Inspirándome con un elemento #2

¡Bebés!

Hoy la inspiración debe llegar con una canción que la verdad,me ha encantado. La letra me gusta y creo que tengo una idea interesante pululando por la cabeza. ^_^ Igual luego es un rollo,pero como siempre,yo espero que os guste. Allá vamos.
Para más info de la segunda: Inspirándome con un elemento #2




Flechazo



Llevaba tiempo observándola. Había sido un flechazo. Amor a primera vista. En esos tiempos era habitual ver a alguien y enamorarse. Llegó en su carruaje,con su traje limpio y bien perfumado. Mientras ella ya estaba entrando. No la vio al principio,aunque hubiese querido hacerlo. Entró a la fiesta que daba el rey. Corría el vino y el cava,toda la corte estaba ahí. Y él clavó los ojos en aquella mujer,pelirroja,con los ojos tan verdes como la hoja de una árbol. Llamaba la atención,al menos ante sus ojos y ante los de otro hombre que no dejaba de cortejarla. Había bastado una mirada,para saber que esa iba a ser su mujer,costase lo que costase. Su reputación no era buena,pero por ella,era capaz de cambiarlo todo. Ahora entendía a esos pobres hombres enamorados de los que él tanto se burlaba.

Se acercó a ella con la intención de hablarle,pero ella simplemente le sonrió y con una mirada,le dio a entender que no debía decir ni una palabra. Estaba hablando con el hijo del rey,el príncipe. ¿Cómo iba a poder competir con eso? A pesar de todo,no iba a echarse para atrás. Ella parecía realmente aburrida,pero sonreía,porque nadie le hacia un feo al príncipe. Era un don Juan,pero a esa mujer no parecía haberla impresionado. Eso lo alentó más. Sin embargo,cuando la conversación con el príncipe terminó,ella desapareció. ¿Dónde se había metido aquella pelirroja peligrosa? Había visto en su mirada ese fuego que él necesitaba. Sin embargo,aunque la buscó,no la encontró.

Paseó por la sala,algo deprimido,su padre estaba por ahí,vigilándole,aunque no le hablaba debido a los últimos escándalos,pero de pronto... Ahí estaba esa mujer de nuevo,¡hablando con su padre! No se lo podía creer. Se acercó sin pensárselo un solo segundo y ahí atacó.

- Hijo... Te presento a Lady Elisabeth. -Dijo tan serio que la voz parecía de ultratumba y le advertía que no fuese con juegos.

- Lady Elisabeth,es un placer. -Le besó la mano delicadamente,pero le lanzó una mirada que era más que sugerente. Ella se la devolvió sin más.

- El placer es mío,milord. -Dijo ella mirándola con expresión divertida.

- Ella es la mujer de la que te hablé. Es tu prometida. -En ese momento,Richard pensó que era el hombre más afortunado del mundo.

Tal vez le obligaban a casarse y por eso tenía tan mala reputación y había hecho cosas poco morales,pero ahora... Se daba cuenta de que debía haber conocido antes a esa mujer. Le iba a costar recuperar su dignidad en todas partes,puesto que se había ganado la reputación dudosa y varios motes que no le harían gracia a ninguna mujer. Pero por ella,iba a hacer cualquier cosa. Sabía que estaban destinados en cuanto la había visto,pero no sabía cuanto.