. Llevaba poco maquillaje y eso hacia que mis profundas ojeras no se disimulasen mucho, pero estaba contenta por mi amiga y saqué mi mejor sonrisa por ella. Yo, su madrina y mejor amiga, tenía que darle apoyo y hacer que fuese el mejor día de su vida.

Salí al pasillo de la iglesia al escuchar la música y con pasos lentos y coordinados fui echando pétalos de rosas rojas por todo. La gente sonreía, lloraba... Se notaba que era un acontecimiento feliz. Había mucha gente, entre muchos pude distinguir una cara que no quería ver...


Continuará... 








martes, 25 de octubre de 2016

Enferma de amor CAP.5

¡Hola, hola!

¿Cómo vais? Yo medio adormilada. Me he pegado una siesta del quince. Y no sé porque, pero las
siestas me sientan mejor que dormir por la noche. Supongo que el niño está más activo de noche y tendré que cambiarme el horario para poder descansar. *Risa*

Os cuento, ayer vinieron amigos a casa. Y yo que me apunto a un bombardeo, jugué con ellos al póker. ¡Qué paliza les di! Amo jugar al póker xD No penséis que soy una viciosa. Pero... ¿A quién no le gusta vapulear a cinco tíos ella sola en una sola partida? Me sentí de lujo y muy malvada. Porque dos re-compraron fichas y los fundí. Fue tan divertido ver sus caras... Aunque tampoco abusé.

En cuanto gané, jugué otra y dejé a mi chico jugar a su bola. Que ya me miraban con miedo. Así que me fui a hacerles la cena. Jojojojo. Ian estuvo revuelto todo el tiempo, imagino que le encantaba verme en plan malvada mirar a los de la mesa. Necesito más noches así para distraerme. Apenas dormí, pero valió la pena y la siesta me ha reconfortado un poco. Bueno, no me enrollo más que sé lo que queréis de verdad...  Ahí lo tenéis :) ¡Espero que os guste!

Para leer capítulos anteriores:

Enferma de amor 1
Enferma de amor 2
Enferma de amor 3
Enferma de amor 4




Capítulo 5


La respuesta me rondaba la cabeza, quería decirle que sí, que lo quería, pero tenia miedo. Tenía miedo a lo que podía pasar, a todo... Solo había tenido una relación y no había acabado nada bien. Él se había marchado con otra, días antes de irnos a vivir juntos y no quería pasar por lo mismo. No sé por que, supe que él no iba ser así. Su cara denotaba impaciencia y miedo a mi respuesta.

-Te quiero...-Dije por fin.

Cogió mi cara con la delicadeza con la que se coge a una muñeca de porcelana y sentí sus cálidos labios sobre los míos. Había deseado tanto ese momento que pensaba que si se detenía, moriría. Deseé con todas mis fuerzas abrazarlo,pero sabía que era una locura por mis fracturas.

-Te quiero,no sé que has hecho conmigo,pequeña bruja,pero te quiero...

Lo miré y vi sus ojos brillantes, anhelantes de deseo y de amor. Desde que tuve mi primera relación, Ress, mi ex, nunca me había mirado así, me tenia cariño, pero no estaba enamorado. No me miraba igual que Izan, él desprendía amor por todas partes. ¿Cómo era posible que ese hombre no se hubiese enamorado de nadie? ¿Porqué se había fijado en mi? Las preguntas retumbaban en mi cabeza una y otra vez ,pero él pareció leerme la mente.

-¿Porqué tú? Fácil. Cuando me ayudaste en aquella calle vi tus enormes ojos azules y tu hermoso pelo negro y me pareciste un ángel, un ángel que me había salvado. Y me salvaste... En todos los aspectos. Creí que siempre viviría sin amor, sin alguien con quien dormir cada noche. He tenido muchas mujeres a mi lado, pero todas por interés. Me crié en una familia con dinero, todas las mujeres venían a mi por eso. Nunca tuve cariño de mi madre, se pegaba el tiempo con sus amigas y de compras o en la peluquería y mi padre de amante en amante. Juré que nunca me enamoraría, pero cuando te vi a ti, tan normal...Tan mujer ,tan tú... Me cambiaste el modo de ver las cosas.

-¿Porqué?- Mi corazón estaba encogido tras su breve explicación. Lo había pasado mal de pequeño. Había tenido todo el dinero que había querido, pero no había tenido amor.

-Porqué sé que no eres como las demás. Todas las mujeres que se han acercado a mi,se han acercado porque saben que soy el único heredero de mi padre, solo me quieren por mi dinero. Pero tú,no me conocías de nada y te fijaste en mi por quien soy, no por lo que tengo. Por eso te quiero, porque eres dulce y cariñosa y porque aunque los dos somos fríos y cínicos, me quieres, pese a mis fallos. Las enfermeras, siempre me contaban maravillas de ti. Siempre con una sonrisa en la cara y siempre preguntando por mi. Eso fue lo que me dio esperanzas... Pero fue aquel beso,lo que me terminó de convencer. Te pusiste como un tomate.

-Yo... ¡Es normal! ¡No me lo esperaba! Y no me podía defender... - Me puse aun más roja de lo que ya estaba.

-¿Querías defenderte?

-No,pero...

-Shh... No hay pero. -Dijo volviéndome a besar y haciendome recordar el beso de la clínica.

No sabia porqué,pero me dio tanta confianza que me acurruqué en su pecho y así nos quedamos... Me acariciaba el pelo y aunque yo tenía alguna que otra molestia en las costillas, estaba en el séptimo cielo. Sonó el teléfono e hice un intento para levantarme, pero Izan no me dejó. Se levantó casi al instante y me lo pasó.

-¿Sí?

-Cariño,soy mamá. ¿Cómo estás?

-Bien,he bajado al salón y me he echo algo de comer.

-¿Ya puedes caminar bien?

-Mejor que los anteriores días.

-¿Puedes quedarte esta noche sola? ¿O me necesitas?

-No,para nada. No me importa. ¿Qué planes tienes?- Dije,mientras Izan me miraba con una ceja levantada.

-Ángel me ha dicho que le gustaria pasar una noche en el hotel de sus padres,para estar solos y eso...

-De acuerdo,no te preocupes. Yo me las puedo apañar. Me pediré algo de comida china que hoy me apetece.

-¿De verdad? Sé que no debería habértelo pedido...Eso de que te quedases sola,pero me apetece mucho...

-Ya te he dicho que no pasa nada. Hace tiempo que te mereces unas vacaciones y aunque estas vayan a ser de una noche,te las mereces. Vuelve cuando quieras. Yo estaré bien.

-Gracias,te quiero. Hasta mañana.

-Hasta mañana,mamá...-Dije mirando a Izan sonriendo.

Su mirada cada vez se había echo mas rara a medida que la conversación avanzaba, pero su cara se relajó en cuanto dije “mamá”... ¿Tenía miedo? Colgué el teléfono nerviosa. Quería volver a su lado, sentir calor. Me volví a poner a su lado y me abrazó, aunque esta vez parecía que no se controlaba y escuchaba su jadeo sobre mi cabeza. Intenté no moverme mucho para que no se excitase demasiado, notaba que estaba como un caballo, pero no era el momento y él también lo sabia. Se levantó con cuidado y sin decir palabra se marchó...




Continuará...