Ejercicio #23 y... ¡Arrasando en las tiendas!

¡HOLAAAAA!

¿Qué tal? Bueno,hoy me he desfasado. Hace tres días,inauguraron un centro comercial en Mallorca. El centro Fan Mallorca. Obviamente,era una locura ir en la apertura,pero no esperaba que hoy también siguiese tantísimo. Aparcar ha sido un infierno,pero ha valido la pena. He podido entrar por primera vez a un Primark. A ver,las cosas me han gustado,pero obviamente,he ido a la zona bebés y he arrasado. También he estado en Kiabi. ¡Me he llevado de todo! Mi bebé va a ser un it-boy. Eso está claro. Os pongo las fotitos más abajo. Hay cada cosita... Me he muerto. Mi chico casi se pone a llorar. Le ha emocionado ir de compras y casi se me pone a llorar cogiendo cosas. Ha sido muy divertido. Casi nos llevamos las dos tiendas. *Risas*

También han abierto un Starbucks,pero no hemos ido,porque la cola era tremenda. El primero en Mallorca (en ciudad,ya que hay uno en el aeropuerto,pero solo puedes entrar si te vas de viaje) y resulta que es un sitio enano y con colas de miedo. Vamos,que me he quedado con las ganas de tomarme un frappé,pero bueno... Paciencia y en el culo resistencia.

Hemos comido en un sitio que se llamaba "¡Ché!". Una parrillada argentina,con buffet libre. Una gozada. Los camareros iban pasando con distintos cortes de carne y podías ponerte morada. Y obviamente,he aprovechado y he comido como una pequeña elefanta preñada. Más rico todo... ¿Lo mejor? Al volver a caído un torrente de agua. Ya no podemos decir que hay sequía,al menos,hoy no. En fin,vamos a por el ejercicio de hoy. Ya queda menos y la verdad,tengo ganas de terminar este de los ejercicios. Ya quiero algo nuevo.

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Un ataque de nervios


Llevaba años trabajando para esa excéntrica pareja. Gabriel era el mejor cocinero de los famosos,pero esa pareja,lo había contratado tres años atrás y se había centrado en sus paladares. La verdad es que siempre se quejaban,por eso,Gabriel se esforzaba por ser aun mejor. Pero ellos no lo valoraban. Y el colmo llegó,cuando en una cena con otra gente,comenzaron a menospreciar su comida. ¿Cómo se atrevían esos dos a hacer eso? No pudo más,le estampó en la cara el precioso pastel que había hecho y que los otros comensales habían alabado. Se quitó su gorro,lo puso en la mesa y tras ponerles de vuelta y media,haciendo que quedasen a la altura del betún,cogió sus cosas y se marchó de allí para siempre.