Hoy el día ha sido movidito. Me han pegado micro-infartos haciendo la compra. ¿Cómo es que los supermercados se han subido tanto? ¡Si no he comprado nada! *Modo maruja ON* Y para colmo he ido a un sitio de comidas preparadas, porque los viernes suelo ir a por mi hermanito para traérmelo en finde a casa y compramos ahí, en plan día sabático de no cocinar. ¿Y qué me ha pasado? Que no me ha apetecido nada. ¬¬ El colmo. Y para colmo, mi peque ha decidido instalarse sobre mi vejiga desde anoche y cada cinco minutos estoy en el baño. ¡SOS! Estar embarazada es frustrante. Bonito, pero frustrante. T_T
Pero al menos la barriguita ya no parece de gorda, ya se nota que es de embarazada. Que estaba traumatizada ya. *Risas* Eso si, el culo que estoy echando, que huyan todos que los aplasto. Voy a tener que hacer operación bikini express en cuanto tenga al cachorrito. Será duro. Ya son 25 semanas. Parece mucho y realmente todos me dicen "ya te queda nada", pero yo quiero que pasen ya estos tres meses y que salga. ¡Quiero verlo! ¿Normal, no? Bueno, no me enrollo más. Aquí os dejo el segundo capítulo de la historia de ayer. Espero que os guste.
Capítulo
2
Me
tenía que quedar dos semanas mas ingresada en aquel hospital. Taya se
casaba el mes siguiente y ya estaría recuperada o al menos eso decía
Izan. ¿Desde cuando lo llamaba Izan? ¡No...! Eso eran demasiadas
confianzas, eso fue lo que me dijo el Doctor Phillype. Sí, mejor...
Izan... ¿Porqué demonios no se me borraba el nombre de la cabeza?
Me
levanté de la cama con un dolor tremendo en las costillas, pero
soportando un poco el dolor, conseguí llegar al baño. Tenia
prohibido levantarme, pero no podía quedarme en la cama, era una
tortura. Justo en el momento en el que salía del baño, entró Izan.
-¿Se
puede saber qué demonios haces?-Dijo en tono severo.
-No...
No podía quedarme tumbada.
-Pues
más vale que te tumbes ya o yo mismo te romperé una pierna para que
no te muevas,¿entendido?
-Eres
muy poco cortés con tus pacientes. Te salvé la vida, por si no lo
recuerdas.
-Ya
te di las gracias. Y por si no te das cuenta, yo intento hacer lo
mismo con la tuya, así que cállate y hazme caso. Para eso soy el
médico.
-Arrogante...-Dije
en voz baja.
-Te
he oído. - Dijo cuando por fin me vio tumbada.
Me
subieron los colores, pero no por vergüenza, si no por rabia. Sentía
rabia hacia ese hombre por el que sentía un odio tremendo y una
atracción casi enfermiza. Todas las enfermeras estaban locas con él
y eso me molestaba. ¿Porqué me había fijado en alguien tan
arrogante y vanidoso como él? ¿Y porqué había venido a mi
habitación? ¿Solo para decirme que no me moviese? Lo odiaba...
Cogí
el libro que me había traído, Taya y empecé a leerlo. Me sumergí
tanto en la historia que no me di cuenta de que Izan estaba mirándome
desde la puerta. Carraspeó y levanté la vista, casi inmediatamente
cerré el libro.
-Tenemos
que hablar.-Dijo acercándose a mi cama.
-¿De
qué?
-Tienes
dos costillas rotas y no dejas de moverte. ¿Qué pasa? ¿Te quieres
quedar aquí toda la vida?
-No,
no quiero tener que aguantarte. Solo quiero irme de aquí.
-No
sabía que me odiases tanto.
-Eres
un arrogante insoportable y no te aguanto. ¿No me pueden cambiar de
médico?
-Soy
el mejor aquí. ¿Crees que van a ponerte a otro? Más vale que no lo
pidas, seguiré viniendo.
-Te
odio.-Dije furiosa. -¿Porqué no me dejas en paz? Solo quiero irme
de aquí. Supongo que no es tan difícil de entender.
-¿Porqué
me odias? ¿Porqué te atraigo? ¿O porque no te hago el caso que
quisieras?
-Te
odio por arrogante, pedante, vanidoso, creído... ¿Me dejo algo?
No...Creo que no. -Dije sarcástica. -¿Qué me atraes? Ni lo sueñes.
En
ese momento, su cara se acercó a la mía y sin llegar a rozar mis
labios, susurró:
-Dime
que no me odias...
-Te
odio... -Dije casi sin voz.
-Mientes
fatal.
Cuando
el corazón ya parecía estar a punto de salir corriendo por la
ventana, me besó la frente y salió de la habitación. Me quedé
confusa ,excitada y rabiosa. Sabia que él estaba jugando y yo como
una tonta, estaba cayendo en sus redes. Taya se presentó de
sorpresa, como siempre hacia, y por fin me relajé cuando vi que me
traía mi portátil. Taya sabía que yo no era persona sin mi
portátil y cuando vi dentro de la funda unos cascos para la
música, casi la pido en matrimonio. Estuvo casi una hora hablándome
del accidente, de la boda...Me había traído una invitación para que
la viese. Olía a rosas y jazmín, Taya iba a casarse por todo lo
alto, vestido blanco, iglesia enorme, más de trescientos invitados de
los cuales no conocía ni a la mitad... Eso eran las bodas, un horror
que toda mujer necesitaba o ansiaba por dentro vivir. Todas
deseábamos lo mismo en el fondo, aunque a mi me horrorizaba la idea
de que todo el mundo me mirase en la iglesia. Parecía que esperaban
que tuvieses un fallo al caminar o el vestido fuese horroroso o el
maquillaje demasiado cutre...Todo eran objeciones, aunque al final
todos decían lo mismo. >>Estás preciosa.El vestido te queda
genial...<<,lo típico, pero a Taya le encantaba. Iba a casarse
con un médico de buena familia, alemán, guapo, de treinta y tres años.
Había diferencia de edad, ya que ella solo tenia veintidós, pero
estaban muy enamorados y se les notaba felices. Todavía recuerdo la
llamada a medianoche, para decirme que se casaba. Yo estaba durmiendo
cuando sonó el teléfono y me dio la noticia...
>>-¡Alex!
¡Me caso!
-¿Qué?
-¡ME
CASO,ME CASO,ME CASOOOOO! - Dijo casi a voz en grito.
-¡Oh,dios
mio...! ¿Gregory te lo ha pedido?
-Siiiiiiiiiiiiiiiii.
-Enhorabuena, Taya.
Estoy muy contenta por ti.
-¿Salimos
mañana a emborracharnos y celebrarlo?
-Claro, eso
ni lo dudes. Hasta mañana.<<
Esa
fue la conversación mas alegre que habíamos tenido nunca. Por fin
teníamos algo que celebrar...
Recordar
esos momentos, me hizo sonreír. Cuando recordé donde estaba, en aquel
hospital, tan blanco y limpio, eché de menos mi casa. Quería estar en
mi habitación, en mis sábanas, mi edredón de plumas de color marrón
que daba sensación de calor. Aquella habitación tan blanca me daba
sensación de ahogo. Izan entró en la habitación, justo cuando
miraba por la ventana. No sé por qué siempre entraba cuando estaba
distraída.
-Ejem..
-¿Eh?
¡Ah, tú...!
-¡Ah!
Yo...¿Qué haces?
-Escribir.
¿Querías algo?
-Sí, quiero
darte algo.-Dijo acercándose a mis labios y besándome hasta
conseguir que me marease.
-¿Se
puede saber a que viene eso?-Dije cuando se apartó.
-Era
solo un regalo de consolación...-Dijo.-Solo un regalo...-Apartó su
aliento de mi cara con media sonrisa y salió de mi
habitación, dejándome con la boca abierta y el corazón acelerado...
¡Izan me cae bien! Es un cachondo, ya estoy deseando que pasará en el siguiente capítulo.
ResponderEliminar¡TQ!
¡pues espero que te guste! :)
EliminarMira que dejarle un beso así nomás xD Me ha encantado, espero el próximo.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
¡El siguiente y los que quedan! :)
EliminarUy qué relación tan apasionada preveo ahí!! Me ha gustado mucho el momento flashback con Taya.
ResponderEliminarY no te preocupes por los kilos: yo engordaba más de 20 con cada embarazo. Pasaba vergüenza porque los ginecólogos me reñían pero es que me daba mucha hambre...y luego perdía todo lo que había ganado dando el pecho.
Un besazo!
¡Y tanto que va a ser apasionada! ¡Me alegro de que te esté gustando!
EliminarYo es que no quiero engordar mucho, porque luego me va a costar bajarlos. Que yo respiro y ya engordo jajajaja
A ver si es verdad que pierdo peso dando pecho.
Un besazooo
ResponderEliminar(。◕ ‿ ◕。)/ Holaaa!!!
Aaaaawww dios este capitulo también esta genial!! no se pero me imagino a Izan tan sexy XDDDDDDDD más encima ya la beso y ella toda enojada se dejó igual ajjajajajajaja vamos por el tercero!
穛 S4Ku SEK4i®
Si, es que en el fondo hay love por todas partes jajajaja
EliminarEl recurso de los dos que se pelean, cuando en realidad se atraen.
ResponderEliminarEs algo que funciona.
Saludos.
Si, al menos a mi es algo que suele llamarme mucho la atención. Las historias donde hay odio, me enganchan. :)
EliminarSaludos