¡Hola,hola caracolas!
Hoy me toca hacer una historia con una canción preciosa. La había escuchado, pero no recuerdo dónde. Así que obviamente ya sabiendo cual es, se viene a mi lista de Spotify de cabeza. Os dejo aquí mismo el video para que la escuchéis y os emocione tanto como a mi.
Bueno, hoy no he tenido ni que inspirarme. ¿Porqué? Pues porque leyendo antiguas historias que tengo por mi pc, he encontrado algunas que no había publicado. Y creo que esta que os voy a poner, va como anillo al dedo a esta canción. Debo decir que esta historia la escribí cuando aun era un moco adolescente, hará unos... ¿8 años?. Por lo que no sé que os parecerá. Tal vez esté llena de tópicos o tal vez os emocione tanto como me emocioné yo al escribirla en aquellos años. Os dejo el link de la iniciativa de hoy por si alguno se anima a hacerla: Inspirándome con un elemento #14.
De verdad, espero que os guste.
Despedida contínua
Cuando
vi el mensaje,no si habían pasado horas o minutos. Solo sé que las
lágrimas mojaban mis mejillas,pero no podía articular palabra.
Releí
el mensaje una y mil veces. No podía ser,tenia que ser un error. El
mundo acababa de hundirse para mí.
>>He
tenido que marcharme,no sé si volveré. No me despido,es solo un
hasta luego. Siempre serás mi cenicienta.
Te
quiero,Paul.<<
Miraba
la pantalla una y otra vez. Se había ido...El corazón se me
encogió,no podía parar de llorar. Sabía que podían pasar meses o
incluso años,hasta que volviese. En ese momento,me quedé en blanco.
Sentía el corazón hecho pedazos y mi alma acababa de irse. El aura
de felicidad,se había evaporado.
Escribí
violentamente sobre el teclado.Tenía que ser un error...Tenía que
serlo.
>>¿Qué
ha pasado? ¿Estás bien?
La
respuesta fue casi inmediata:
>>Tenía
que irme,mi padre ha tenido un problema. Sabes que no me gustan las
despedidas,esto no es para siempre. Volveré en cuanto pueda. Ven a
verme cuando quieras. Te voy a extrañar mucho.<<
El
mensaje sonaba a despedida definitiva,parecía que quería decirme
que no iba a volver más,pero mi cabeza no lo asimilaba.
No
respondí al mensaje,no sabia que poner. Me acurruqué en el sofá y
lloré y lloré hasta quedarme dormida. Me desperté con un dolor de
cabeza espantoso y llena de clínex... Había tenido la pequeña
esperanza de que todo era una pesadilla,pero no. Cogí mi móvil con
las manos temblando,no...No podía asimilar una pérdida así.
Parecía que todo estaba en mi contra. Vi ocho mensajes de texto y
más de diez llamadas,todas eran suyas. En ese instante,supe lo
dependiente que era de él,lo necesitaba. Durante los dos días
siguientes,no di señales de vida. Mis amigos,mi familia...Todos
sabían que se había ido,pero yo no quería hablar con nadie. Estaba
sumergida en otro mundo. Deseé morirme. ¿Cómo podía irse “mi
vida” de esa manera? Me levanté de la cama y me miré en el
espejo,tenia un aspecto lamentable. Cogí ropa limpia y me fui a
duchar. Apenas había comido,ni dormido,lo había intentado de mil
formas,pero mis ojos seguían abiertos como platos. Salí de la ducha
y volví a mirar mi aspecto,las ojeras prominentes,los ojos sin
brillo,pálida... Parecía una zombie. Me senté delante del
ordenador y abrí el mail,ahí estaba,otro mensaje...
>>Por
favor,coge el teléfono,dame una señal de que estas bien. Te echo de
menos...<<
Noté
que las lágrimas amenazaban mis ojos e intenté mantener la
compostura.
>>Estoy
bien,solo que no quiero hablar con nadie... Dame tiempo,esto no es
fácil. Responde a algo sinceramente,¿vas a volver? <<
Le di
a enviar y un escalofrío me recorrió el cuerpo,sabía la
respuesta,pero no quería aceptarla...
Unas
horas más tarde,tras haber dado señales de vida a todos,recibí un
mail.
>>No
me preguntes algo que ni siquiera yo sé. Ojalá estuvieses
conmigo.<<
Leí
el mensaje y vi como temblaba de una forma impactante. Me levanté
para ir a la cocina,pero tuve que sentarme de nuevo. Recorrí con la
mirada la repisa de la chimenea,toda llena de fotos con él... Mi
temblor se fue calmando y me abracé a un cojín que él me había
regalado y sobre el que siempre rociaba un poco de su perfume. Tenía
que hacer algo;o me iba a Louisiana con él o le olvidaba para
siempre y solo mantenía con él una cordial amistad.
Me
decidí por no perder el amor, miré vuelos directos desde
Mallorca, pero todos tenían escala. Me decidí por uno que salía dos
días mas tarde. En el trabajo, estaba de vacaciones, aunque mi jefe, no
era otro que mi padre. Hablé con él y me ofreció todo su apoyo.
Era el único que sabía realmente lo que había entre Paul y yo. Mi
padre, hombre de negocios con mucho dinero y éxito. No dudó un
instante en pagarme el viaje. Aunque yo tenia dinero ahorrado, sabía
que él no iba a ceder. Hice mis maletas y cogí dos libros y mi
portátil y me embarqué en el viaje que decidiría mi vida.
Tras
más de diez horas de vuelo,llegué a Covington cansada y con las
piernas dormidas. No había podido pegar ojo. Fui a por un taxi,tras
coger mis maletas y fui directa al hotel. Paul todavía no sabía
mis planes y pronto iba a llevarse una sorpresa. Agarré mi portátil
y comencé a escribir.
>>¿De
verdad quieres que vaya? No quiero olvidarte...<<
Tardó
casi una hora en responder,pero lo hizo.
>>Sí,ojalá
pudieses estar aquí,ahora. No sabes lo mucho que te necesito. Te
quiero.<<
Respondí
al instante:
>>Pronto
iré a verte. Dime la dirección de donde estás. Quiero mandarte
unas cosas. Te echo de menos...<<
Cuando
respondió al mail,me duché,me vestí y salí corriendo hacia la
dirección que me había dado. El taxista se quedó un poco agobiado
porque el sitio quedaba bastante lejos,pero le di una buena propina.
Al ver la enorme casa en la que vivía me di cuenta de que era de
clase alta. Toqué al timbre casi al borde de un ataque de
nervios,hasta que por fin,la puerta se abrió...
-¿Mary?
-Su aspecto estaba un poco mal y por lo que podía ver,tampoco había
dormido mucho.
Abrió
los ojos como platos y de pronto me vi entre un abrazo y un beso de
los que no quería salir jamás. Me tocó la cara,el pelo,los brazos.
-Has
venido...-Dijo abrazándome,mientras yo aspiraba de nuevo el olor de
la “vida”.
-No
podía dejarte...No podía.- Dije surcando en lágrimas.
-¿Y
tus cosas?
-En el
hotel. Como no sabía cuando ibas a contestarme,decidí coger una
habitación.
-Hiciste
bien,pasa un momento.-Me hizo sentar en un sofá blanco.-Vuelvo en
dos minutos.
Me
quedé mirando el salón repleto de fotos,pero con poca decoración.
Era un casa simple,pero cómoda. Una de las fotos,atrajo toda mi
atención,una mujer de unos treinta años,rubia,de ojos
claros,ocupaba el centro de las fotos.
-Era
mi madre.- Dijo a mi espalda.
-Era
muy guapa.-Dije mirando la foto detenidamente.
-Lo
era, pero ahora vayamos a buscar tus cosas.- Arqueé una ceja y
respondió a mi gesto.- ¿No creerás que vas a quedarte en un
hotel, verdad?
Asentí
y nos dirigimos al hotel. Durante todo el trayecto estuvimos
agarrados de la mano y mirándonos continuamente. De lejos,se podía
ver el amor que había entre nosotros. Al entrar en la habitación,no
hubo tiempo de reacción. En cuanto se cerró la puerta,me vi
empotrada contra la pared con sus manos acariciándome hasta hacerme
perder el sentido. Hicimos de aquel momento,el mas importante que
habíamos tenido jamás. Fue cariñoso,pero a la vez,salvaje y
apasionado. Nunca había notado tanta entrega por su parte,ni yo
había entregado tanto. Cogí mis cosas y dejé el hotel con una
sonrisa en la cara. Había estado casi una semana sin él y me
parecía haber muerto. Y estando con él,había vuelto a la vida.
El
plan principal,era quedarme unas semanas e ir mirando trabajos
allí,pero el destino quiso ser cruel. Pasadas dos semanas,recibí
una llamada de mi madre. Mi padre estaba muy enfermo y tenia que
volver para ocuparme del negocio familiar. Cuando se lo dije a
Paul,su rostro cambió y pude ver como contenía las lágrimas.
Separarnos fue difícil,lo más difícil,porque teníamos que hacerlo
otra vez.
Tres
días mas tarde,me encontraba en la oficina de mi padre,la oficina
del periódico mas importante de país. Escribí mas de un artículo
relacionado con el amor. Pese a que mi columna estaba relacionada al
amor,al corazón y al sexo. El periódico funcionaba bien y Paul y yo
hablábamos cada día,pero ambos sabíamos que las relaciones a
distancia se enfrían y todo termina. Nosotros nos resistíamos a
separarnos y a pensar en ello. Como decía mi padre: No se pueden
separar dos corazones,si el alma ya está unida. Llevábamos ya,casi
dos meses sin vernos y estaba siendo una tortura. Odiaba no poder
abrazarlo cuando lo necesitaba. Aun faltaban dos meses mas para que
él volviese,pero las cosas se estaban enfriando y hasta el corazón
pone límites a la distancia. Con todo el dolor que aquello nos
causaba,rompimos. Fue la decisión mas dura que había tomado jamás.
Mi padre aun no estaba recuperado y yo no podía irme y dejarlo todo.
Él tampoco podía. Poco a poco,mi dolor fue calmándose,pero seguía
enamorada de él y no podía olvidarlo. Era el amor de mi vida,mi
media naranja... Mi todo.
Por
las noches,tenía pesadillas en las que estábamos los dos juntos y
de pronto un mar enorme nos distanciaba,nada lejos de la verdad,pero
dolía mucho. Durante el mes siguiente,tuve noticias de él cada dos
días. Habíamos decidido no cortar la amistad,no podíamos dejar de
vernos para siempre. Me contaba lo que hacia en el trabajo y con sus
amigos,pero reconocía lo mismo que yo: No podía olvidarme. Mientras
el corazón intentaba sanarse,fui saliendo con mis amigas y
conociendo gente nueva. No me atraía la idea,pero tampoco podía
quedarme encerrada en casa llorando por él. Conocí a un chico muy
agradable que nada mas ver me gustó,se llamaba Andy. Siempre me
llamaba para ir a tomar café e íbamos de marcha todos juntos. Poco
a poco,esa amistad,fue abriendo paso a algo mas,aunque por dentro no
podía evitar pensar en Paul. Cuando llegó el inevitable día en el
que Andy me besó,mil imágenes pasaron por mi cabeza y en todas
salia él,Paul. No pude evitar apartarme de Andy. El recuerdo me
seguía a todas partes. Lo amaba... Andy lo comprendió enseguida
porque ya sabía la historia. Al día siguiente,tras el “beso”
con Andy,le mandé un mensaje a Paul,corto,pero lleno de significado.
>>No
podría olvidarte ni tras la muerte...<<
Esperé
alguna respuesta,algo que me diese una esperanza,pero no... Tras
varios días mirando mi correo y sin recibir respuesta,supe que él
ya no me quería... O eso pensaba yo.
Sonó
el timbre de casa,miré el reloj y vi que eran las tres de la
madrugada. Al abrir la puerta,recordé la escena, Paul y yo,los dos
en el umbral de la puerta,besándonos y abrazándonos,pero no sabía
que esta escena iba a ser diferente.
-Yo
tampoco he podido olvidarte.
Se me
empañaron los ojos y lo besé...Por fin estaba conmigo otra vez.
-Cuando
te marchaste y te conté que empecé a salir,conocí a una mujer,pero
cuando llegó el momento de besarla,supe que no podría besar a nadie
mas que a ti...Te quiero.
FIN
¡Oh! ¡Que bonito!
ResponderEliminarMe ha parecido una historia muy tierna, llena de emociones y bastante ñoña. Me he imaginado a la Mia de hace 8 años. Ha sido un bonito viaje a la adolescencia.
Ojalá escribas más cositas así o saques más escritos antiguos. ¡Para mi será un honor leerlos!
¡TQ!
PD: Espero que "ese" Paul no sea el que yo creo ¿o si?
Paul en su momento me inspiró como "ese". Pero no iba por ahí. Aunque me alegro de que te haya gustado.
EliminarTQ
Me parece increíble que ya escribieras así en la adolescencia, qué imaginación y qué desenvoltura, chiquilla!
ResponderEliminarUn besazo!
¡Muchas gracias! ¡Jo! ¡Qué me pongo colorada! O_O
EliminarLa verdad es que tengo muchos textos así... Debería subirlos y así me decís si os gustan o no... jejeje
Un besoteeee
Eso es trampa, se supone que debes inspirarte no reciclar (????) Ok, no (?)
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el relato ¡qué romántico! No esperaba que se reencontraran XD Especialmente con ese final <3
¡Un abrazo!
Pues no sé... En las normas no ponía que no se pudiese reciclar. ¿NO? JOJOJOJO
EliminarGracias,Roxxx!
Muak