viernes, 2 de diciembre de 2016

Madurez CAP.2 (FINAL)

¡Por fin viernes!

Llega el relax del finde. ^_^

He pasado la mañana entera dando vueltas, y como siempre, han caído cositas. No tantas como de costumbre, pero han caído tres novelas románticas, que probablemente sean de las que devoraré en pocas horas.

Os pongo la fotito de los libros y en cuanto los termine, tal vez haga una reseña sobre ellos. No son famosos, ni mucho menos. De hecho, los suelo comprar por su precio. Son novelas románticas que cuestan incluso menos que las Bianca (que me encantan, pero me parecen caras por lo que realmente son), por lo que por solo 2,95 euros cada uno, me he llevado tres, que darán tiempo de entretenimiento. Además, que son bastante gruesos, en comparación con cualquier novelita de bolsillo.


Como seducir a un duque - Kathryn Caskie
La novia rebelde - Hannah Howell
Capturada - Mac Lean 

2,95 euros cada uno. Los he comprado en el Corte Inglés. Y realmente, valen la pena, al menos para pasar el rato. Son de la colección books4pockets. Cuando los lea os contaré. 

Y por último, hoy han puesto un mercadillo Navideño. Donde las cosas artesanales, reinaban. Casi
todo eran cajitas, cojines, ropa de bebé de punto... Como me encantan los mercadillos, y mi gordito va a ser un mimadito en cuanto a ropa se refiere, he acabado cayendo como una tonta. Y le he comprado unas botitas adorables, por solo 7 euros, la verdad es que están muy bien. ya que al ser un trabajo hecho a mano, merece la pena pagarlo. Además, que son muy monas.

En fin, hoy ya no voy a escribir mucho más. Aparte del capítulo que ahí os lo dejo y espero que disfrutéis. ^_^ ¡FELIZ FINDE!

Madurez CAP.1


2 capítulo


Habían pasado dos meses tras mi operación y estaba totalmente recuperada. Mi padre había vuelto del viaje y nos había prometido un viaje a todos. Ahora que ya nos conocíamos mucho mas, nos iríamos al día siguiente. Solo hacía cuatro días que se habían acabado las clases. Había sacado la nota media mas alta de clase y podía elegir una universidad que no fuese la pública ya que me concedían una beca. Aunque no me la hubiesen concedido ,mi padre la hubiese pagado, pero yo quería ir a la pública. Ahora que Alberto estaba en casa no me apetecía irme de allí. Al día siguiente estabamos todos muy nerviosos,haciendo maletas y acordandonos de todo lo que teniamos que llevar. Ya en el avión todos estabamos muy emocinados. Nos disponíamos a pasar las mejores vacaciones de nuestras vidas. Alberto había querido pagar los billetes de él y Javier, pero mi padre se había negado. Para él se habian convertido en sus hijos. Alberto y Javier,se habian adaptado rapidamente a la vida familiar de nuestra casa. Siempre cenábamos todos juntos ya que era el único momento del día que podíamos estar todos sin que alguno fallase.

Habian sido unos meses realmente especiales. Alberto y yo nos habíamos conocido mucho, habíamos ido muchas veces al cine, me traía a casa después de clase y siempre que podíamos nos íbamos a pasear. La gente de clase cuando se enteró de quienes eran Javier y Alberto,se entusiasmó. Pensaron que Alberto seria mas blando que el resto de profesores,pero se equivocaron. Pese a todo,a Javier y a mi nos daba mucho mas trabajo que al resto. Aunque debo decir que él siempre nos ayudaba por las tardes e incluso para los trabajos de otras asignaturas. Se había convertido en mi mejor amigo. Ya casi no veía a Mune y a Ray, que casualmente siempre tenían cosas que hacer cuando les decía de quedar. Me sentó realmente mal que ellos no se lo tomasen tan bien como el resto. Pronto me enteré de que Mune y Ray estaban saliendo, lo sabían todos menos yo. Y nunca llegué a entender porqué. Fui a decírselo a Mune, pero me soltó “y a ti que te importa, ¿te molesta que ya no esté coladito por ti?” Me sentó realmente mal que me dijese eso, ya que ni siquiera sabia que Ray había estado por mí. Se lo comenté a Alberto y se empezó a reír. Yo no le encontré gracia al asunto y le repliqué hasta que todo acabó en un empate. Los dos teníamos nuestra parte de razón.

Al llegar al paraíso ,de pronto me sentí tranquila. Me merecía unas vacaciones. Me había pegado los dos años de bachillerato prácticamente como un monje, salía pocas veces con Mune y Ray, y desde hacia poco, solo salía con Alberto. Aunque solo éramos amigos, algo que yo estaba dispuesta a cambiar durante esas vacaciones...

Cuando llegamos a la casa que había alquilado mi padre, hasta él se sorprendió. Teniamos de todo,mayordomo,chica de limpieza... Era como convertirse en princesa durante esas vacaciones. Ademas un colega de mi padre nos habia dado invitaciones par ir a montones de fiestas,tanto locales como de gala. Era todo como una película romántica. Eran casi las ocho de la tarde cuando quedamos instalados, todos estábamos cansados así que decidimos dar una vuelta e ir a cena fuera y luego ir a descansar. Iba a ser un mes de vacaciones muy movidito. La casa estaba situada en la playa, solo había que bajar las escaleras desde la terraza para llegar a la cálida arena.

-¿¡Sabeis!? ¡Al fnal Kim podrá venir! -Dijo Javier entusiasmado.-¡Llega mañana!

-¿De verdad? Estupendo.-Dije contenta de ver a mi primo feliz.

Desde que había llegado habían empezado a salir y se les veía felices, ella incluso mas enamorada que él. Mi padre les había dicho que no había inconveniente en que ella pasase las vacaciones con nosotros y eso a mi me daba un respiro. Si nó hubiese tenido a mi primo acuestas todo el día y yo tambien queria tener mis días de libertad.Aquella primera noche fue muy especial,fuimos a un restaurante que tenia unas vistas espectaculares, cenamos al aire libre con velas y todo. Cuando llegamos a las habitaciones,la de Alberto estaba justo al lado de la mia. Nos miramos intensamente y entramos cada uno a nuestras habitaciones, pero había algo diferente. Esa mirada no habia sido de amistad,habia sido una mirada cómplice,habia algo mas entre nosotros.

Esa noche soñé con él, con sus manos, sus caricias, sus besos... Pero todo se esfumó cuando la luz de la mañana me despertó. Miré el despertador y vi que ya eran las once. ¿Porqué no me habían despertado? Me levanté y me di una ducha rápida, me puse un vestido blanco y me calcé unas sandalias. Bajé rápidamente a la cocina, no había nadie,¿era posible que se hubiesen olvidado de mi? Subí de nuevo a mirar si estaban en sus habitaciones, pero no había rastro de mis padres, ni de Javier. No me atreví a entrar a la habitación de Alberto. ¿Qué demonios pasaba? Entonces escuché mi móvil.

-Cariño, hemos ido al aeropuerto a buscar a Kim, llegaremos en un rato. Alberto ha dicho que te esperaba en la playa. No lo hagas esperar más. -Dijo mi padre con cariño. Tras lo cual me colgó.

Me quité el vestido para ponerme el bikini debajo. Bajé las escaleras y lo vi tumbado sobre la arena, con los ojos cerrados y empapado de agua. Su torso brillaba y las gotas de su pelo parecian rubíes. Su pelo al sol tomaba un tono rojizo. Me acerqué y le hice sombra, al notar mi presencia sonrió y dijo:

-¿Quién me está tapando el sol?-Abrió los ojos y se levantó.-Pensé que no te levantarias nunca,bella durmiente.

-Estaba muy cansada.-Suspiré. -Pero hoy estoy con mucha energia,pensaba que me habiais dejado sola.

-Ellos sí, yo no. -Dijo con su cálida sonrisa. -¿Vienes a darte un baño?

-La verdad es que me gustaría ir a comprar un par de cosas.

-Está bien ,me visto y te acompaño.

-Si quieres puedes quedarte... No tengo problema en ir sola.

-No, voy contigo. -Dijo.- Vamos a coger el dinero,¿quieres ir caminando o prefieres el coche?

-Mejor caminando. -Sonrió ante mi respuesta.

Paseamos por la isla y me sentí como en casa, el lugar era muy familiar y la gente muy agradable. Casi todos hablaban o español o inglés asi que no nos costó comprar. Nos paramos en varias tiendas de ropa típica de allí y nos llevamos muchas cosas para los demás. Yo recordé las tallas de Kim y decidí retomar mi amistad con ella,le compré un vestido fresco de color lima, que según me había dicho Javier, seguía siendo su color favorito. A Javier le compré unos pantalones de lino azules y una camiseta beige bastante holgada. A mi madre le compré un vestido blanco de tirantes hasta los tobillos y a mi padre un pantalón de lino blanco y una camiseta del mismo color,para que hiciesen juego los dos. Eran una pareja perfecta y muchas veces se vestian en concordáncia con la ropa. Para el que mas me costó fue para Alberto... Estaba acechándome todo el rato y me había echo prometerle que no le compraría nada, pero yo no me daba por vencida tan fácilmente. Salimos de una de las tiendas y entonces vi dos cosas estupendas... En el escaparate de una tienda había unos vaqueros de un color marrón claro desgastados con una camiseta de un tono un poco mas claro. Y un vestido marrón fuerte con unas sandálias del mismo color. Me enamoré al instante de la ropa de los maniquís. Eran justo lo que buscaba. Le dije a Alberto si podia ir comprar unas pulseras iguales para todos mientras yo me probaba unos bikinis,lo cual era mentira. Él se quedó con las bolsas mientras y yo salí casi corriendo a la tienda. Al entrar vi que los precios eran elevados,aunque eso no era de importancia. Pero el hombre de la tienda me miró con desconfianza.
Al final cuando me vio sacar la tarjeta de crédito, probablemente pensó lo mismo que todos: >>Niña rica con dinero de papá.<<. Lo cual en parte era cierto, pero en ese momento no me molestó. Compré dos bikinis para hacerle creer a Alberto que era lo que había estado haciendo.

Cuando por fin sonó mi móvil, regresamos a la casa y saludamos a Kim. Les di los regalos a todos, excepto a Alberto. Él no sabia que no habia cumplido lo prometido, pero no era una promesa firme.

-¿Para Alberto no hay nada?-Dijo mi madre mirándonos a todos.

-No ha querido, me ha echo prometer que no le compraría nada. -Me acerqué a ella y le susurré.- No te preocupes, tengo una sorpresa para él. -Mi madre sonrió.

Kim al ver su regalo se acercó y me abrazó. Fue toda una sorpresa, pero me sentí unida a ella. A fin de cuentas, había sido mi mejor amiga. Sabía muchas cosas de ella. Me dio las gracias y me propuso tener una noche solo nosotras,para ponernos al día. Acepté encantada por no tener compañía varonil durante una noche,me hacia falta estar sola o con chicas. Esa noche Javier y Alberto se iban a un pub muy famoso de allí. Mientras ,Kim y yo íbamos a ir al restaurante al que habíamos ido el día anterior. El camarero me reconoció y me saludó con simpatía. Kim y yo charlamos hasta que la sinhueso ya no podia mas.

Estaban cerrando cuando por fin nos marchamos del restaurante y decidimos seguir y salir a bailar y tomar unas copas. Fuimos a un pub cerca del muelle y allí estaban ellos... Vi a Alberto bailar con una rubia pechugona y aunque a él nose le notaba muy cómodo,sentí un ataque de celos terrible. Kim se dio cuenta de mi reacción y me agarró de la mano. Nos dirigimos hacia ellos y vi como Javier reía por la situación de su tío. Me sentí fatal y Kim me susurró:

-Hazte pasar por su novia, ponte delante, no dejes que te lo quite boba. A él no le gusta. Venga,ve.-Dijo empujandome,tras saludar a Javier con un beso. Javier me miró y asintió con la cabeza.

Alberto miraba hacia todos lados en busca de ayuda,la situación pese a mis celos,y vista desde otra perspectiva,resultaba bastante graciosa. Me acerqué a Alberto cogiendo aire y con confianza. Toqué a la rubia por el hombro y le hablé.

-Perdona,¿te importa? Esta conmigo.-DIje con frialdad.

-¿Y tú quién eres?-Dijo la rubia,que apestaba a alcohol.

-Su novia. -Dije alzando la voz. -Asi que te agradeceria que soltases a mi chico.-La aparté de él poniendome en medio. -Ahora,lárgate.

La chica se fue maldiciendo y Alberto me abrazó susurrando un >>¡gracias!<<. La rubia nos miraba desde una esquina con rabia y Alberto al mirarla me cogió por la cintura y me atrajo hacia él . Era la primera vez que estábamos tan cerca y el corazón me iba muy deprisa. Esperaba que él no lo notase,pero estaba segura de que sí.

-Estás temblando...-Dijo mirándome fijamente. -Ha sido culpa mia,tenia que haberme librado solo de esa pesada.

-No...No pasa nada. Estoy bien,solo es la adrenalina. -Dije sonriéndole.

Me abrazó fuertemente contra su pecho y me relajé,al parecer él lo notó y me acarició el pelo. Nos sentamos en unos taburetes y pedimos de beber. Cuando ya llevaba dos copas me empezó a subir el alcohol. Alberto y yo bromeamos. Mientras ,Kim y Javier estaban tan empalagosos, que no hablaban con nosotros. La rubia habia encontrado otra presa y al otro parecia gustarle. Así que me aparté un poco de Alberto, tenía un calor increíble y las copas me dieron un pequeño mareo. Le dije a Alberto que iba a salir a tomar el aire y se ofreció a acompañarme. Cuando salí de aquel lugar oscuro y la brisa del bar chocó en mi cara se me pasó el mareo. Me agarré al barandilla que habia en el muelle. Alberto se puso a mi lado y contemplamos el mar sin decir palabra. Pasó un buen rato hasta que me encontré mejor. Nuestras miradas se encontraron y nos fuimos de nuevo al pub. La noche todavia no habia acabado.

-Me ha sentado bien salir,gracias. -Dije sonriéndole. Una brisa de aire fresco me hizo tiritar y él me abrazó,hasta llegar al bar. Me sentía protegida por él.

Cuando entramos vimos a Javier y Kim bastante borrachos,aunque aun se aguantaban en pie. Nos los llevamos a la casa intentando hacer el menor ruido posible, los metimos en su habitación y salimos a la terraza que comunicaba mi habitación con la suya.

-¿Te pusiste celosa por la chica rubia?- Preguntó rompiendo el silencio.

-¿Qué? Yo... ¡No!-Dije ruborizándome.

-Mentirosa. -Dijo con picardía.- Cuando la has visto agarrarme te han entrado ganas de estrangularla.

Dicho eso me puso contra la pared de la terraza y sus labios tocaron los mios. Por fin el beso que tanto habia esperado se estaba haciendo realidad. Nuestras manos buscaban cada rincón de nuestro cuerpo. Me agarró por el pelo y me besó con pasión,fue un beso largo y extremo que hizo que todos mis sentidos se avivarán aun más. Me aferré con fuerza a su espalda y ladeé la cabeza hacia atrás. Cuando hice ese gesto,bajó su boca hasta mi cuello y me dio pequeños mordiscos por todo el cuello,haciendo que me perdiese en mi propio mundo. No sé si habían pasado minutos o horas desde que nos besamos, pero pronto nos encontramos mirándonos con un intenso deseo en los ojos. Tambien habia confusión,acababa de pasar lo que habiamos evitado durante meses...

-No sé que me pasa contigo... Lo he intentado todo, pero eres como una bruja que me hechiza. ¿Porqué?- Dijo apartándose de mí y llevándose las manos a la cabeza.

-Yo... Yo... -No me resistí y salí corriendo hacia la puerta de la terraza que daba a mi habitación,(ya que la terraza daba a las dos habitaciones).

Entré y cerré la puerta lo mas rápido que pude. Me tiré en la cama y lloré desconsolada. ¿Qué demonios había pasado? Tocó a la puerta, no había corrido las cortinas y me estaba viendo, pero no me importó. Él,al ver que no iba a abrirle cesó de tocar. Cuando por fin se me acabaron las lágrimas,suspiré triste. Alberto se habia arrepentido... Miré hacia la puerta que daba a la terraza y lo vi apoyado en la barandilla. Tenía expresión triste y la mirada perdida. Me levanté y fui al baño,cuando me vi la cara en el espejo di un grito ahogado. El rímel recorría mi cara y tenia el pelo alborotado. Me metí en la ducha y a pesar del malestar que tenia en el cuerpo,puse agua helada. Me sentía perdida... Tonta.

Salí emvuelta en la toalla y ahí lo vi. Delante de mi puerta ,miré el reloj y vi que eran las cuatro de la madrugada. Me acerqué a la puerta y le dije que se marchase con toda la calma que pude.

-Por favor,tenemos que hablar. -Dijo con voz ronca.

-No hay nada de que hablar. Mañana será otro día ,prometo no decir nada. Sé que ha sido un error. Ya está puedes dormir tranquilo,no te acosaré ni nada por el estilo. Buenas noches.-Cerré la cortina,hice ademán de que se marchara y me eché en la cama. Di vueltas y vueltas y cuando vi que empezaba a amanecer salí a la terraza. El cielo aun tenia esos colores fucsias y anaranjados y era una vista hermosa,las olas rompían por el aire caliente y los pájaros se veían a lo lejos.

Bajé a la cocina y aunque mi cara no tenia muy buen aspecto,intenté parecer lo mas serena posible. Javier y Kim todavia no se habian levantado y mis padres habian dejdo una nota :

-Estaremos todo el día en la playa,nos vemos todos a la hora de comer en el restaurante. Papá y mamá. -Releí la nota y me di cuenta de que me tocaba estar todo el día sola o con ellos tres y realmente... Prefería estar sola.

Cogí un bol y me puse cereales,salí a la terraza que daba a la playa a través de la cocina,enchufé mi Ipod y disfruté de mi momento de soledad. Creo que me quedé dormida,pero al rato escuché gritar mi nombre. Me levanté de un salto y seguí la voz.

-¿Qué pasa?-Dije subiendo las escaleras.

-¿Dónde te habías metido?-Dijo Kim preocupada.-Llevamos casi una hora buscándote.

-Estaba en la terraza escuchando música. ¿No se os ocurrió mirar allí?

-La verdad es que no... Lo siento... -Me dijo.- ¡Chicos! ¡Estaba en la terraza, no busquéis mas!-Dijo gritando.

-¡Joder ,Miranda! ¡Nos tenias preocupados! Pensabamos que habias salido sola...

-¿Y qué?-Dije con indiferencia. -Lo que haga o deje de hacer no os tiene que preocupar. Y ahora si no os importa,quiero estar sola. Pasadlo bien. -Intenté sonreírles, cuando vi que Alberto salía de su habitación.-Adiós.-Dije cuando vi que Alberto pretendía alcanzarme.

Entré en mi habitación corriendo y puse el pestillo. Ladeé la cabeza de lado a lado intentando contener las lágrimas, pero no pude. Nunca en mi vida había llorado tanto ,me sentía estúpida. Cogí dinero y cuando escuché que todos se habían marchado, salí a comprar. Caminé por unas pequeñas calles donde me habian indicado que estaban las librerias. Encontré un libro que me llamó la atención, uno que iba sobre un amor prohibido. Sin pensarmelo, lo compré. Al salir, me dirigí a la calle principal. Al salir me volví a colocar las gafas de sol y me dirigí al restaurante,ya eran casi las dos...

Cuando llegué todos estaban sentados en la mesa,él camarero me saludó tímidamente al ver la mirada que le echó Alberto y eso me molestó, pero le sonreí lo mejor que pude. Hice un saludo general y me senté. No me entraba la comida, y eso que era una simple ensalada.

-¿Estás enferma,hija? -Dijo mi madre preocupada. -No has comido nada.

-No me encuentro muy bien. ¿Os importa si voy a casa? No quiero fastidiaros la comida.

-Claro,vete. Toma... -Dijo mi padre tirándome las llaves del jeep.

-Gracias.-Sonreí tímidamente y salí casi corriendo del restaurante. Noté una mirada fija clavada en mi espalda y eso hizo que corriese mas.

-¿Porqué huyes de mí?-Dijo.

Me giré y me encontré con esos ojos marrones, tan profundamente doloridos como lo estaban los míos.

-No huyo. Más bien me escondo.¿Te importa? -Dije intentando apartarlo de delante de la puerta del jeep.

-Sí,me importa. ¿Porqué te escondes? Ni siquiera me has dado oportunidad de hablarte, no me escuchas.

-Porque sé lo que me vas a decir y no quiero oírlo. ¿Entiendes?

-¿Cómo sabes lo que te voy a decir si no me has dado oportunidad de hablar?

-Porque no quiero escucharte, Alberto. Me lo dejaste claro ayer con tu reacción.-Lo aparté y me subí violentamente al coche. Vi como daba la vuelta y se subía al coche.

-Me vas a escuchar,sea como sea.

-Mis padres te estarán esperando. Ve con ellos. No hagas tonterías.

-Les he dicho que te acompañaria por si te mareabas, no hay problema. Venga,yo conduciré.

-No, yo conduzco, estoy bien para conducir. -Dije apretando el volante.

Como él no iba a dejarme, decidí seguirle la corriente y llevarlo conmigo. Pero pretendía salir corriendo a mi habitación nada mas llegar. Si llegaba a escuchar las palabras de rechazo de su boca,me hundiría totalmente y no estaba dispuesta a ello.

Cuando llegamos a la casa,me bajé rápido del coche y esperé a que él bajase,pero estaba casi preparada para subir las escaleras cuando me dijo:

-Ni se te ocurra salir corriendo porque aunque tenga que derribar la puerta,hablaré contigo.-Me pilló por sorpresa que dijese ese,pero supe que si yo corria él iria detrás.

-Vale.-Dije intimidada por su mirada.

Subimos las escaleras despacio hasta llegar a la terraza. Habia un pequeño sofá al cual yo me dirigia a sentarme antes de que comenzase su charla,pero me sorprendió cogiendome y poniendome como noche anterior,pegada a la pared y con un beso apasionado,se dejó de palabras y me demostró lo que realmente queria decirme.

-¿Porqué?-Dije entre suspiros.

-Porque te quiero...

Sus palabras me dejaron pasmada, pero no pude contener lo que sentía por él y nos volvimos a besar. El beso fue mucho mas insistente que el anterior y pedia mas. Me agarré a su cuello y él me agarró de las nalgas para subirme a él. Entramos a la habitación y me tumbó sobre la cama,sus besos cada vez eran mas tiernos y sus palabras dulces. Solo pude susurrar su nombre entre suspiros. Aunque no le había confesado que era virgen... Algo de lo que se daría cuenta muy pronto...

Nos desprendimos de la ropa con facilidad y las carícias se fueron intensificando. Introdujo sus dedos en mi y gemí de placer. Me miró a los ojos en señal de pregunta y solo con mirarme supo mi respuesta.

-No te haré daño, te lo prometo. -En ese momento, me ruboricé tanto que un tomate a mi lado no estaba rojo. Él me miró sonriendome y me acarció la cara.
-¿Lo sabías?

-Desde el primer momento. Sé que no eres de esas. -Dijo besándome. Cuando dijo eso me relajé.- No pasa nada... Tranquila,solo disfruta.

Entonces entró en mí, esperé sentir dolor, pero solo noté un pequeño pinchacito y un placer tremendo. Los dos nos acoplamos a un ritmo frenético del cual no queria salir.

Quise aguantar un grito,pero no lo conseguí los dos alcanzamos el orgarmo y Alberto cayó sobre mí,repleto de sudor. Me besó el pelo y tras una llave y con mucha agilidad,me colocó entre sus brazos.

-¿Estás bien?-Dijo apretandome contra él.

-Sí... -Susurré. Acababa de tener la mejor experiencia de mi vida y no me lo podia creer.- ¿Siempre es así?-Pregunté.

-Cada vez es mejor. -Dijo recuperando el aliento.- Y contigo estoy seguro de que serán muchas veces...

-Esto... Y ahora... ¿Qué?- Dije cambiando el tono.- ¿Dónde nos deja todo esto?

-Creía que lo habia dejado suficientemente claro. Te quiero conmigo, en mi cama, para siempre.

-No me has preguntado nada.

-Si te lo hubiese preguntado, ¿me habrías dicho la verdad? ¿Me habrías dicho que me querías?

-Probablemente... No...  Pero porque tu reacción cuando me besaste no fue para nada positiva.

-Bueno ahora te voy a demostrar lo positivo que puedo ser... -Dijo tomándome de nuevo entre sus brazos hasta hacerme retorcer de placer.

Cuando escuchamos la puerta de abajo y unas risas sonoras que provenian de mi padre,los dos nos miramos con un expresión que no conseguí descifrar.

-¿Qué hacemos?-Pregunté acalorada.

-¿Qué quieres hacer? ¿Quieres contarselo ya? Por mi no hay problema,pero quizás deberiamos preparar a tu padre. No sé que pensará y hay una diferencia de edad que quizás no le guste...-Dijo pensativo.-Lo dejo en tus manos,toma tu la decisión.

Dudé un momento y decidí que era mejor no contarselo aun. Alberto tenia razón,habia que prepararlo,tenia que preguntarle si le pareceria bien sin que se diese cuenta e iba a ser una labor bastante difícil. Alberto se vistió y yo me hice la enferma cuando mi madre tocó la puerta. Alberto se habia colocado a mis pies y parecia que nos hubiese interrumpido en una conversación.

-Cariño ,tienes mejor cara. ¿Has tomado algo? ¿Ibuprofeno?

-Sí,mamá. Y Alberto ha sido un enfermero estupendo. -Dije esbozando una sonrisa. Si mi madre supiera lo bueno que había sido...

A la hora de cenar,decidimos hacer nosotros mismos la cena. Yo ya me había levantado ,Kim y Javier se dieron cuenta de la complicidad que había entre Alberto y yo y Kim se acercó misteriosamente para preguntármelo. Para ella y Javier no podiamos tener secretos. A fin de cuentas,pasaban casi todo el rato con nosotros. Cuando se lo conté a Kim casi le da un desmayo de alegria,me abrazó y me propuso que saliesemos los cuatro de nuevo aquella noche,pero esta vez,como parejas. No como amigos. Me encantó la idea y por fin pude darle el regalo a Alberto...

-Sabia que aquel día no tramabas nada bueno,te lo hice prometer y no me hiciste caso.-Dijo a modo de reprimenda,pero sonriendo.-La verdad es que la ropa es muy bonita. Gracias,cariño.-Ese “cariño” me mató,lo dijo con tanta dulzura que creí morir de amor.

-Me alegro de que te guste,y espero que lo que yo me compré tambien te guste...

-Mmmm...¿Ropa nueva? Me encantará quitartela en la playa.

-Disculpe,señor,pero está hablando con una dama. No crea que puede tomarla en sus brazos sin que ella oponga resistencia. -Dije a modo de burla.

-Mademoiselle,disculpe mi atrevimiento,pero no puedo evitar caer en la tentación. -Dijo soltando una sonora carcajada.

Me fui a dar una ducha y a cambiarme tan rápido como pude. El vestido me quedaba perfecto,me dejé la melena secar al viento y me calcé las sandalias con cuerdas. Me hacian parecer mas alta y eso me gustaba,ya que Alberto me sacaba casi dos cabezas. Cuando salimos de la habitación,me quedé embobada mirándolo. La ropa le quedaba mucho mejor que en mi imaginación,aunque sabia lo que escondia tras la ropa y era muchísimo mejor.

Bajamos las escaleras y cuando Kim y Javier nos vieron se quedaron pasmados. Ibamos cogidos del brazo y la verdad,nadie podia negar que haciamos muy buena pareja. Los dos estabamos bornceados y el color marrón de la ropa nos sentaba de maravilla. Mis padres sacaron la cámara de fotos y nos hicieron tantas que pensé que me quedaria ciega con el flash.

-Haceis muy buena pareja. -Nos dijo mi madre. -Vamos a haceros una a cada uno solos y luego en parejas.

Me puse colorada por el comentario de mi madre y Alberto me agarró fuertemente de la cintura. “¡Sonríe!”,susurró. Mi madre se dio cuenta del gesto y sonrió complacida. Ella sospechaba algo,pero sabia que no me diria nada hasta que yo no le contase la verdad. Al día siguiente,se lo contaria todo.

Salimos de casa agarrados del brazo. Ibamos a ir a un restaurante que habia en otra zona y tardariamos casi 20 minutos en llegar al lugar. Al llegar vimos una enorme terraza decorada al estilo hawaiano,pero con un toque romántico. Kim y Javier que no habian hablando en todo el trayecto porque se estaban comiendo la boca(literalmente), se quedaron estupefactos. Era un sitio increíble. Estaba en una montaña,por lo que desde ahí,practicamente se veía todo... Las casas,el mar,el pequeño pueblo... Era perfecto. Durante la cena,todos disfrutamos,hablamos,incluso nos animamos a bailar canciones lentas en la pequeñas pista. Cuando ya se estaba haciendo tarde,nos dirigimos al pub al que habiamos ido la noche anterior. No sé porqué,pero estaba bastante nerviosa. Al llegar al pub vi a la rubia pechugona y me sentí amenazada por su presencia. Vale que yo no era fea,pero tampoco era un belleza como ella.

Alberto me miró dos segundos y supe que no tenia nada que temer,pero ella no me daba confianza. Nos pusimos a bailar y a beber como locos. Yo no sé como lo hice,pero acabé saliendo yo sola. Alberto habia desaparecido y me encontraba sola en el muelle. Me senté con mi mareo sacando las piernas por la barandilla y asomé la cabeza. De pronto escuché una voz muy familiar.

-¿Porqué has venido,Rebeca? ¿No fue suficiente lo que me hiciste?

-¡No hice nada! ¡Él te mintió!-Gritó la rubia pechugona.
-Estoy harto,Rebeca. Lo nuestro acabó,no quiero que me sigas. No sé como te habrás enterado de que estaba aquí,pero marchate.-Alberto se enfureció-¡Vete!-Nunca lo habia visto así.

En ese momento di un grito ahogado. Giré la cabeza y me di cuenta de todo,la rubia era su ex,estaba en la isla y él no me lo habia dicho...Me sentí humillada y engañada,cosa que hacia años que no sentia. Me quedé sentada y evité girarme para que no notasen mi presencia. Cuando por fin me quedé sola,me levanté y aunque estaba un poco mareada,di gracias por haber cogido el bolso. Llamé a un taxi y me fui a casa. Sentia una presión en el pecho que nunca antes habia sentido,pero aguanté las lágrimas. Al llegar a casa,subí corriendo a mi habitación y lloré con mi alma ardiendo. Me sentí estúpida,humillada y bastante idiota por creer en él. Por mucho que él la hubiese rechazado,yo estaba ahí y ella lo habia seguido,él le habia dicho donde ibamos...

No sé si era de noche o de día cuando tocaron a la puerta de mi habitación,habia cerrado las persianas y puesto las cortinas. No tenia ganas de ver a nadie. Medio adormilada me levanté y pregunté quien era.

-Soy Alberto,abreme.

-Largo.

-Miranda,por favor...-Dijo con tono cansado.

-Déjame. No quiero explicaciones,no quiero mentiras,no quiero nada. Solo que te larges.

-Por favor...

Tras un largo silencio,oí los pasos que bajaban las escaleras. Mis padres me llamaron al móvil para decirme que se habian marchado a la otra punta de la isla y volverian en una semana,querian estar solos... Cogí la targeta de crédito y bajé las escaleras sin que nadie me escuchase. Salí por la terraza de la cocina y me dirigí a la playa. Les mandé un mensaje a mis padres diciendoles que me iba unos días a un hotel,sola,necesitaba relajarme. O al menos esa era la excusa que les habia puesto,en realidad necesitaba olvidarme de todo lo que habia pasado. No avisé a nadie excepto a ellos. Alquilé una habitación en el hotel mas próximo que estaba a solo cuatro casas de la nuestra,pero al menos nadie sabria donde estaba. Al registrarme pedí expresamente que no diesen información sobre mi. No habia cogido ropa para cambiarme ni nada, bajé a la tienda del hotel y me compré algunas cosas para vivir esos dos o tres días que me iba a quedar allí. Fui a la peluqueria,me hice la manicura,me corté un poco las puntas,me puse mascarillas...En fin,me cuidé a mi misma. La priemra vez que me sentia tan tranquila. Como en las películas americanas,le conté mi vida a la esteticista,que se quedó asombrada con todo. Me sentí rara por contarselo a una desconocida,pero mucho mas aliviada. Era como contarselo a mi mejor amiga,sabia que nunca se iba a saber. Me pegué dos días con el movil apagado,al encenderlo,me encontré con treinta y siete llamadas de Alberto y dos de mis padres. Los llamé enseguida para decirles que estaba bien. Estaban preocupados por mí,pero no habian vuelto a casa todavia.

En esos dos días estuve recapacitando. Tal vez, Alberto se lo habia dicho en plan amigos y no tenia la culpa de que ella hubiese venido,ya que habia escuchado decirle que él no la queria ver,pero me habia sentado mal que no confiase en mi. Le mandé un mensaje al móvil diendole donde estaba y si queria hablar conmigo,ya sabia donde encontrarme. En menos de media hora lo encontré delante de mi puerta con un ramo de rosas blancas y rojas.

-Perdóname,debí habertelo contando antes,pero no me diste tiempo...-Dijo una vez lo miré a los ojos.

-Me hiciste daño,me lo ocultaste. Seguias hablando con ella y no me lo contaste.

-No pensé que vendría,además quedamos como amigos. Nunca pensé que fuese a hacer tal locura. Yo te quiero a tí, Miranda. Créeme.

-Te creo... Perdóname por ser tan desconfiada,no queria que me hiciesen daño y al final me lo hice yo misma...

-Creo que es hora de que tus padres se enteren de lo nuestro,a fin de cuentas quiero estar contigo para siempre...

-¿Eso es una proposición?

-¿Acaso lo dudas? Cásate conmigo.

-Mas que una petición parece una orden,pero una orden que estoy dispuesta a obedecer...-Dije abrazándolo y besándolo,por fin algo acababa bien...



FIN





















10 comentarios:

  1. ¡Hola hola! Te comento lo primero porque tengo que leer antes el capítulo uno para poder decir algo jajaja Pero los libritos tienen pinta de interesantes, unas portadas muy de romántica sin duda jajaja Un besito <3

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    1. Seguro que te gsuta y si no te gusta... ¡Al menos te agradezco el que lo leas! Ya comentaré que tal las novelas.

      Un saludo!

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  2. ¡Hola! Fíjate que hace una semana, fui de compras a la librería y no compré Capturada porque no me gustó el capítulo final XD

    Me gustó mucho la historia <3

    ¡Un abrazo!

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    1. ¿N ote gustó el capítulo final? ¿Es que te lo leíste en la librería?xD

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  3. La botita las vi en FB y me enamoré!! Yo tengo muchas lecturas atrasadas pero el género romántico no me atrae mucho. Ahora estoy leyendo "De acero", la historia de dos adolescentes amigas que viven en un suburbio italiano.
    Un besazo!

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    1. ¿A qué son bonitas? Es que yo fue verlas... Y tener esa necesidad imperiosa de comprarlas.
      ¡Pues ya te comentaré que tal los libros!

      Un beso

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  4. Oh, que botitas más cuquis. Me encantan. Sip, mi ahijado será un mimado de categoría. Y los libro, parecen interesante. Ya me dirás que tal. La historia super guay.
    TQ

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    1. Será un mimado, siempre y cuando la madrina se digne a visitarle... ejem...
      Ya te comentaré que tal los libros,.

      Muak

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  5. Interesantes libros. "Me ha llamado la atención la novia rebelde"
    La botitas estan hermosas. Me encantan las cosas artesanales.


    Que lindo drama, muy buen desenlace. Miranda tenía razón, se sentía resentida. Si el hubiese confiado en ella, decirle lo de la fastidiosa ex.
    Beso

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    1. ¿Te puedes creer que aun ni los he empezado? Estoy de un vago... xD

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